Familiares y amigos han llorado la pérdida del humorista Pedro Reyes, fallecido de manera inesperada en la madrugada del miércoles 25 de marzo en Valencia, a los 53 años. Los restos del actor fueron trasladados al tanatorio Mémora Valencia hasta el que se acercaron sus allegados para darle un último adiós.
Se vivieron entonces escenas de mucho dolor, sobre todo cuando los que se acercaron a dar el pésame abrazaban a la novia de Reyes, Gemma Fuster, que no podía contener las lágrimas. Los que tantas veces se rieron con él tienen en la memoria su buen humor y esa capacidad que tenía para sacar una sonrisa hasta al más serio. Seguro.
Arropando a la familia se pudo ver además a un buen amigo y además compañero en el "oficio de la comedia". Josema Yuste estaba interpretando con Reyes la obra Taxi, en el Teatro Alameda de Málaga, un montaje que se queda huérfano. Precisamente este próximo fin de semana eran las últimas funciones de la obra en la que participaba además Felisuco, pero el teatro ha decidido suspenderlas tras la triste noticia.
Esta la comunicaba otro gran humorista y buen amigo de Reyes, Pablo Carbonell, a través de las redes sociales. Hoy precisamente Pablo le dedica unas emotivas palabras en un artículo en el diario El país, en el que recuerda cómo empezó su carrera con él. “Caminamos muchos kilómetros juntos. Dormimos muchas veces a la intemperie abrigados por el sueño de alcanzar las estrellas. Hoy él se ha ido hacia allí. Sin despedirse de nadie, sin nada en las manos, con su imaginación y su mirada intacta. Gracias Pedro. Te lo debo todo”.
