Mario Vargas Llosa cumple 81 años en Perú junto a Isabel Preysler

El Nobel ha soplado las velas en Arequipa, su ciudad natal, al lado de la mujer de su vida

Por hola.com

En su tierra y con Isabel Preysler. ¿Qué más puede pedir? Mario Vargas Llosa ha disfrutado de un cumpleaños único en Arequipa, su ciudad natal. El Nobel comenzó su día donando 7.000 ejemplares de su biblioteca personal, entre libros y revistas, al centro cultural que se creó en la casa donde nació. Después, almorzó con Isabel en uno de sus establecimientos favoritos, la picantería La Nuevo Palomino, en el barrio arequipeño de Yanahuara.

El escritor, que ha sido recibido con honores en su ciudad natal, mostró todo su apoyo a las víctimas de las inundaciones que estos días han azotado Lima y que se han cobrado la cifra de al menos 90 víctimas. "Es una experiencia que ha servido para mostrar la extraordinaria solidaridad y la gran movilización del país entero", declaró.

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Isabel y Mario llegaron a Perú el pasado sábado, procedentes de Bogotá, Colombia, donde protagonizaron la brillante inaugaración de la nueva tienda de Porcelanosa. Nada más aterrizar, la pareja se reencontró con el mayor de los tres hijos del escritor, Álvaro Vargas Llosa, en un conocido restaurante de Lima. Tras el almuerzo, Isabel se dirigió al hotel, mientras que el escritor se reunía con su hija Morgana, una imagen que publica la revista ¡HOLA! de esta semana y que puede interpretarse como una reconciliación, después de que Morgana se posicionara a favor de su madre, Patricia Llosa, en el proceso de separación de sus padres. 

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La pareja ha celebrado el 81 cumpleaños del escritor entre rumores de boda. Sin embargo, tal y como ha declarado Isabel a ¡HOLA!, "no tenemos ninguna prisa". "Estamos fantásticamente bien como estamos. Somos muy felices así y, por el momento y a estas alturas de la vida, no vemos la necesidad de cambiar nuestra situación", ha explicado. 

En ¡HOLA!, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, como en una luna de miel en Colombia

Isabel Preysler, embajadora de Porcelanosa en la inauguración de su nueva tienda en Bogotá

“El ritmo de viajes que llevamos es tremendo. El año pasado decíamos que habíamos pasado más tiempo en el aire que en tierra: lo decíamos en broma, pero yo creo que era ¡casi verdad!”, ha comentado. Pero los kilómetros pesan menos si viajan juntos porque, según ha dicho, "cada viaje con Mario es una luna de miel".