Will Reeve, hijo de 'Superman', se enfrenta a la pesadilla de muchos en la cuarentena
El actor y corresponsal, hijo de Christopher Reeve, aparece en un programa televisivo ¡sin pantalones!
La cuarentena tiene sus beneficios, como que puedes hacer las videollamadas vistiendo solo camisa y chaqueta y dejándote puestos los pantalones del pijama. Eso sí, como todo lado bueno, también tiene sus riesgos y Will Reeve, el hijo del famoso Superman Christopher Reeve, lo ha demostrado en directo en televisión. El actor y corresponsal del programa Good Morning America hacía este martes una conexión desde su casa luciendo lo que parecía un traje de color gris, pero el plano era más amplio de lo que pensaba y se apreciaba el día a día de tantos y tantos trabajadores: ¡no llevaba pantalones! La pesadilla de muchos en casa, que tienen esta costumbre, pero que el hijo del fallecido intérprete se ha tomado con humor.
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"He llegado de la manera más divertida pero vergonzosa posible", ha escrito Will en una publicación de Twitter. "Queriendo ser eficiente, me preparé para hacer ejercicio después de Good Morning America demasiado pronto esta mañana. El ángulo de la cámara, además de algunos amigos, familia, y varios cientos de desconocidos en internet me han hecho replantearme mi rutina mañanera", comentaba con humor después de haber sido Trending Topic durante varias horas en los Estados Unidos. "Cualquier consejo de estilo de estas personas que llevan cinturón, pantalones y zapatos durante sus videollamadas desde casa es bienvenido. Ahora, a trabajar. Con pantalones", finalizaba.
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Un día después de la polémica conexión en directo, Will continuaba con la broma, hablando con algunos expertos que daban consejos sobre cómo dar mejor aspecto a tus videollamadas y, entre las recomendaciones, no faltaba la de llevar pantalones. Está claro que el corresponsal estadounidense ha sabido tomarse las cosas con humor y promete que a partir de ahora, al menos, tendrá más en cuenta el encuadre de su cámara a la hora de grabarse.
¿Quién es Will Reeve?
A sus 27 años, Will Reeve es el único hijo de Christopher y Dana Reeve, pareja de actores que estuvieron casados desde 1992 hasta el fallecimiento del intérprete que dio vida a Superman hasta en cuadro película de la saga. Tiene dos hermanos mayores por parte de padre, fruto de la relación del artista con Gae Exton. Su madre murió en 2006, solo dos años después de su padre, cuando él era aún menor de edad, a causa de un cáncer. Él ha participado en un par de filmes pero desde hace varios años se dedica sobre todo al periodismo deportivo, además de continuar su trabajo con las organizaciones benéficas creadas por su familia.
El accidente y la muerte de Christopher Reeve
En 2018, el mayor de los hijos del más famoso de los Clark Kents, relató cómo se enteraron su madre, su hermana y él del accidente que había sufrido su padre: "Sabíamos que su vida estaba en juego, así que viajamos hasta allí inmediatamente", recuerda Matthew, cineasta que tiene ahora tiene 40 años. "Su dolencia era una de las más difíciles, en las primeras vértebras del cuello. Era tetrapléjico, necesitaba respiración asistida y cuidado durante las 24 horas del día", añadía.
A través de ejercicio, consiguió recuperar un poco de movimiento en los primeros cinco años tras el accidente. Podía mover el dedo índice, el brazo un poco y, sobre todo, sentía el tacto. En una ocasión movió un poco la pierna durante una sesión de piscina, explicaba hace unos años el hijo del desaparecido actor. Pero no todo eran buenas noticias porque tuvo varias complicaciones que amenazaron su vida: "Un medicamento le hizo entrar en shock anafiláctico. Estuvo tres o cuatro veces clínicamente muerto". Además, tenía ataques de disreflexia autónoma (cuando el sistema nervioso se vuelve excesivamente activo y se dispara la presión sanguínea). En octubre de 2004, tras nueve años tetrapléjico y con el deterioro físico que eso conlleva, le estaban tratando por un problema de hipotensión causado por sepsis cuando tuvo un ataque cardíaco y entró en coma, tras lo que falleció el día 10 de octubre a los 52 años.