No hay nada como una pizza casera de principio a fin, desde la masa, a la salsa de tomate y por supuesto, la cobertura y el horneado. Es mucho más fácil y rápido de lo que parece. Lo mejor es que de una vez puedes hacer varias masas y congelarlas y la salsa de tomate también la puedes empotar. Te proponemos una pizza casera con tomate fresco, aceitunas y rúcula para chuparse los dedos.
Para la masa:
- 20 g de Levadura fresca
- 1 cucharadita de Azúcar blanca
- 1 cucharada de Leche
- 70 ml de Agua
- 230 g de Harina
- Sal
- 4 cs de Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa de tomate:
- 8 Tomates maduros
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de Ajo
- 1 ramillete de Albahaca
- 1 cucharadita de Orégano
- Sal
Para la cobertura:
- Salsa de tomate
- 1 bola de Queso mozzarella
- 150 g de Queso semicurado rallado
- 50 g de Pimiento rojo
- Cebolla morada media
- 10 ud de Tomates cherry
- 1 puñado de Aceitunas negras sin hueso
- 1 puñado de Rúcula
LA MASA:
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1.
Para hacer esta pizza casera con tomate fresco, aceitunas y rúcula, lo primero que tenemos que hacer es elaborar la masa. Comenzaremos por hacer un fermento rápido. Para ello, mezclamos en un bol la levadura fresca desmigada, el azúcar, la leche tibia y el agua también tibia (si está caliente matará a la levadura y si está fría no le permitirá actuar). Mezclamos bien para que se disuelva y dejamos reposar durante 15 minutos. Sabremos que ha comenzado a fermentar cuando aparezcan burbujas en la superficie.
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2.
En un bol, ponemos la harina tamizada e incorporamos la sal. Mezclamos ligeramente y le damos forma de volcán.
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3.
Echamos dentro el aceite de oliva virgen extra y el fermento.
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4.
Vamos mezclando para que la harina se integre con el resto de los ingredientes.
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5.
Comenzamos a amasar, primero dentro del bol y luego ya sobre la encimera, ligeramente enharinada.
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6.
Amasamos hasta obtener una masa homogénea, lisa y suave, que ya no se pegue en los dedos.
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7.
Formamos una bola y colocamos en un bol, cubierto con un paño.
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8.
Dejamos reposar para que crezca durante 40 minutos más o menos. Sabremos que está lista porque habrá duplicado su volumen.
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9.
Pasado este tiempo la desgasificamos apretándola con los dedos y haciendo un par de movimientos de amasado y dejamos reposar de nuevo 5 minutos.
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10.
Estira sobre la encimera, enharinada, hasta alcanzar el diámetro y espesor deseados. Puedes hacerlo con las manos o con un rodillo.
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1.
Lavamos y rallamos los tomates, desechando la piel.
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2.
Pelamos los tomates con la ayuda de un pelador de filo estriado o bien escaldándolos y trituramos con el vaso de la batidora. No es necesario reducirlos a un puré fino simplemente triturarlos un poco. Si lo prefieres, también puedes rallar el tomate.
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3.
Acerca una sartén al fuego con un hilito de aceite de oliva virgen extra y cocina el ajo bien picadito a fuego suave, para que no se queme.
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4.
Cuando haya tomado un poco de color añade el tomate, la albahaca fresca picada y el orégano.
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5.
Cocina a fuego medio hasta que la salsa haya reducido y esté bien espesa. Al final, pon a punto de sal y corrige la acidez con una pizca de azúcar sólo si fuera necesario.
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6.
Lo ideal es tener preparada con antelación la salsa de tomate. Se puede preparar una buena cantidad de salsa y después hacer conservas con ella. ¡Así siempre tendremos salsa de tomate casera a mano!
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1.
Una vez estirada la pizza con la forma que más nos guste, redonda, alargada o cuadrada, como las hacen en Roma, repartimos por encima la salsa de tomate, sin llegar hasta los bordes.
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2.
Cortamos en rodajas finas la mozzarella y la repartimos por encima de la pizza. Cubrimos con el queso rallado. Colocamos también por encima el pimiento rojo partido en trozos y la cebolla en aros finos.
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3.
Precalentamos el horno a máxima potencia durante 15 minutos. Cuando el horno ya esté caliente, metemos la pizza y horneamos con calor arriba y abajo durante 5 minutos.
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4.
Pasado este tiempo sacamos la pizza y repartimos por encima los tomates cherry partidos en rodajas y las aceitunas negras en aritos.
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5.
Volvemos a meter en el horno y horneamos durante 4 o 5 minutos más.
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1.
Servimos nuestra pizza casera con tomate fresco, aceitunas y rúcula inmediatamente, con la rúcola por encima. Terminamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
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