Ivanka Trump ha asegurado que está aprovechando el confinamiento para aprender a tocar la guitarra y para leer mitología griega y romana. "Supongo que estoy haciendo lo mismo que la mayoría de los padres de nuestro país", dijo la primera hija del presidente de Estados Unidos hace unos días en una entrevista a Yahoo Finance. Su comentario desató la furia en las redes sociales, donde muchos le han recordado que la pandemia de coronavirus está destrozando millones de puestos de trabajo y hogares.
Lauren Santo Domingo, una de las mujeres más influyentes de Nueva York, fue una de esas voces críticas. Quizá la voz más fuerte, ya que entre sus seguidores en Twitter e Instagram se encuentran multimillonarios, celebridades de Hollywood, directores de periódicos, editores de moda y princesas. "¿Se trata de una sátira? Sinceramente, no puedo decir nada más", escribió en su cuenta de esa red social.
No es la primera vez que Lauren Santo Domingo, nombrada como 'la nueva señora Astor de la Quinta Avenida', se pronuncia en contra de los Trump. De hecho, la mayoría de sus opiniones en Twitter son críticas en lo referente a la gestión del presidente de Estados Unidos y al estilo de vida de su familia. Hace unos días, Politico publicó un reportaje que sugería que Jared Kushner, marido de Ivanka Trump, podría convertirse en "una figura esencial en la lucha nacional contra la pandemia del coronavirus". Santo Domingo resumió su parecer en cuatro palabras: "Todos vamos a morir".
En ocasiones, la socialité y fundadora de la exitosa plataforma de venta de moda de lujo online Moda Operandi, interpela directamente a Ivanka. En 2018, la hija del presidente quiso celebrar el Día del Trabajo con el siguiente mensaje: "En el #LaborDay honramos a los trabajadores estadounidenses, del pasado y del presente, quien construyeron este gran país y celebramos el éxito de mucha gente (¡un récord de 156 millones!) que forma parte de la fuerza de trabajo de EEUU". Santo Domingo le respondió: "En el Día del Trabajo honramos a los niños separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México y que permanecen bajo custodia del gobierno (¡un récord de 497!)".
Cuando Trump nombró a su hija asesora de la Casa Blanca en materia de empleo y emprendimiento, Santo Domingo afirmó: "Al igual que sus esposas trofeo, también tiene asesoras trofeo. Con él, las mujeres honradas e inteligentes no tienen necesidad de postulares a un puesto". Por el momento, Ivanka ha guardado silencio. A diferencia de su padre, nunca contraataca o responde a sus adversarios.
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Pero lo cierto es que hubo un tiempo en que Lauren e Ivanka era amigas. Muy amigas. Íntimas. Antes de que el magnate inmobiliario llegara a la Casa Blanca, parecían destinadas a compartir el trono de Nueva York: vivían en el Upper East Side, eran el objetivo preferido de los paparazzi y dos figuras imprescindibles dentro del elitista circuito de desfiles y galas benéficas. En 2005, por ejemplo, fueron anfitrionas de la cena anual para recaudar fondos para el Museo Americano de Historia Natural. La hija de Trump incluso asistió a la boda de Lauren con el multimillonario colombiano Andrés Santo Domingo, celebrada en Cartagena de Indias en 2008.
Amantes de la moda y con muchas amigas en común
Ambas mujeres comparten gustos en materia de moda -desde Carolina Herrera hasta Oscar de la Renta-; maquilladora -la mexicana Alexa Rodulfo-; y hasta amigas. La supermodelo Karlie Kloss, que está casada con Joshua Kushner, cuñado de Ivanka, forma parte de la pandilla de Santo Domingo. Pero eso no parece ser suficiente para limar las asperezas entre la 'princesa republicana' y la activista demócrata.
Todos dan por hecho que cuando Donald Trump termine su mandato (este o el siguiente), la primera hija de América y su marido dejarán Washington D.C. y volverán a Manhattan. “La pregunta no es si ocurrirá, sino cuándo”, dice la prensa neoyorquina. El matrimonio Kushner tiene un apartamento en la Torre Trump de Park Avenue. Lauren Santo Domingo vive en Gramercy Park, a nueve minutos de allí. Solo cuatro kilómetros las separarán. Cuatro kilómetros que garantizarán una tregua en la guerra que mantiene en vilo a Nueva York.
