En ¡HOLA!, Julio y Miranda celebran unidos treinta años de amor y diez de matrimonio

Según ha podido saber ¡HOLA!, pronto se reencontrarán para festejar su aniversario

Por hola.com

"No creo en el destino, creo en las circunstancias", suele decir Julio Iglesias. Cuenta la leyenda que el cantante español más internacional conoció por capricho del destino, o de las circunstancias, a Miranda Rijnsburger. Y que fue amor a primera vista. En diciembre de 1990, el artista la divisó en una escala, al bajarse de un avión, en uno de sus viajes alrededor del mundo, y le dijo a quien lo acompañaba: "Esa va a ser mi mujer". En la revista ¡HOLA! de esta semana, encontrarás todos los detalles de su historia de amor y sus planes para celebrar esta fecha tan significativa.

De su boda con Isabel Preysler a la estabilidad con Miranda: los momentos clave en la vida de Julio Iglesias

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Julio se acercó a Miranda y le propuso que fuese a verlo cantar esa noche. "Tuve dudas. Yo sabía quién era, aunque lo desconocía todo acerca de su vida personal. Me lo pensé y finalmente accedí", reveló la exmodelo de origen holandés alguna vez. Tras el recital, el cantante le propuso que lo acompañara en su gira por Asia. Ella volvió a tener dudas, pero finalmente aceptó. Desde entonces, son inseparables. A mediados de 1991, comenzaron a vivir juntos en Indian Creek, en Miami, y a es cribir juntos una de las historias de amor más bonitas jamás contadas. Y también una de las más largas: este año cumplen tres décadas juntos.

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Y juntos han formado una familia numerosa. Primero llegó Miguel; luego, Rodrigo; después, las gemelas Victoria y Cristina, y por último, el más pequeño, Guillermo. Durante dos décadas, siempre se les preguntaba: "¿Por qué no os casáis?". "A veces no lo entiendo ni yo", respondía Julio. "Yo con mi mujer he hablado de boda cinco o seis veces con la cabeza y con el corazón, no solo con la emoción. ¡Pero es que estamos casados! Lo hemos arreglado todo para casarnos en un par de ocasiones y al final no hemos seguido adelante", decía. Durante dos décadas, se sintieron casados. "Incluso ella firma como Miranda Iglesias. Y yo como Julio Rijnsburger", bromeaba el cantante. Pero un día cálido y sereno de agosto de 2010, rodeados por sus hijos, decidieron formalizar su relación y se dieron el "sí, quiero" en la parroquia de la Virgen del Carmen, en Marbella, muy cerca de su refugio estival en Ojén. Fue una ceremonia íntima, pero no secreta. No por sorpresa, sino por amor.