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"Estoy super contenta, es el mejor cumpleaños que he podido tener, me lo estoy pasando super bien (...). Estoy muy contenta". Con estas palabras resumía hace apenas unas horas Mar Torres cómo estaba viviendo este martes, día en el que ha soplado las 22 velas de su tarta. La joven, que ha pasado el confinamiento en Madrid, viajaba este lunes hasta la Costa del Sol, concretamente a Marbella, por un motivo de peso: la celebración de su cumpleaños.
Curiosamente, la murciana ha hecho el recorrido inverso al de su exnovio Felipe de Marichalar. El hijo de la infanta Elena pasó el confinamiento en la ciudad malagueña y hace solo unos días regresaba a la capital española. Lo hacía con una imagen muy cambiada, dado que había decidido raparse el pelo durante estos meses de cuarentena. Por su parte, Mar Torres llegaba a la Costa del Sol este lunes y rápidamente se unía a su grupo de amigas para disfrutar de una noche de fiesta y celebración que comenzó en el conocido Trocadero y en la que no faltó el brindis por su 22 cumpleaños.
Al día siguiente, el grupo se trasladó a un conocido club marbellí, el Nao Pool, para aprovechar el buen tiempo. Allí la joven lució su espectacular figura enfundada en un bikini negro y bandana estampada de cuadros en el pelo, al tiempo que aprovechó para tomar el sol y bañarse en la piscina. Asimismo, quiso dar las gracias a todos sus seguidores por las felicitaciones recibidas en el día de su cumpleaños.
Mar Torres protagonizaba una suerte de posado veraniego, pero no era el primero que realizaba este año. A principios del mes de junio, la murciana ya sacó del armario la ropa de baño para ir a la piscina acompañada de una amiga. En aquella ocasión, que supuso la inauguración de la temporada de verano por su parte, se trataba de un bikini gris que combinó no con una bandana, sino con unas glamourosas gafas de sol.
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