Lauren Santo Domingo, la reina de la sociedad de Nueva York conquista Hollywood

Fue la anfitriona de una cena en Los Ángeles en honor de la diseñadora colombiana Johanna Ortiz. Entre las invitadas, Nicky Hiton, Sofía Vergara, Kate Hudson y Molly Sims

Por Martín Bianchi

Cuatro mil kilómetros separan Nueva York de Los Ángeles. La Gran Manzana y la ciudad de los sueños son dos mundos opuestos, cada uno con su propio ecosistema social. Pero Lauren Santo Domingo amenaza con convertirse en la primera reina de ambas costas.

Hace unos días, Santo Domingo, cofundadora de Moda Operandi y mujer de Andrés Santo Domingo, ofreció una cena en West Hollywood en honor de la diseñadora colombiana Johanna Ortiz. Y algunas de las mujeres más influyentes de Los Ángeles no quisieron faltar a la velada en San Vicente Bungalows, el nuevo club privado de moda en “Tinsel Town” y punto de reunión de popes del cine como Steven Spielberg o Bradley Cooper.

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Lauren logró reunir en el San Vicente a divas como Sofía Vergara, Kate Hudson o Molly Sims. Tampoco faltaron Nicky Hilton o Rachel Zoe, la estilista de estrellas como Demi Moore, Anne Hathaway, Eva Mendes o Liv Tyler. Todas ellas lucieron diseños de la invitada de honor de la noche, que ha creado una colección cápsula para Moda Operandi.

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Johanna Ortiz se ha convertido en una de las creadoras más influyentes de Estados Unidos. Comenzó su carrera en la moda en el Art Institute of Fort Lauderdale y luego realizó una especialidad en Parsons School en Nueva York, la escuela que ha formado a grandes como Donna Karan, Marc Jacobs, Tom Ford  y Alexander Wang.

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Hace unos años, Lauren Santo Domingo, que siempre está promoviendo la moda colombiana, se fijó en Johanna y le propuso vender sus colecciones en Moda Operandi. Gracias a ese respaldo, algunas de las grandes damas del Upper East Side de Manhattan comenzaron a vestirse con los trajes femeninos de Ortiz. El año pasado, la mismísima Anna Wintour, la todopoderosa editora de Vogue en Estados Unidos, la llamó para que vistiera a Amal Clooney. El resto es historia de la moda.