Tras su separación en diciembre de 2017, Pepe Navarro y Lorena Aznar han librado una batalla en los tribunales que ya tiene su veredicto. Tal y como ha informado el periodista Antonio Rossi en El Programa de Ana Rosa, el juez ha permitido la venta del piso "antes del juicio que tienen pendiente en un par de meses para la disolución del matrimonio", añadiendo que ya existiría una persona interesada en adquirir este lujoso ático valorado en más de un millón de euros: "Pepe Navarro ya tiene un comprador y el permiso del juez para vender su piso".
El exmatrimonio se encontraba en los Juzgados de Familia de la capital el pasado 2 de marzo después de que Navarro solicitase a la madre de sus dos hijos pequeños que abandonase con ellos el domicilio familiar para poder vender el inmueble y saldar la deuda hipotecaria que tiene con una entidad bancaria, algo a lo que ella se negó.
Lorena solicitaba al presentador una vivienda, pero la alternativa de Pepe pasaba por aportar entre 1.000 y 1.200 euros para un alquiler mensual. Navarro "se declara un ciudadano jubilado que no puede hacer frente a las pretensiones de su mujer" al considerarlas "inalcanzables", publicaba Diez Minutos al respecto. Tras meses intentando llegar a un acuerdo, el creador del mítico programa Esta noche cruzamos el Mississippi presentó una demanda contra su exmujer con el fin de que fuese el juez quien decidiese.
La noticia de su separación saltó a los medios el pasado mes de diciembre. La pareja tomaba la decisión conjunta de poner punto final a su matrimonio después de más de una década de unión y dos hijos en común, Layla (2006) y Darco (2011). Una noticia que llegó poco tiempo después del revuelo sobre la paternidad del hijo de Ivonne Reyes tras la demanda interpuesta por la hija de Pepe Navarro y Eva Zaldívar contra la venezolana.
La historia de amor del presentador y Lorena Aznar, que en la actualidad trabaja como maestra de inglés en un colegio público de la localidad madrileña de Majadahonda, comenzó en 2004 y culminó en boda en el año 2008. La ceremonia civil se celebró en Ibiza, concretamente en la casa que el presentador posee en la isla, cuyo valor ascendería a más de ocho millones de euros.
