Nadie diría, solo con oírla hablar, que Isabel Jiménez es andaluza. Quizá, su modulada voz de presentadora de Informativos Telecinco ha hecho que pierda la cadencia típica de los almerienses. Quizá, los años que lleva viviendo fuera de su tierra natal han hecho que pierda el acento. Pero Almería siempre está en su corazón y en su horizonte. Allí regresa la periodista cada Navidad, cada verano y siempre que tiene una oportunidad, para reencontrarse con sus raíces, su familia y sus rincones secretos.
—Isabel, ¿cuándo dejaste de vivir en Almería?
—Muy pronto, a los dieciocho años. Parece mentira, pero ya llevo más tiempo viviendo fuera.
—Te lo habrán dicho millones de veces, pero no tienes nada de acento…
—Bueno, algo me sale cuando me paso allí varias semanas. Pero es algo que hago de forma natural, tanto una cosa como la otra.
—¿Toda tu familia, tus padres, hermanos… siguen viviendo allí?
—Menos mi hermano, que vive en Madrid, mis padres, mi abuela y, de momento, mi hermana, sí.
—¿Cuándo sueles viajar a tu tierra?
—En Navidades siempre, un mes mínimo en verano y un fin de semana cada tanto, cuando llevamos mucho tiempo sin ir.
—¿Qué es lo que te hace sentirte más orgullosa de ser almeriense?
—Todo. Es mi tierra, mi gente, donde están mi familia y mis amigas, donde crecí, donde aprendí a enfrentarme a la vida. Y que es una tierra maravillosa con muchos contrastes, con unas playas espectaculares y una gastronomía con un producto increíble.
—¿Cuál es el mejor plan para ti cuando estás allí?
—Tengo dos vidas muy distintas dependiendo del momento. Si no es verano, salgo poco de la ciudad y del centro. Me encanta visitar el mercado, tomar el aperitivo en alguno de los bares de siempre, cenar con mis amigas… Y en verano no suelo pisar la ciudad y estoy prácticamente todo el tiempo en modo playa, de un sitio a otro, porque me encanta moverme.
—El rincón de Almería al que siempre regresas…
—Mi visita obligada siempre es al mar, da igual donde esté, en la ciudad, en la zona en la que veraneo o en el Cabo de Gata.
—El lugar más especial para ti…
—Diría muchísimos, pero yo creo que el parque natural de Cabo de Gata tiene una energía muy especial.
—¿La sorpresa inesperada que aguarda al que visite por primera vez Almería?
—Lo majos que somos, eso lo primero. Pero yo creo que somos la gran desconocida de este país, cada vez menos, eso es verdad, pero poca gente se espera ese tipo de playas tan salvajes, ese contraste de desierto y mar, los pueblos que mantienen su esencia, la zona de la sierra y los pueblos de interior con un paisaje maravilloso.
—Tu playa favorita para ir en verano…
—Cualquiera del parque natural, pero mis preferidas son cala Rajá o la calita del Playazo de Rodalquilar, la Fabriquilla… También la Isleta del Moro, una muy pequeñita cerca de Agua Amarga.
—Sueles salir a navegar en barco, buceas…
—Siempre llevamos las gafas y el tubo en el coche... Y navegar, de vez en cuando, con amigos o con los chicos de Alojamientos El Velero. Lo que hago casi a diario es paddle surf.
—Cuando regresas en invierno, ¿disfrutas de tu tierra igual que en verano?
—Igual. Son planes muy diferentes, más de reencuentros, del centro de la ciudad, de barecitos, de paseos...
—¿Cuáles son tus mejores recuerdos de la infancia o de la adolescencia?
—Hay muchos, pero me quedaría con el primer viaje con mis amigas en coche, nada más terminar la Selectividad. Yo tenía el carnet desde hacía semanas y lo estrenamos en nuestra primera escapada larga fuera de casa, que fue a Los Escullos, en el parque natural. Además, con mis amigas de siempre, desde los tres años, y con las que me sigo escapando de vez en cuando.
—¿Y de tu vida adulta?
—Cada Navidad. Es el momento de los reencuentros, de pasear y encontrarte a unos y otros, ir de cervezas por el centro, pasar una tarde con un grupo flamenco… Las comidas y las cenas eternas en familia y con amigos.
—Recientemente, incluso viajaste allí con tu mejor amiga, Sara Carbonero, para hacer el shooting de vuestra última campaña de Slowlove…
—Fue una maravilla llevar allí a todo el equipo, enseñarle mis rincones, pueblos tan bonitos como San José, la Isleta del Moro, las playas, las salinas... Me hicieron un regalo, la verdad, haciendo allí la sesión de la campaña.
Su ruta imprescindible y guía de estilo para viajar a Almería en verano
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