Alquilar un apartamento: como en casa, de vacaciones

Contratar una casa suele ser más barato y cómodo que acudir a un hotel. La OCU recomienda una serie de pautas para que el bolsillo no empañe el descanso de verano

Por hola.com

Llegan las vacaciones y con ellas las ganas de descanso. Pero para que el tiempo de desconectar sea realmente agradable, el bolsillo no ha de sufrir en el camino. Alquilar un apartamento o una casa de vacaciones es una alternativa más económica que el hotel, y también resulta más cómodo, sobre todo si se viaja en familia, según recomienda la OCU.

Contratar un apartamento de vacaciones tiene indudables ventajas. por una parte, sale más barato, no sólo el alojamiento, sino que estar en una casa o apartamento permite "ahorrar" y recortar la cuenta de gastos. Además, es posible invitar a amigos o familiares a alojarse con nosotros, siempre que no se supere la ocupación prevista, y por último, se está como en casa. Pero a veces se producen problemas. El principal motivo por el que los consumidores se quejan o tramitan reclamaciones sobre apartamentos alquilados es la falta de correspondencia entre el inmueble descrito y la realidad, la ubicación inexacta, el mobiliario y electrodomésticos en mal estado y la falta de higiene. Por ello, la OCU recomienda seguir una serie de pautas para tener en cuenta antes de firmar el contrato, en el momento de entrega de las llaves y si se producen problemas durante la estancia.

Lo primero es informarse bien. Como la falta de correspondencia entre la realidad y lo esperado es la fuente de muchos problemas, la clave está en cerciorarse antes de nada de que la vivienda se ajusta a lo prometido. Lo ideal es visitar antes el apartamento que quieres alquila. Si no es posible visitar la vivienda o apartamento, que indudablemente es lo más aconsejable, se puede pedir al arrendador o a la agencia un dossier fotográfico en el que aparezcan las principales estancias, accesos y vistas, así como los servicios complementarios con los que cuenta: piscina, jardín, etc. También hay que cerciorarse bien de la ubicación exacta: comprobar la distancia real de la vivienda con los puntos de interés: playa, restaurantes, centro histórico, etc. Y siempre hay que asegurarse del estado de conservación del mobiliario y electrodomésticos.

Negociación de las condiciones
Una vez que se ha decidido por una vivienda en concreto, se puede negociar con el propietario o la inmobiliaria el precio y las condiciones. Si se llega a un acuerdo, siempre hay firmar un contrato. Antes de firmarlo, es muy importante revisarlo y leerlo detenidamente.

Otro punto sensible suele ser el de la señal. Es normal que el propietario o la agencia inmobiliaria pidan una señal para garantizar la reserva del piso en las fechas acordadas: esa suma será descontada del total a pagar por la estancia. La cifra que se establezca como señal puede representar entre el 20 y el 30% del precio acordado. Con estas cinco pautas, todo quedará claro y bien reflejado en un papel:

- Es importante hacer constar en el contrato el importe de la señal.
- Se puede negociar la posibilidad de cancelar la reserva sin gastos en un plazo determinado en el caso de que haga la reserva con mucho tiempo de antelación. En caso de cancelación a última hora es habitual que el arrendador se quede con el importe de la señal como compensación.
- Para evitar conflictos y saber a qué atenerte, hay que establecer el momento a partir del cual la cancelación de la reserva implica la pérdida de la señal entregada.
- Siempre pedir un justificante del pago, y conservarlo.
- También hay que comprobar que la persona que firma en el recibí o es beneficiaria de la transferencia mediante la que paga la señal, es quien figura en el contrato como arrendador en calidad de propietario o mediador en caso de tratarse de una inmobiliaria.

En alquileres de una o dos quincenas no siempre se exige una fianza para hacer frente a posibles daños que pudieran causar los inquilinos en la vivienda, pero a veces sí se hace. Si se pide fianza, hay que exigir que se detalle claramente el concepto y las condiciones de su aplicación, también se prevea su devolución.

El inventario y las llaves
Es habitual que en el contrato de alquiler se indique que se entrega el apartamento en perfecto estado de uso y mobiliario. A veces también se entrega un inventario en el que se detallan los muebles y enseres con los que el piso está equipado, así como el estado en que se encuentran.

No es aconsejable firmar el contrato ni el inventario antes de comprobarlo: si no hay ninguna objeción, con la firma se estará dando conformidad a lo que consta en ese inventario. El consejo de la OCU es que, una vez en la casa, se verifique que lo que se indica en la lista está efectivamente en la vivienda, y se compruebe el estado en el que se encuentra. En ese momento sí se puede firmar el inventario haciendo constar las deficiencias encontradas, si es que hay alguna, o dando conformidad. 

Una vez de acuerdo, el inquilino tendrá que pagar lo pactado por el alquiler descontando la señal entregada, y el arrendador le entregará las llaves del apartamento.