Bailes hasta el amanecer y un cambio de vestido: la divertida fiesta de boda de Alexandra Pereira

Tras la romántica ceremonia, los novios y los invitados lo celebraron por todo lo alto

Por hola.com
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¡Ya son marido y mujer! Alexandra Pereira, más conocida como Lovely Pepa, y Ghassan Fallaha se dieron el 'sí quiero' en una romántica ceremonia civil celebrada este sábado en la finca madrileña del Mentidero de la Villa. Tras meses de preparativos, todo salió tal y como la bloguera había planeado. Del brazo de su padre y con un elegante diseño de Santos Costura, una firma muy especial para ella ya que es amiga íntima de su fundador, Santos López, la novia deslumbró ante los invitados, entre los que se encontraba influencers como Laura Escanes, Carla Hinojosa o Paula Ordovás. Pero después de una buena dosis de romanticismo, llegaba el momento de desmelenarse en una fiesta para el recuerdo que muchos de los presentes se han encargado de inmortalizar en sus redes sociales.

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Después de un cóctel para ir abriendo boca, una espectacular carpa decorada con luces y un gran estanque en medio albergaba el banquete, que no tardó en convertirse en toda una fiesta en la que los novios acabaron a hombros de los invitados. Con el estómago lleno, nada mejor que mover el esqueleto y es lo que hicieron tanto la bloguera y el empresario, que ejercieron de perfectos anfitriones abriendo el baile como es tradición con un romántico vals y también llevando el ritmo a una pista de baile que se animaba más y más según pasaba la noche. 

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Pero la fiesta aún deparaba más sorpresas. Ya en la zona habilitada para bailar hasta la madrugada, Alexandra Pereira sorprendió con otro vestido, también blanco y de largo, pero en esta ocasión con tirantes finos que se cruzaban en la espalda. Había llegado el momento de darlo todo en la pista, y para ello nada mejor que música en directo y fantásticos DJs, como Cori Matius, para que la fiesta no decaiga ni un solo segundo.Ha sido el colofón perfecto a unas celebraciones que comenzaron la noche del viernes con una preboda en un lujoso hotel madrileño con la que tanto los invitados como los novios calentaron motores para el gran día.