En estos momentos de angustiosa espera para los más impacientes, la Duquesa de Cambridge se mantiene tranquila, prueba de ello es que este martes se la ha visto recogiendo al príncipe George de sus clases de natación en el Palacio de Buckingham. La esposa del príncipe Guillermo iba conduciendo su propio coche y estaba acompañada de personal de seguridad. Se cree que hace varios días que la Duquesa ha salido de cuentas y que los médicos no querrán esperar demasiado tiempo antes de inducir el parto.
Esta última noticia se suma al dulce desayuno que los Duques de Cambridge han enviado a los entusiastas admiradores que acampan desde hace ya varios días en la famosa ala Lindo del hospital St Mary, en Paddington, a la espera del nacimiento de su segundo hijo. “Vieron por televisión que estaban acampados y querían obsequiarles con un desayuno”, ha confirmado un portavoz del Palacio de Kensington.
El príncipe Guillermo y la duquesa Catherine, de soltera Kate Middleton, han querido tener una atención para con sus sufridores seguidores a los que han mandado a primera hora de la mañana unos ricos cruasanes, pastas de mantequilla y humeantes café y té de una tienda local. Las cajas tea-box estaban empaquetadas con un lazo rosa, en el que algunos han visto una señal del sexo del bebé, aunque los Duques siempre han insistido en que no saben si esperan un niño o niña.