Solo han pasado dos años desde que Iván Rakitic y la Raquel Mauri se prometieron (por primera vez) amor eterno en el Ayuntamiento de Sevilla, en una ceremonia civil oficiada por Juan Ignacio Zoido. Sin embargo, el futbolista y la sevillana están deseando darse el “sí, quiero” ante los ojos de Dios, por lo que están preparando una romántica boda religiosa para este verano.
Así lo contó la propia pareja el último desfile de Pronovias, firma que vestirá a una novia que parece tener las ideas muy claras: “Desde el primer momento me enamoré de mi vestido y la idea no cambió… Es un secreto, pero es una mezcla rarita la tengo”, contó Raquel durante el desfile.
Mucho ha cambiado la vida de esta pareja desde que se anunció el pasado verano el fichaje millonario del croata por el Fútbol Club Barcelona, lo que obligó a la familia a dejar la ciudad hispalense –donde vive la familia de ella, donde se enamoraron y en donde nació su primera hija, Althea- para instalarse en la Ciudad Condal.
- Iván Rakitic, el nuevo fichaje del Barça, disfruta de la playa con su familia
- Los 'nuevos fichajes' de la liga de WAG's en el Barça
“Ha sido un cambio grande porque es diferente, pero muy bien, nosotros nos adaptamos a todo”, contó Raquel. Algo que confirmó Iván: “Lo más importante es que estamos contentos porque estamos juntos, el lugar ya lo arreglamos juntos porque somos una pareja muy joven, alegre y en cualquier lado nos hacemos nuestro rollo”.
Sin desvelar muchos detalles más sobre el gran día, Iván y Raquel se mostraron muy ilusionados y con ganas de repetir la experiencia de la boda, pero esta vez en el altar y ante la presencia de su hija. Una pequeña que se ha convertido en la alegría de ambos y ha hecho que el croata-suizo de 27 años sea en todo un padrazo, al que la vida le sonríe tanto en lo personal, como en lo profesional.
