Para celebrar su 37 cumpleaños, Miguel Ángel Muñoz ha rescatado una imagen del pasado, en lugar de compartir una actual. Ha tenido esta una gran aceptación por parte de sus seguidores que la han llenado de piropos y comentarios muy cariñosos. “Treinta y siete años y el lunar sigue en el mismo sitio…” escribía el protagonista de Presunto culpable, destacando un detalle de su anatomía que a simple vista no se ve. Se trata de un lunar que tiene en la parte derecha del abdomen y que se aprecia porque la instantánea está tomada en un día de playa cuando era apenas un niño. Añade además Miguel Ángel, además de desearse a sí mismo “feliz cumpleaños”, una referencia al Día de la Independencia americana, que se celebra justo el 4 de julio.
Entre los comentarios que han dejado para el actor, destaca uno, el que ha escrito su novia, la cantante Ana Guerra. La canaria le ha puesto una curiosa y divertida felicitación, haciendo referencia precisamente a ese lunar del que habla el artista. “Y que no se mueva, eh…”. Junto a esta frase el ya característico corazón amarillo que utilizan desde los inicios de su relación (hace casi dos años), que fue el símbolo que dio pistas cuando aún no se había confirmado su noviazgo. La pareja es discreta en cuanto a sus apariciones públicas (si han coincidido en algún evento, no han posado juntos), aunque en sus perfiles sociales sí que intercambian piropos y comentarios. Este es uno más.
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Un confinamiento con su Tata
Igual de tiernas son las palabras que le ha dedicado su Tata Luisa, desde el perfil que abrió el intérprete para ella. “¡Muchas felicidades Miguelito! Esta foto es del año 2001 cuando bailaste en la plaza de España y yo fui a verte… A ver si bailamos hoy un chotis por tu cumple. Te quiero mucho”. Miguel Ángel pasó el confinamiento con su tía abuela a la que adora y con la que hizo un programa virtual, Cuarentata, que fue un auténtico fenómeno, llegando incluso al otro lado del charco. Hablaban de diversos temas, hacían imitaciones, bromas, recibían invitados… una manera de hacer más llevadero el encierro obligado por las condiciones sanitarias.
Sin embargo, con la vuelta a la “nueva normalidad”, el actor tuvo que despedirse de la Tata para retomar sus compromisos profesionales, una separación que fue muy difícil aunque necesaria. Él mismo lo explicó en un mensaje lleno de amor, fiel reflejo de cuánto significa para él su tía abuela, que le crio en su infancia. “Así acabamos los programas de Cuarentata. Emocionados y felices por lo que hemos pasado juntos en estos más de 120 días. La tata me enseñó a planchar, coser, fregar, cuidar de sus plantitas, a tener más paciencia, más aceptación, más fe, a valorar más el flamenco y tantas cosas más (…) Qué suerte la mía por tenerte tan cerca” concluía, definiéndola como “un angelito caído del cielo”. Ahora Miguel Ángel volverá a sus rodajes, mientras su Tata queda al cargo de su cuidadora.
