La doble celebración de Ana Boyer junto a su hermana Tamara Falcó en Doha

La familia tiene varios motivos de alegría: el cumpleaños de Fernando Verdasco y el bebé que esperan para abril de 2019

Por hola.com

Tamara Falcó no se perdió el cumpleaños de su cuñado, Fernando Verdasco, en Doha (Qatar). Esta visita llenó de alegría tanto al tenista como a su hermana, Ana Boyer, que tienen muchos motivos de celebración. El feliz matrimonio espera su primer hijo para el mes de abril y desde entonces todo han sido festejos en la familia. "Qué felicidad tu visita!!!", decía Ana Boyer en redes junto a una preciosa foto abrazada a su hermana Tamara en pleno desierto de Qatar. Juntas posaron juntos a los monolitos East-West/West-East del escultor Richard Serra, ubicados en la reserva natural de Brouq, que se extiende hasta el mar.

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Ana Boyer y Tamara Falcó siempre han estado muy unidas y el hecho de que la hija menor de Isabel Preysler pase largas temporadas en Qatar, donde tiene fijada su residencia junto a Verdasco, hace cada vez que se vean sea un motivo de inmesa alegría. Tamara, nada más enterarse de que su hermana pequeña esperaba un bebé, compartió con sus seguidores un texto lleno de sentimiento. ""No me puedo creer que hace nada la tenía a ella en brazos y ahora va a ser mamá” ponía, añadiendo las etiquetas “so happy” (muy feliz) y “love you” (te quiero). 

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Juntas han disfrutado de las maravillas y atractivos turísticos de la ciudad con el resto de la familia Verdasco. Con motivo del 35 cumpleaños del jugador el pasado 15 de noviembre, el último antes de ser papá, disfrutaron de un día de playa en un entorno paradisíaco o de un paseo en dromedario por el desierto.

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El próximo 7 de de diciembre se cumple un año de la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco. Tamara tuvo un especial protagonismo en el enlace. Además de ser testigo de la boda, fue la “executive wedding planner’” para que todo luciera perfecto en el gran día. Tal y como se pudo ver en la revista ¡HOLA!, la pareja contrajo matrimonio en una pequeña iglesia de bambú al borde del mar en la isla de Mustique, un escenario mágico testigo del acontecimiento del año.