Las sorpresas no dejan de sucederse en Superviventes. Las discusiones y nuevas alianzas están a la orden del día y los últimos acontecimientos apuntan a un acercamiento de posturas entre Isabel Pantoja y Mónica Hoyos, cuando hace apenas unos días las cosas parecían estar más tensas que nunca entre ellas. El desencadenante han sido los continuos desencuentros acontecidos con Nicolás Vallejo-Nágera en apenas pocas horas. Si bien el primero de ellos tenía su foco en el fuego y una cerilla, el más reciente se produjo porque la peruana no tenía hueco en la tienda de campaña que construyeron a la hora de irse a dormir. Unos motivos que la han hecho alejarse del que hasta ahora había sido uno de sus principales apoyos y encontrar refugio al lado de la tonadillera y de Chelo García Cortés.
Todo comenzaba cuando, al caer la noche y avecinarse una tormenta, la ex de Carlos Lozano acudió a resguardarse en la tienda de campaña que habían improvisado poco antes. Sin embargo, no solo no encontró sitio donde meterse sino que también se llevó una gran regañina por parte del empresario por haberle despertado. Desolada, finalmente durmió a la intemperie y a la mañana siguiente recriminó su comportamiento a sus compañeros. "A ver si podemos solucionar esto porque tienen que caber todas las esterillas", comenzaba pidiendo un poco de comprensión. A pesar de que Omar Montes le ofreció parte de su sitio, su gesto no hizo otra cosa que enfurecerla aún más, argumentando que ella tenía el mismo derecho que todos a tener un espacio propio.
Una tensa conversación en la que también intervino la interprete de Marinero de Luces, que no tuvo más remedio que darle la razón a la antigua azafata de El precio justo. "Hay que cambiar eso sí o sí porque ahí tienen que dormir cuatro personas y tienen que caber todos", sentenció. Pero la auténtica sorpresa llegaba instantes después, Mónica se desahogaba con la artista y con Chelo y no dudaron en invitarla a que durmiera con ellas en la parte superior de la caseta. "Te vuelvo a repetir que arriba tienes sitio perfectamente", le recordó muy amablemente Isabel mientras tendía un puente entre ellas.
Pero este no es el único aspecto de la convivencia en el que coinciden las tres concursantes. Así, en una conversación privada y alejadas del resto del grupo, la periodista hacía gala de ser fuerte e independiente y de no necesitar a ninguno de sus compañeros a la hora de pescar o encender un fuego. "Esto es como en la prehistoria, el hombre va a pescar y las mujeres cocinan. Yo no necesito a un hombre para sobrevivir", afirmaba indignada. Un planteamiento que todas compartían mientras demostraban que también podían hacer una hoguera ante la ausencia del resto del equipo, no sin antes lanzar un dardo envenenado a Nicolás por parte de la colaboradora de Sálvame: "Yo no soy como Paulina Rubio". De esta manera, las féminas acercaban posturas dando lugar a una nueva alianza que la cantante y la presentadora sellaron cantando y con un abrazo en la playa.
