¿Has sufrido alguna vez la influencia de una relación tóxica?

A veces, los vínculos afectivos en la pareja son dañinos para nuestro estado de ánimo y afectan a la autoestima, hablamos con un experto para conocer qué podemos hacer

por Gtresonline
Relaciones tóxicas

Las relaciones humanas, ese conjunto de interacciones que tienen lugar entre personas que pertenecen a una sociedad, son más que necesarias. Los seres humanos somos individuos sociales, compartimos y creamos vínculos con aquellos que nos resultan afines o que, por cuestiones asociadas al ámbito familiar, no podemos evitar. Nuestra calidad de vida depende, en parte, de cuidarlas y mantenerlas. 

Sin embargo, existen situaciones, sujetos y relaciones que perjudican nuestro estado de ánimo y terminan por afectar a nuestra autoestima. Algo que resulta más evidente en el terreno de las relaciones sentimentales de pareja. Sobre ello hablamos con Eduardo Torres, el psicólogo y director de la Unidad de terapia familiar del Instituto Centta (www.centta.es)

Lo tóxico entendido como endogamia

Lo primero que el experto quiere aclarar es que no existen personas tóxicas sino relaciones tóxicas. "El problema es la relación no la persona. Aunque sí es cierto que hay quien es más propenso a tener funcionamientos que responden a este código". El experto identifica la toxicidad con un vínculo dañino fruto de la endogamia, que se manifiesta en dos tipos de comportamiento en el entorno de la pareja. Por un lado, los basados en lo que llama la "complementariedad rígida", por la cual cada miembro adopta un rol diferente quedando uno por encima del otro. Por otro, los basados en la lucha de poder. Ambos representan relaciones rígidas, posesivas y organizadas en torno a una concepción errónea de lo que es el amor. En el seno de este tipo de vínculos afectivos es donde la persona puede aceptar o no esa dinámica.

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Situaciones en las que uno de los miembros de la pareja tiene problemas afectivos o ha experimentado momentos de abandono durante su infancia o adolescencia pueden ser responsables de esta concepción errónea de amor, pues se trata de una consecuencia directa de cómo aprendió a relacionarse. 

Tender a sistemas dependientemente abiertos

"La mayor cura de los sistemas cerrados es poder abrirlos, traicionar el mito de que si se abre una relación se acaba", recalca el especialista. La paradoja de nuestro tiempo es que vivimos en una sociedad "que dice que huyamos de relaciones dependientes” y se trata de una visión desacertada, tal y como expresa Torres. "Es un error conceptual. La independencia consiste en tener muchas dependencias, porque en el fondo somos seres relacionales". El experto explica que el mayor factor de protección con el que contamos es esa red de apoyo, de la que dependemos. 

Cómo afrontar una relación tóxica

"Qué necesita cada uno y qué os pide la relación" son dos de las cuestiones clave que, en primer lugar, deberían compartirse en pareja para enfrentarse a la situación. Aunque sería ideal poder mantener una conversación que lo solucionara, no siempre es posible arreglarlo con comunicación, "a veces es mejor cortar y alejarse, pero este caso podría acabar siendo mucho más traumático e implicar un mayor trabajo posterior", concluye el psicólogo. Además, añade, que es importante que quienes manifiesten funcionamientos considerados tóxicos, acudan a un profesional que les ayude a volver a encontrar el equilibrio emocional. El trabajo terapéutico es la base para reconducir estas conductas.