Saborear una horchata artesanal, comer en una barraca, asistir a una partida de pelota valenciana en un trinquet o tomar el esmorzaret en un mercado modernista. Guía de planes Unique (uniquevalencia.com) para sentirte un auténtico valenciano.
DAR UN PASEO EN UNA BARCA POR LA ALBUFERA Y COMER EN UNA BARRACA
Solo unos pocos kilómetros separan Valencia de la Albufera, uno de los más valiosos espacios naturales mediterráneos. Para disfrutar de este humedal de agua dulce a dos pasos del mar hay que subirse a una barca en El Saler y dar un paseo observando a las miles de aves que nidifican o han encontrado su hogar en él. La guinda después de navegar por los canales que comunican con el lago es desembarcar a orillas de una barraca y degustar un arroz cultivado en estas aguas. Los paseos los organiza Visit Albufera (visitalbufera.com) y pueden acabar en el embarcadero del restaurante Nou Racó (nouraco.com), rodeados de un entorno único.
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TOMAR UNA HORCHATA EN UN MERCADO MODERNISTA (EL DE COLÓN)
Desde 1949 lleva la horchatería Daniel elaborando artesanalmente la bebida valenciana más tradicional, al frente de la cual se encuentra la tercera generación de esta empresa familiar nacida en Alboraya. La misma que degustaron personajes ilustres como Salvador Dalí o Rafael Alberti la podemos probar en el modernista Mercado de Colón. Líquida, granizada, mixta o sin azúcar, cada uno a su gusto, pero siempre elaborada con la chufa valenciana y acompañada del dulce más típico, los auténticos fartons.
ALQUILAR UNA EMBARCACIÓN EN LA MARINA
Contemplar la fachada marítima de Valencia es tan fácil como alquilar un barco en la Marina y salir a navegar. En Alfa Náutica (alfanautica.es) ofrecen todo tipo de experiencias para disfrutar del mar, desde barcos para 6 personas donde tú serás el capitán (1 hora, desde 100 €), porque no se necesita ninguna titulación, a otros con patrón en los que no tendrás que preocuparte de nada (2 horas, 250 €, hasta 7 personas). Más especial es hacer una salida en velero para pasar un día diferente con tu grupo de amigos o familia (50 € por persona, con servicio de bebidas). Para otros momentos, hay motos de agua, banana boat y todo tipo de juguetes acuáticos.
Desembarcar junto al emblemático edificio de Vels i Vents y saborear una paella en su arrocería La Marítima (veleseventsvalencia.es/la-maritima), o en el restaurante gastronómico La Sucursal (restaurantelasucursal.com), situado en el ático y con vistas privilegiadas, es el mejor punto y final a una jornada en el mar.
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VER UNA COMPETICIÓN DE PILOTA EN UN TRINQUET
La pilota es un deporte tradicional que forma parte de la cultura valenciana y hoy sigue practicándose. Tiene lugar en un trinquet, una cancha cerrada, y enfrenta en una partida a dos equipos, que lanzan la pelota contra sus paredes y la golpean de vuelta con la mano. En el mismo centro de Valencia se encuentra uno de los trinquets más emblemáticos, está en la calle Pelayo y su historia se remonta a 1868, donde se siguen celebrando campeonatos. Si no coincide ninguna partida, siempre podemos ver la catedral de la escola i corda (la modalidad reina de la pelota valenciana) desde la grada y después quedarnos a comer en su restaurante (pelayogastrotrinquet.es).
DEGUSTAR BOMBETAS Y PETARDOS (DE CHOCOLATE)
A simple vista parecen bombones, pero son ¡bombetas de cazalla! y Utopik (utopik.es) las vende por cajas en su tienda de la calle Matías Perelló, 14. Un dulce de lo más divertido para quienes les gustan las sensaciones fuertes y explotar todos los sentidos. De la mano de sus propietarios, Paco Llopis y su mujer Juana Rojas, apasionados por el chocolate, no solo han salido tabletas de los sabores más inesperados, también petardos, bengalas o masclets emulando la afición valenciana por la pirotecnia.
COMER EN UN RESTAURANTE CON 2 SOLES REPSOL
El buen hacer de Saiti (saiti.es) se nota nada más cruzar la puerta del número 4 de la calle Reina Germana. Un pequeño local que propone una auténtica experiencia gastronómica de la mano de Vicente Patiño. Sus propuestas se basan en la tradición, en el respeto por la materia prima y los puntos de cocción. Pero a ello suma el excelente servicio de sala y la presentación de sus modernas e innovadoras creaciones. El resultado es un acierto que la guía Repsol ha reconocido con 2 soles y que podemos disfrutar a un precio asequible, con menús desde 39 a 85 €. El maridaje, al nivel de los platos.
ASISTIR A UN CONCIERTO EN EL PALAU DE LAS ARTES
En el antiguo cauce del río Turia se levantan, rodeados de jardines, los blancos edificios salidos de la imaginación del arquitecto valenciano Santiago Calatrava que conforman ese gran complejo de ocio y cultura que es la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Una de esas obras vanguardistas es el Palau de les Arts Reina Sofía, que ofrece una extensa programación en sus cuatro grandes salas, desde ópera a conciertos, representaciones de ballet y otro grandes espectáculos teatrales y musicales. Las entradas para esta temporada, desde 5 € (lesarts.com).
DESCUBRIR RUZAFA, EL BARRIO DE MODA
En su día era el barrio árabe, hoy Ruzafa es un barrio multicultural que sigue teniendo ese poso de pueblo, con su propio mercado incluso, cuya modernidad le ha llegado por los nuevos restaurantes, librerías, galerías o tiendas de artistas y artesanos locales que han ido abriendo en él. En el número 5 de la calle Mestre Josep Serrano descubrimos Canalla Bistró, el restaurante más ecléctico del chef valenciano Ricard Camarena, que propone un viaje gastronómico por el mundo. En él podemos saborear desde un sándwich de Pastrami como si estuviéramos en el Lower East Side de Nueva York o una causa limeña o un niguiri de anguila ahumada en un local desenfadado de ambiente urbano y cosmopolita (canallabistro.com).
DE SHOPPING ‘MADE IN VALENCIA’
En cualquier ruta urbana que se plantee por Valencia resulta obligado una jornada de shopping. En busca de tiendas diferentes que solo puedes encontrar en esta ciudad, la ruta comienza en Poppyns (poppyns.com), un gran espacio de cuidado interiorismo en la calle Isabel la Católica, en el que además de encontrar ropa de las marcas más top, joyas de fabricación artesanal, artículos de papelería o piezas de cerámica, también puedes tomarte un café en su cafetería o en su terraza interior, asistir a algún taller o a un concierto. El recorrido llevará después a Original CV (originalcv.es), que ocupa la farmacia más antigua de la ciudad, frente al Mercado Central; bajo su artesonado techo, aceites, mermeladas y hasta concentrado de horchata para elaborar en casa, productos delicatessen made in Valencia. Artesanales son los abanicos que Vicente Benlloch, la tercera generación de una familia de artesanos valencianos, pinta a mano y a la vista en su tienda Abanicos Vibenca (abanicosvibenca.es), en la plaza Lope de Vega. Y para los interesados en la alta joyería, también las piezas personalizadas que Vicente Gracia (vicentegraciajoyas.com) vende en su taller y tienda de la calle de La Paz a una clientela nacional e internacional, entre la que se encuentra la misma Reina Sofía o las actrices Andie McDowell y Daryl Hannah.
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TOMAR EL ESMORZARET EN EL MERCADO CENTRAL
Aunque se haya desayunado, en Valencia existe la costumbre de esmorzar, que es como llaman por aquí al almuerzo de media mañana, y que, para muchos, es más que un simple refrigerio. Un buen lugar para entregarse a ello es Central Bar (ricardcamarena.com/restaurant/central-bar), en el Mercado Central. Entre el bullicio de los puestos del mercado de esta joya modernista, otra de las propuestas gastronómicas del reconocido chef Ricard Camarena en la ciudad. En su carta, tapas frías y calientes, como los buñuelos de bacalao o unas deliciosas flores de calabacín, y bocadillos tan apetecibles como el Mary, relleno de sepia con allioli.
UN SESIÓN DE SPA FRENTE AL MAR
El histórico balneario Las Arenas, levantado en 1898 en la playa del mismo nombre, sigue siendo, tras más de cien años, todo un referente, no solo por su belleza arquitectónica, también como hotel de lujo. No hace falta estar alojado en una de las exquisitas habitaciones de este cinco estellas para relajarse en su spa, que propone un viaje de sensaciones en un entorno evocador y relajante concebido para el bienestar. Cuenta con un circuito de hidroterapia, con camas de burbujas, cascadas, piscina activa, jacuzzi interior y exterior y hasta un jardín de sensaciones para tomar el sol, que podemos disfrutar desde 27 € (90’). Pero, además, todo tipo de tratamientos de salud y belleza y terapias exclusivas. Todo muy mediterráneo.