Los 1000 primeros días de vida del bebé son importantes para definir su salud en el futuro. Desde el inicio podemos ayudar al bebé a tener un mejor estado de salud en el futuro y a prevenir enfermedades. Durante este periodo es muy importante fijarse en el desarrollo del sistema inmunitario, ya que es el encargado de defender y proteger nuestro cuerpo de una amplia variedad de agentes externos patógenos (dañinos) que nos rodean.
¿Qué es el sistema inmunitario y cuando se empieza a desarrollar?
Es un conjunto de células y órganos, que mediante diversos mecanismos, protegen al cuerpo de las infecciones. Durante el primer año de vida, el sistema inmunitario del bebé está todavía en proceso de maduración. Esto le hace estar menos preparado que los adultos para combatir las posibles infecciones. Además es importante señalar que el órgano inmunitario más importante y grande del organismo es el intestino. Por tanto el intestino y su flora intestinal son claves a la hora de hablar del sistema inmunitario.
¿Cómo ayuda la leche materna a proteger a tu bebé?
Los bebés alimentados con leche materna son menos propensos a sufrir infecciones respiratorias, hipertensión arterial, dislipemias, diabetes y obesidad infantil y también se ha visto que la lactancia materna previene enfermedades en la infancia como las infecciones gastrointestinales, de oído y respiratorias. También contribuye a proteger a tu bebé frente a alergias (eccema primero y después alergias respiratorias como el asma). Además, estos beneficios van más allá en el tiempo, incluso cuando se inicia la alimentación complementaria.
¿Qué componentes de la leche materna ayudan a proteger a tu bebé?
A través de la lactancia materna compartes parte de tus defensas inmunes con tu bebé en forma de anticuerpos, entre otros factores “inmunes” que contiene la leche materna. Esto es bueno para tu bebé ya que sus defensas naturales no están aun totalmente formadas y entrenadas al nacer. Entre otros factores protectores, la leche humana contiene probióticos activos (bifodobacterias y lactobacilos), importantes para el desarrollo de una flora intestinal saludable y el sistema inmunitario. La lactancia materna es por ello un paso esencial para el desarrollo y refuerzo de la inmunidad natural de tu bebé.
¿Cómo ayuda la leche materna al desarrollo de tu bebé?
La leche materna contiene todos los nutrientes, proteínas, lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales que tu bebé necesita para un buen crecimiento y desarrollo, en la cantidad exacta requerida para su edad. La composición de la leche materna cambia y se adapta a las necesidades de los bebés a los largo de su desarrollo. Por ejemplo, la leche materna aporta ácidos grasos esenciales como el ALA, importante para el desarrollo cerebral de tu bebé. Además le aporta otras vitaminas y minerales como el hierro, zinc y vitaminas A y C que ayudan al refuerzo de su sistema inmunitario. Además, hay evidencias científicas que sugieren que la lactancia materna parece estar asociada con un medible beneficio sobre el desarrollo cognitivo o cerebral que persiste en la edad adulta.
Los científicos creen que esto puede deberse a que además de ciertos componentes de la leche materna, como el ALA (omega 3) que son importantes para el desarrollo cerebral del bebé, la unión madre-hijo es más fuerte durante la lactancia materna que durante la alimentación con biberón y esto es una condición para el bienestar emocional, conocido por favorecer las habilidades del aprendizaje.
En el caso de que no puedas o no quieras dar el pecho, consulta siempre con tu profesional de la salud acerca de la mejor leche infantil para tu bebé en función de sus necesidades.
NOTA IMPORTANTE: La leche materna es la mejor para los bebés. Antes de utilizar una fórmula infantil conviene consultar a tu profesional de la salud.