)
El dueño de Asos, Anders Holch Povlsen, y su familia sufrieron un durísimo golpe hace un año, cuando perdieron a tres de sus cuatro hijos en los atentados de Sri Lanka perpetrados el Domingo de Pascua. "Es completamente incomprensible lo que ha ocurrido", dijo entonces el empresario danés al tiempo que mostraba una gran fortaleza. "Lo superaremos juntos", añadió, refiriéndose a su mujer Anne y su hija Astrid, la única que logró sobrevivir. Tras esta tragedia, la familia se ha convertido en noticia por la llegada al mundo de dos niñas, que no llenarán el vacío que dejaron sus hermanos -Alma, Agnes y Alfred, de 15 años, 12 y cinco, respectivamente-, pero sí devolverán las sonrisas al hogar del hombre más rico de su país, con una fortuna que se calcula en 7.000 millones de euros, según datos de la revista Forbes.
“Este miércoles 11 de marzo, Anders Hols Povlsen y su esposa, Anne Storm-Pedersen, han sido padres de dos perfectas gemelas después de un buen embarazo y un parto sin complicaciones. La familia está indescriptiblemente contenta tanto por la llegada de estos dos pequeños milagros a los que están deseando conocer como porque ellas suponen un motivo de alegría y de reafirmación de la vida para nuestra familia”, dice el breve escrito con el que han dado a conocer de forma oficial la noticia y que han hecho llegar al diario danés Jylland Posten.
A pesar de ser la persona más rica de Dinamarca y una de las mayores fortunas de Europa, Anders Holch Povlsen lleva una vida muy discreta junto a su mujer, a quien conoció cuando entró a formar parte de la empresa como directora de ventas y con quien vive en un castillo neoclásico, en Aarhus, la segunda ciudad danesa. La pareja siempre ha sido muy protectora con sus hijos, de quienes era difícil encontrar imágenes hasta los trágicos hechos que acabaron con la vida de tres de ellos.
La Familia Real danesa se volcó en el funeral de Alma, Agnes y Alfred para arropar tanto al matrimonio como a la única hija superviviente, Astrid, quien lanzó globos de colores en memoria de sus hermanos. De hecho, durante el servicio religioso se pudo ver a Mary de Dinamarca consolando a su hija, la princesa Isabella.
Un mes después de la tragedia y, a pesar de la gran pena que sentían por lo ocurrido, los dueños de Asos publicaban una emotiva carta para dar las gracias por el cariño recibido. "Dentro de nuestra inmensa tristeza, estamos especialmente agradecidos al hecho de que aún tenemos junto a nosotros a nuestra querida hija, Astrid. La amada memoria de nuestros tres niños, sus maravillosos espíritus y sus almas estarán siempre en nuestros corazones", podía leerse.
)
)
)
)
)
)
)
