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Está en plena promoción de su último trabajo La reina pez, un disco que llega con material inédito. La cantante Vega lanzó este LP el 13 de abril, una fecha muy esperada por sus incondicionales que no escuchaban sus nuevas creaciones desde 2013, cuando se publicó Wolverines –el pasado año editó Non ho l’età que era de versiones y trabajó con otros artistas-. Y es precisamente en esta gira promocional y en sus diversos eventos en los que la intérprete ha estado acompañada por una “aspirante” a artista muy especial. Teniendo el inmenso talento de la intérprete gallega al lado no es de extrañar que algo de interés haya heredado.
Se trata por supuesto de su hija Noa, una preciosidad de casi dos años (los cumple este verano), con enormes y curiosos ojos oscuros. Acompaña a su mamá en las sesiones de grabación, en viajes y en citas como una en la que Vega, con su inseparable guitarra, iba a tocar alguno de sus temas. Fue entonces cuando su “pececillo”, así la ha bautizado, se decidió a darle unos toques a las cuerdas de su instrumento, un simpático momento que ha mostrado la artista en redes. Noa baila mientras suenan los primeros acordes del ensayo, y entonces se acerca y rasga las cuerdas, mientras su madre la regaña con cariño: “Tú no puedes tocar y ¡menos con las manos llenas de grasa y de patatas!”. Un tierno instante lleno de amor, que muestra la faceta más personal de la cantante que ha convertido a su niña en protagonista de algunas de sus publicaciones. ¿Quién no caería rendido a esa mirada traviesa?
Después de ti y Sally son los primeros cortes de esa “reina pez” que trae de nuevo el personal sello de Vega a los escenarios. En estos años de silencio ha colaborado con otros artistas, ha hecho un disco de versiones y se ha centrado en su faceta familiar. El 13 de mayo de 2014 se casó con José María Rivera en la Ribeira Sacra y dos años después daban la bienvenida a su primera hija, Noa, un bombón que se ha convertido en la reina de la casa.
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