Riga es el escenario principal de una visita de Estado muy esperada, la de Federico X y la reina Mary, cuya presencia añade un toque de sofisticación a una ciudad que ya brilla por su arquitectura art nouveau, su rica historia y su vibrante escena cultural. Te invitamos a descubrir los lugares que los monarcas visitarán y muchos otros de la todavía gran desconocida capital de Letonia, una joya del Báltico.
© Igor Groshev - stock.adobe.comCASTILLO DE RIGA
Situado a orillas del río Daugava, este imponente castillo medieval es la residencia oficial del presidente de Letonia y el lugar donde tendrá lugar el banquete de Estado que se ofrecerá en honor a los monarcas daneses. Siglos de arquitectura y tradición tiene a sus espaldas esta construcción del siglo XIV donde la historia se respira en cada torre. Algunas zonas están reservadas para uso oficial, pero otras se pueden recorrer con visitas guiadas que descubren sus patios históricos, salones ceremoniales y exposiciones temporales que narran la historia de Riga y de toda Letonia.
© Alamy Stock PhotoMUSEO NACIONAL DE ARTE DE LETONIA
La Academia Letona de Cultura, ubicada en la antigua fábrica de tabaco Tabakas Fabrika, también está incluida en la agenda oficial de Federico y Mary, pero no está abierta al público, porque es una institución educativa, sí el Museo Nacional de Arte, donde asistirán a la recepción con la que cerrarán su visita de Estado. El museo más importante del país abre sus puertas en la plaza Jaņa Rozentāla, junto al parque Esplanade, y alberga la mayor y más diversa colección de obras de arte, que incluye desde retratos clásicos del siglo XVIII hasta el audaz modernismo del siglo XX. Desde su renovación cuenta con una extensión subterránea, un luminoso atrio central y una azotea a la que se puede subir para admirar las vistas al horizonte de la ciudad (lnmm.gov.lv).
© Anna Lurye - stock.adobe.comDISTRITO DEL ART NOUVEAU
Con más de 800 edificios modernistas a cada cual más bello, Riga es capital del art nouveau, la ciudad con más construcciones de este estilo en el mundo y los reyes lo descubrirán durante su estancia. En las calles de Elizabetes, Antonijas, Strelnieku y Alberta se concentran los más sobresalientes, con sus sorprendentes fachadas decoradas con motivos florales, dioses clásicos humanizados, duendes, bestias mitológicas, y, en el interior, escaleras sinuosas y una rica ornamentación. El mejor punto y final a esta ruta urbana espera en la calle Alberta, en la que abre sus puertas el Museo Art Nouveau, ubicado en el apartamento de 1903 donde el destacado arquitecto letón Konstantins Peksens residía y tenía su estudio.
EL CORAZÓN DE RIGA
En Riga todo pasa por la plaza del Ayuntamiento, la más grande y fotografiada de la ciudad, testigo de los principales acontecimientos históricos de Letonia. En ella confluyen sus principales calles y se levanta la catedral ortodoxa de la Natividad. Curiosa es la historia de la Doma Baznica, este templo bizantino que durante la época soviética llegó a ser sala de conciertos, planetario y hasta restaurante. La más grande del Báltico sorprende por su llamativo exterior y su mezcla de estilos, desde el románico del claustro –ahora Museo de la Historia de Riga–, al gótico o el barroco de la torre. En el interior, su tesoro es el órgano, al que Franz Liszt llegó a dedicar una pieza.
© Getty ImagesEn la misma plaza hay otros edificios de interés, como el Museo de Arte, que ocupa la antigua Bolsa, y la colorida Casa de las Cabezas Negras, del siglo XVI, que durante siglos fue el epicentro cultural de la ciudad, con una fachada ornamentada y una rica historia como sede de la hermandad de comerciantes solteros.
Antes de abandonar este espacio es obligado fijarse en una placa octogonal en el suelo recuerda el lugar en el cual, durante la Nochebuena de 1510, se plantó un árbol de Navidad, el que parece ser el primero de una larga tradición que pervive en muchos países.
© Alamy Stock PhotoLA ANIMADA PLAZA LIVU
Livu significa letones y a ellos está dedicada otra de las plazas más animadas de la ciudad a cualquier hora del día. En sus numerosos bares o restaurantes se degustan las especialidades gastronómicas locales acompañadas de sus suaves cervezas típicas, desde platos como los pelmeni, una especie de masa de pan rellena de carne que se sirve frita o con sopa, a la pankuki, la tarta tradicional. Otros que no hay que dejar de probar son los guisantes grises con tocino –una receta reconfortante y típica del invierno–, o los piragi, pequeños panes rellenos de tocino, cebolla o repollo, dorados y crujientes por fuera. También los sklandrausis, tartaletas de centeno rellenas de zanahoria y patata, ligeramente endulzadas, y el rupjmaize, el pan negro de centeno que acompaña casi cualquier comida. Todos reflejan la rica tradición gastronómica letona, basada en sabores sencillos, productos locales y recetas transmitidas de generación en generación.
© Getty ImagesOTRAS PARADAS EN EL CASCO ANTIGUO MEDIEVAL
En la Edad Media, Riga estaba rodeada de una muralla, accesible por ocho puertas de las que solo queda en pie la Puerta Sueca. Justo a su lado queda otro testimonio de su pasado medieval, la Torre de la Pólvora, que actualmente acoge una parte del Museo de la Guerra de Letonia, y es también la única que se conserva de las 18 que tuvo la ciudad.
Además de las encantadoras calles medievales de la ciudad, como las llamadas Jauniela, Tirgoni o Amatu, que casas de alegres colores, en la de Mazá Pils descubrimos las pintorescas y famosas Tris Brali (los tres hermanos), los edificios de viviendas más antiguas de Riga.
La torre más alta de la ciudad es la del templo luterano de San Pedro, que tiene 123 metros de altura y ofrece desde sus plataformas panorámicas una extraordinaria vista sobre los tejados rojos del casco antiguo, que queda delimitado por un lado con el río Daugava y por el otro con el canal Pilsetas.
© Getty ImagesMONUMENTO A LA LIBERTAD
El esfuerzo de la nación letona por la libertad y la independencia se simboliza con esta obra de arte de granito que se levanta a 42 metros de altura. Sus 56 esculturas, repartidas en varios niveles, representan acontecimientos y personalidades importantes en la historia de Letonia. El monumento lo corona una mujer tallada en cobre llamada Milde, que levanta tres estrellas doradas que representan a las tres regiones históricas del país.
© ShutterstockMERCADO CENTRAL
Desde que abriera sus puertas en 1930 el que es uno de los mercados más grandes de Europa del este, es una visita imprescindible en Riga. Bajo la imponente arquitectura de sus cinco pabellones, construidos hace un siglo como hangares de zepelines, se puede pasar un buen rato comprando y degustando todo tipo de productos gastronómicos.
© ShutterstockUZVARAS PARKS, LA DESCONEXIÓN EN VERDE
La mayoría de los visitantes que llegan a Riga se quedan en el casco antiguo de la ciudad, pero al otro lado del río Daugava espera la otra cara de la ciudad, la de sus barrios de herencia soviética, pero con algunas sorpresas, como este parque que acoge el Monumento a la Victoria, un memorial erigido junto a las aguas de un pequeño lago y visible desde varios puntos de la ciudad. Más céntricos los parques Bastejkalns, el Jardín Vērmanes y Kronvalda, atravesado por un canal.




