Alejandra Rivas, la más guapa de los fogones de Jordi Roca

Casados desde hace dos años, como no podía ser de otro modo el repostero encontró el amor en la cocina familiar

Por hola.com

“Es una pastelera con una creatividad innata, alegre y divertida. Me gusta”, esto fue lo primero que pensó Jordi Roca cuando conoció a Alejandra Rivas, una mexicana de penetrantes ojos, con una belleza que salta a la vista y una fotogenia propia de una modelo. El mejor repostero del mundo -o “postrero” como él se define- encontró en ella a su media naranja y acaban de cumplir los dos años de casados.

 


 

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Una foto publicada por Ale Rivas (@alerivasg) el Abr 4, 2013 at 5:20 PDT

 

 



Él se crió entre los fogones del restaurante familiar El Celler de Can Roca, así que no es de extrañar que el lugar que tantas alegrías le ha dado, fuera también en sitió en el que conocería a la mujer de su vida. Con 27 años Alejandra había terminado sus estudios en una escuela de cocina mexicana y su buen hacer le proporcionó una beca para trabajar España. Así fue como, tras un periodo con Martín Berasategui, desembarcó en el Celler donde estuvo un año realizando unas practicas que le cambiaron la vida para siempre cuando se enamoró del pequeño de la familia Roca.

Tras dos años de relación, Alejandra y Jordi decidieron casarse el 28 de octubre de 2012 en un enlace que el especial de cocina de ¡HOLA! describió como “La boda más dulce” y que se tuvo lugar en una bella masía a las afueras de Girona. Si el escenario era perfecto, la novia tampoco dejó indiferente a nadie con un traje de Rosa Clará con el que lucía impresionante. El banquete, como no podía ser de otro modo, salió del restaurante familiar y los postres del imaginario de unos novios que gracias a la repostería encontraron el amor.

 


 

 

Una foto publicada por Ale Rivas (@alerivasg) el Nov 11, 2012 at 10:33 PDT

 



Actualmente Alejandra - una gran aficionada a viajar y que cuando se quita la chaquetilla de trabajo deja ver un gran gusto por la moda- está al frente de la heladería Rocambolesc. Un proyecto que surgió de la voluntad de Jordi Roca de recuperar el tradicional carro de los postres que había antaño en el restaurante familiar y que actualmente es lo más parecido a un viaje por la fábrica de Willy Wonka.

 


 

 

Una foto publicada por @rocambolesc el Mar 3, 2013 at 3:58 PDT

 



La vida en común por la que apostaron cada día tiene más éxito, pues si los triunfos de Jordi Roca son los más conocidos entre el público, Alejandra Rivas es la muestra de que detrás de un gran hombre, siempre hay un gran mujer. En su currículum destacan -además de una potente educación gastronómica- la autoría de los postres del prestigioso restaurante mexicano Pujol o algunos talleres y ponencias a nivel internacional. Un tándem de lujo que demuestran que la pastelería, igual que el amor, no tiene límites.