Este sábado, el primogénito de Ana Patricia Botín y Guillermo Morenés, Felipe Morenés Botín, y Julia Puig contraerán matrimonio en la localidad cántabra de Carriazo. Se trata de un enlace que tendrá lugar en la Iglesia de San Martín de la misma localidad y que unirá a dos importantes familias: los Botín y los Puig.
A pesar de que se conocen desde la infancia, no fue hasta hace unos meses cuando surgió su amor. La pareja tiene previsto darse el “sí, quiero” en una discreta ceremonia como caracteriza a la familia Botín, por lo que pocos detalles han trascendido del enlace.
Según apunta la revista Vanity Fair, los novios estarán rodeados de su entorno más íntimo, “alrededor de 90 invitados” y el banquete contará con la firma del cocinero Paco Roncero, reconocido internacionalmente y que cuenta en su haber con dos estrellas Michelín. Se servirá en la finca familiar de la localidad de Puente San Miguel, al igual que ocurrió el año pasado cuando se casaba, Tatiana Shin Botín -nieta del fallecido Emilio Botín e hija de Carolina Botín O’Shea y Christian Shin-, con Alex Stamatiadis. En aquella ocasión, la celebración también estuvo envuelta en la discreción.
Felipe Morenés pertenece a la nueva generación de los miembros de la familia Botín que se dedica a las finanzas. Cuenta con un brillante currículum, cursó estudios de Política Económica en la Universidad estadounidense de Georgetown y actualmente trabaja en el fondo de inversiones Lone Star. Además, el nieto mayor del fallecido Emilio Botín es aficionado al polo y al golf.
Por su parte, la novia pertenece a la familia Puig, que gestiona la compañía multinacional española del sector de los perfumes. Julia Puig estudió Dirección de Empresas y cuenta con un Máster en Finanzas por ESADE. Forma parte del equipo de trabajo de la compañía Opportunity Network donde es Jefa Comercial. Poco se sabe de esta joven, poco amiga de los actos públicos, y que destaca por su discreción. Sin embargo, en 2004 participó en el tradicional Baile de los Debutantes que todos los años se celebra en París. El secreto mejor guardado de la boda, el vestido de la novia, es un auténtico misterio como la mayoría de detalles de la celebración, pero parece que Julia Puig habría confiado en Carolina Herrera para el gran día.
