El Pirineo de Huesca tiene enamorado a José Luis Martínez-Almeida, y hasta allí ha vuelto a escaparse este fin de semana, junto a su mujer y un grupo de amigos, para disfrutar de lo que él mismo ha definido como “la mejor desconexión del año”. No es una elección casual: rodeado de cumbres imponentes, este rincón, a poco más de 100 kilómetros de la capital oscense, es un destino excepcional para alejarse del ajetreo navideño de la ciudad y sumergirse en la serenidad de la montaña.
No es la primera vez que el alcalde de Madrid y su mujer eligen Huesca para desconectar. La última vez fue en noviembre de 2024, antes de convertirse en padres de Lucas, que se quedó en casa en esta ocasión. La pareja pasó entonces un fin de semana en el Parque Natural de los Valles Occidentales, durante el que hizo una excursión al ibón de Estanés. “Es un sitio extraordinario”, dijeron tras pasar unos días haciendo rutas por la naturaleza y probando los sabores de la tierra.
En esta ocasión, el lugar elegido ha sido el valle de Benasque, a los pies del Parque Natural Posets-Maladeta, un privilegiado entorno que combina paisaje, tradición y una oferta turística que seduce a los amantes de la naturaleza. Sus pueblos de piedra, su gastronomía de montaña y su privilegiado entorno explican por qué se ha convertido en el escenario perfecto para una escapada revitalizante.
Al valle de Benasque le da nombre un encantador pueblo de montaña, uno de los más bonitos de España, que ejerce como centro neurálgico de la zona, una villa que ha sabido conservar su encanto rural auténtico, pese a recibir miles de visitantes atraídos por la aventura y la alta montaña. En su casco histórico, especialmente en el entorno de la iglesia de Santa María la Mayor y la calle Mayor, se conservan ejemplos de casonas ganaderas pirenaicas y palacetes de la nobleza local: casa Berot, Faure Sort...
Entre sus construcciones destaca el palacio de los Condes de Ribagorza, un edificio renacentista que hoy acoge actividades culturales, y Casa Juste, con su torre almenada. Grandes portalones de sillería, escudos nobiliarios, trabajos de forja y curiosos trucadores recuerdan el pasado ganadero y próspero de Benasque, hoy convertido en uno de los grandes centros vacacionales del Pirineo aragonés.
En la antigua casa forestal, a 1 kilómetro del pueblo por la carretera de Anciles se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Natural de Posets-Maladeta, creado para proteger el macizo más alto de la cordillera. En su interior, una exposición y un audiovisual ilustran sobre los valores naturales de este espacio protegido con varias cumbres de 3000 metros, como el Aneto, los últimos restos de glaciares de España y casi un centenar de ibones, los lagos de origen glaciar.
¿QUÉ ACTIVIDADES PUEDES HACER EN BENASQUE?
Tras recorrer unos kilómetros, un desvío conduce hacia la estación invernal de Cerler, el resort con algunas de las mejores vistas del Pirineo aragonés. Con alrededor de 80 kilómetros de pistas para todos los niveles, Cerler destaca por sus largos descensos azules en la zona de Cota 2000, ideales para esquiadores que buscan disfrutar de la montaña con tranquilidad. La estación es muy recomendable para esquiadores y snowboarders con nivel medio y avanzado.
Los amantes del freeride encuentran terreno desafiante en las pistas negras del Gallinero, la cota más alta de la estación (2630 m), donde es posible descender por laderas de nieve virgen sin pasar por las pistas principales.
A orillas del río Ésera, un ensanchamiento natural del valle revela uno de los rincones más encantadores del Pirineo: los Llanos del Hospital. Este paraje es perfecto para quienes quieran iniciar excursiones con raquetas de nieve o ascensiones hacia el refugio de la Renclusa, el Plan d’Estan y otros puntos destacados del parque natural.
El nombre del lugar recuerda un antiguo hospital que acogía a viajeros y peregrinos, reemplazado hoy por un moderno hotel de montaña. Además, la zona cuenta con una estación de esquí nórdico con casi 30 kilómetros de circuitos divididos en tres itinerarios de distinta dificultad (llanosdelhospital.com). Su orientación norte y la cercanía a las cumbres más altas del Pirineo aseguran excelentes espesores de nieve durante gran parte de la temporada.
Numerosas empresas de turismo activo proponen actividades invernales en el valle para todos los gustos y niveles, como la Escuela de Esquí y Snowboard Valle Benás (escuelaesquivb.com). Sleds (sledscerler) ofrece excursiones en moto de nieve y cuenta con un circuito cerrado de 12 kilómetros para principiantes, y Solomonte (solomonte.com), recorridos con raquetas de nieve. También en la zona operan Tryton (tryton.es) y Esera Aventura (eseraventura.com), especializadas en múltiples actividades para disfrutar del valle desde otras perspectivas.
LOS OTROS PUEBLOS DEL VALLE
Después de la actividad, es hora de visitar los pequeños pueblos del valle de Benasque que han sobrevivido al empuje de la modernidad y conservan buenos ejemplos de arquitectura pirenaica y templos románicos, como Anciles, Sesué, Eresué, Urmella –con un monasterio del siglo XI en ruinas– o Sahún. Cercano a este último, en un espectacular emplazamiento, puede verse también el santuario de Guayente, que tiene su origen en una leyenda local.
¿DÓNDE COMER EN EL VALLE DE BENASQUE?
A unos 8 kilómetros de Benasque, en el pueblo de Vilanova está el hotel y restaurante Casa Arcas (hotelcasaarcas.com), la apuesta de alta cocina de Ainhoa Lozano y David Beltrán, discípulos de Martín Berasategui, que han logrado su primera estrella Michelin y un Sol de la Guía Repsol con un restaurante que combina la tradición aragonesa con guiños contemporáneos. Tres menús degustación para degustar una carta que se nutre del entorno: truchas, setas, caza menor y hortalizas de la propia huerta.
Desde 1984 lleva el restaurante Ansils (restauranteansils.com), de Anciles, ofreciendo platos inspirados en la tradición del Pirineo con un toque moderno, un buen hacer que se ha visto también reconocido con una estrella Michelin. Y medio siglo, La Parrilla (laparrillabenasque.es), un pequeño local de Benasque con decoración de montaña donde se sirven recetas tradicionales con toques modernos.
DÓNDE DORMIR
En Benasque, las mejores opciones para alojarte son Aneto (sommoshoteles.com), un cuatro estrellas confortable y de diseño en el centro de la villa; y el hotel de montaña Ciria (hotelciria.com), con habitaciones modernas y rústicas, algunas dúplex abuhardilladas. A solo unos pasos de la estación de esquí de Cerler, está el acogedor hotel Casa Cornel (casacornel.com) y junto a la de esquí nórdico Llanos del Hospital, Hospital de Benasque (llanosdelhospital.com).













