El nombre de Isabel Preysler ocupa de nuevo esta semana el centro de atención. No tiene que ver en este caso con su relación con el Nobel Mario Vargas Llosa, sino que se ha mencionado en una información relativa al reparto de la herencia del exministro de Economía, Miguel Boyer. Tal y como publicaba OK Diario, los hijos del exministro, de su unión con la doctora Elena Arnedo, estaban pensando en presentar una demanda contra Isabel para exigir la parte de la herencia paterna, que sigue sin repartirse un año y medio después de su fallecimiento. En otras informaciones, señala el diario ABC, se apuntaba a que la fortuna de Boyer podría ser considerable y se cuestionaba si Miguel y Laura Boyer tendrían derecho a la casa de Puerta de Hierro en la que ahora viven Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Se decía también que podrían reclamar una colección de libros y algunas obras de arte de herencia familiar.
A la luz de estas informaciones, señala Beatriz Cortázar en el diario ABC, Isabel Preysler ha aclarado algunos puntos a través de su abogado Javier Ruiz, que ha calificado de “informaciones falsas e insidiosas” muchas de las cosas que se han publicado en los medios. Beatriz dice que, en palabras de Ruiz, y por encargo de Isabel, “muchas acusaciones que le adjudican a Preysler, como que hizo todo lo posible por romper los vínculos de Miguel con sus hijos de su primer matrimonio o que pretendió que la abultada factura del hospital de Boyer la abonaran sus hijos, son totalmente falsos”.
Ruiz deja constancia, escribe Beatriz Cortázar, de que “es injurioso decir que Isabel Preysler se haya negado a repartir la herencia de Boyer con sus hijos, pues todos los trámites para el inventario, evaluación y partición de la herencia están siendo realizados por el albacea, contador y partidor designado en su testamento, ya que esa fue la voluntad del esposo de mi cliente”. Subraya Ruiz que “los hijos (Laura y Miguel Boyer) siempre han tenido las puertas de la casa abiertas para comprobar y examinar los bienes de su padre y así lo han realizado, incluso acompañados por abogados y técnicos expertos”.
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El abogado explica a ABC que Miguel Boyer dejó escrito en su testamento que su hermano, Christian Boyer, fuera el albacea de sus bienes, “a quien otorgó un plazo de 60 meses para hacer las operaciones de división e inventario”. De ahí que año y medio después de la muerte del político no se haya producido aún ese reparto. Según dice el letrado, “el matrimonio tenía separación de bienes y no ha habido que hacer liquidación de gananciales”. Aclara que la propiedad de Puerta del Hierro “siempre he tenido entendido que es de Isabel Preysler” y explica que, una vez que el albacea realice el inventario, “el segundo paso es contratar a técnicos expertos para que valoren los bienes, ya sean propiedades, antigüedades, objetos personales y hasta libros”.
Javier Ruiz insiste en que los hijos del exministro han podido ir a casa de Isabel acompañados de unos técnicos y un abogado. “No se ha negado la entrada a nadie” asegura a ABC, que añade que ahora es cuestión de que el albacea quiera apurar estos 60 meses para hacer el reparto de los bienes de Boyer, un hombre que, en palabras del letrado, tenía “su gran pasión en los libros”. Por eso no sería descartable, y a la vista del poco valor que los libros tiene en el mercado de segunda mano, que los herederos decidieran donar a algún organismo la biblioteca del ministro al completo.
