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¡Al fútbol, mejor en pareja! Eso es lo que deberion pensar Isabel Preysler y Ana Boyer, que no dudaron en animar al Real Madrid desde las gradas junto a sus respectivos enamorados, Mario Vargas Llosa y Fernando Verdasco. Madre e hija disfrutaron del partido de cuartos de final de la Champions desde uno de los palcos del Santiago Bernabéu, como se observa en estas imágenes. Los cuatro sufrieron muchísimo durante el encuentro y solo respiraron tranquilos cuando Cristiano Ronaldo anotó de penalti el gol de la victoria frente a la Juventus.
Isabel y Mario han regresado a Madrid después de sumar una nueva parada a su particular "vuelta al mundo". El pasado 24 de marzo, la pareja viajó a la histórica Salzburgo, la ciudad natal de Mozart, para disfrutar de una inolvidable noche en la ópera. A la eterna pregunta sobre su boda con el escritor, Isabel aseguró recientemente que ya se sienten casados, para añadir, con mucho humor: "Además, también se lo puedo pedir yo, ¿por qué no?".
Ana y Fernando, por su parte, también han regresado a Madrid tras pasar la Semana Santa en Las Bahamas, tal y como reflejan las imágenes que han compartido en sus respectivas cuentas de las redes sociales. El matrimonio, siempre de aeropuerto en aeropuerto, continúa con su periplo por los torneos más importantes del mundo. Como en una eterna luna de miel, inseparables, enamorados y siempre con su maleta a cuestas, su última cita con el tenis les ha llevado hasta Houston, Texas.
Ana y Fernando se dieron el 'sí, quiero' el 7 de diciembre de 2017 en la paradisíaca isla de Mustique, en el Caribe. "Esperamos ser una pareja superfeliz y unida para el resto de nuestras vidas", aseguran los felices novios tras la boda. Tan sólo hubo un ausente destacado al enlace y ese no fue otro que Enrique Iglesias, hermano de la novia, que en aquel momento estaba a punto de convertirse en padre por primera vez. Días después nacieron sus mellizos, fruto de la relación que mantiene con la tenista Anna Kournikova.
Cuando no viajan, Ana y Fernando disfrutan de su vida en Doha. Allí tiene establecida su residencia el tenista, ya que posee una magnítica casa cerca del desierto, y desde los inicios de su noviazgo la hija de Isabel Preysler tuvo claro que le acompañaría allá donde él fuera.
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