El curso 2025-2026 da comienzo en Portugal para todos los estudiantes universitarios que, esta vez, cuentan con una compañera especial. La infanta Sofía estudiará este año Políticas y Relaciones Internacionales en Forward College, universidad privada asociada a la London School of Economics (LSE), con sede en la céntrica Rua das Flores, en el barrio de Chiado y a solo unos pasos de la Plaza del Comercio y el Arco de Rua Augusta. Un lugar perfecto para descubrir todo lo que ofrece Lisboa, una de las capitales europeas más vibrantes, porque no todo van a ser estudios. La infanta podrá descubrir, junto a sus compañeros y amigos, todos los encanto de esta ciudad Atlántica que tanto tiene que ofrece a los jóvenes como ella.
ENTRE CHIADO Y BENFICA, LA RUTA UNIVERSITARIA
El campus del barrio de Chiado, donde la hermana de la princesa Sofía cursará sus estudios, será el centro neurálgico de su día a día académico. Además, en el Barrio Alto, uno de los más emblemáticos de la ciudad, la universidad dispone de un espacio especial: el Creative Hub. Este antiguo edificio que fuera una imprenta de periódicos se ha reconvertido en un lugar donde los estudiantes pueden compartir ideas, estudiar y conectar entre ellos en un entorno dinámico.
Sofía vivirá en la residencia universitaria Xior Benfica, ubicada en la tranquila Avenida do Colégio Militar 14 del barrio de Benfica. Un moderno edificio con estudios y suites amuebladas, con gimnasio, biblioteca, jardín privado y vigilancia incluida. Benfica, barrio residencial bien comunicado, está a solo dos minutos del centro comercial Colombo, de la estación de metro y del estadio del Benfica, y a unos diez minutos en transporte de otras universidades, como la Universidade Europeia o el Instituto Politécnico de Lisboa. Se encuentra a un paso, también, del Parque Florestal de Monsanto, uno de los más bellos de Lisboa donde, además de paseos, se pueden practicar deportes como tenis o senderismo.
LA CIUDAD DE LAS SIETE COLINAS Y SUS BARRIOS CON ALMA
Lisboa es mucho más que una ciudad universitaria. Guarda aún un aire romántico y con solera y cada rincón está impregnado de historia y encanto. La infanta Sofía, como muchos otros jóvenes, disfrutará de los múltiples contrastes que ofrece esta ciudad bañada por el Tajo. La capital portuguesa invita a pasear entre colinas y tranvías amarillos. Desde el campus universitario de la infanta se puede caminar a la Plaza del Comercio y seguir hasta el Castelo de São Jorge, descubrir el panorama desde los miradores, o tomar el tranvía 28 que recorre barrios como Graça o Alfama.
Cada uno de los barrios que forman la ciudad tiene su carácter propio. En el Chiado, el aire intelectual todavía flota en librerías como Bertrand, la más antigua del mundo en activo, y en cafés legendarios como A Brasileira, donde Pessoa sigue siendo el anfitrión. Aquí se encuentran teatros, tiendas elegantes y un ambiente cosmopolita ideal para empezar a descubrir Lisboa. Muy cerca, el Barrio Alto despliega su doble personalidad: tranquilo de día, con calles estrechas y casas coloridas, y bullicioso al caer la noche, cuando bares y tabernas se llenan de estudiantes y visitantes.
El alma más antigua está en Alfama, un laberinto de cuestas empedradas que conduce hasta el Castelo de São Jorge, desde donde la ciudad se extiende bajo una panorámica inolvidable. Es también el barrio del fado, con locales de música en directo donde la guitarra portuguesa acompaña cenas sencillas de bacalao o sardinas a la brasa. En Graça, los miradores de Nossa Senhora do Monte y Sophia de Mello Breyner Andresen son ventanas privilegiadas al río y a los tejados rojos. A lo largo del día, los estudiantes se dispersan por zonas como Santa Catarina, un barrio tranquilo y bohemio, ideal para disfrutar de los atardeceres en el famoso mirador de Adamastor.
Al oeste, Belém es una visita obligada por su legado de la época de los Descubrimientos. Allí se erigen el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, símbolos de la Lisboa marinera. Tras la visita, nada mejor que probar los célebres pastéis de nata en la pastelería de Pastéis de Belém, aún elaborados según la receta original de 1837. A orillas del Tajo se encuentra también el MAAT, un museo de arquitectura contemporánea que muestra el rostro más innovador de la ciudad.
El distrito de Baixa, reconstruido tras el terremoto de 1755, ofrece el urbanismo ordenado de la Lisboa pombalina, con plazas imponentes como la del Comercio, abiertas al río, y la del Rossio, siempre animada. Es el lugar perfecto para pasear por calles peatonales como la Rua Augusta, coronada por su arco monumental.
Para una tarde de shopping, más hacia el norte, la Avenida da Liberdade se asemeja a un bulevar parisino, con tiendas de lujo, terrazas y edificios modernistas. Príncipe Real es el distrito más lujoso de Lisboa, aquí destaca Embaixada, en el antiguo Palácio Ribeiro da Cunha, convertido en galería de diseño, artesanía, moda y gastronomía portuguesa en versiones contemporáneas, desde moda slow fashion hasta regalos con identidad local. En 21pr Concept Store encontrarás moda portuguesa contemporánea y objetos de diseño seleccionados con un enfoque minimalista y sostenible. Y si te pilla a la hora del brunch, el mejor sitio es Fauna & Flora: tostas de aguacate, pancakes, bowls saludables y café de especialidad en un entorno moderno y acogedor.
A LA HORA DE COMER
Entre los cafés más frecuentados por los jóvenes, se encuentran A Brasileira, Pharmacia y Park Bar, y locales de brunch como Hello, Kristof, y Copenhagen Coffee Lab, que no solo ofrecen café de alta calidad, sino también el ambiente ideal para estudiar o charlar con amigos. El brunch de Fismuler, la recién estrenada sede del restaurante madrileño dentro del hotel ME Lisbon, se va a convertir en el más buscado del otoño, con su escalope con huevo y trufa, la tortilla de bacalao y su tarta de queso líquida.
En medio de Chiado se encuentra O Trevo, uno de los restaurantes más tradicionales de la capital portuguesa basado en comida saludable, con ingredientes biológicos y menús del día por menos de 10 €. Aquí hay que pedir las bifanas. Esos bocadillos típicos portugueses de finas tiras de carne de cerdo marinadas y asadas que son un must para los jóvenes.
Lisboa tiene una gran gastronomía y platos imprescindibles. El bacalao, preparado de mil maneras, tiene templos infalibles como Solar dos Presuntos, cerca del Rossio, ofrece bacalao al horno y especialidades marineras desde hace casi medio siglo, también lo bordan en Laurentina y O Rei do Bacalhau. Para una experiencia más contemporánea, el Time Out Market reúne en un solo espacio a algunos de los chefs más destacados del país. Si se busca autenticidad, nada como entrar en una tasca de Alfama o Mouraria para probar caldo verde y alheira (embutido ahumado) en un ambiente familiar. Y para probar la alta cocina portuguesa, hay que reservar mesa en Belcanto, el famoso restaurante del chef José Avillez, con dos estrellas Michelin.
AQUÍ SE SALE DE FIESTA
Cuando cae la tarde, Lisboa muestra su rostro más romántico y encantador. El atardecer es mejor disfrutarlo desde el mirador de Santa Catarina o desde un barco en el Tajo, cuando la ciudad se tiñe de dorado. El LX Factory (lxfactory.com), una antigua fábrica textil convertida en un espacio creativo, es otro destino para poner fin al día, donde librerías, talleres de arte y cafés conviven con música en vivo cada fin de semana.
La noche se reparte entre los bares del Barrio Alto y las discotecas del barrio portuario de Cais do Sodré, con su famosa Pink Street (una calle con el suelo pintado de rosa y paraguas para hacer sombra) llena de vida con bares como Pensão Amor y Sol e Pesca, donde se sirven petiscos (tapas) y copas. La marcha está en locales como Titanic y Lisboa Ríoo, mientras que el Lux Frágil sigue siendo uno de los templos de la música electrónica y el baile, con DJs internacionales que animan las noches lisboetas. Para una experiencia más íntima, el speakeasy Ulysses Lisbon, en el barrio de Alfama, ofrece una coctelería de autor en un ambiente exclusivo para solo 12 personas.