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Pozo de las Paredes, Navacepeda de Tormes, Ávila© Turismo de Ávila

RUTAS DE AGUA

Las mejores piscinas naturales de Ávila para refrescarte este verano: aguas limpias y naturaleza salvaje

Entre montañas, gargantas y pueblos con encanto, la provincia abulense esconde algunos de los mejores baños de interior del centro peninsular.


3 de agosto de 2025 - 9:00 CEST

Si eres de los que cambian la playa por el río, las olas del mar por el sonido del agua corriendo entre las rocas y los chiringuitos por un pícnic bajo los pinos, este plan es para ti. Ávila, con su sierra de Gredos como telón de fondo, guarda un mapa secreto de pozas, charcas y piscinas naturales en la naturaleza para pasar el día a remojo que casi nos da reparo compartir. Desde Navaluenga hasta Navacepeda de Tormes, pasando por Guisando o Mombeltrán, te contamos cuáles son estos pequeños paraísos naturales para darte los mejores chapuzones de interior este verano.

Pozo de las Paredes, Navarredonda de Gredos, Ávila© E.M.

EN NAVACEPEDA DE TORMES

En el valle del alto Tormes, este pequeño pueblo de la sierra de Gredos atrae por sus estrechas calles jalonadas con casas de piedra, pero, sobre todo, por sus vistas a las cumbres graníticas, su aire fresco y sus arroyos que corren por la piedra pulida y crean charcos de gran belleza como el Pozo de las Paredes...  Se forma en el cauce del río Barbellido, que unos metros más allá se une al Tormes, y el puente medieval que lo cruza ofrece un balcón panorámico sobre el pequeño cañón. A un lado, las aguas se enmarcan por dos imponentes muros de roca de granito erosionados; al otro, hay varios charcos con pequeñas cascadas; y en ambos, grandes losas de granito para tomar el sol.

Pozo de las Paredes, Navacepeda de Tormes, Ávila© E.M.

Al lugar no le falta su leyenda, la que cuenta que en la noche de San Juan hacen su presencia hadas encantadoras que peinan sus cabellos con peines de oro y añade aún más encanto al lugar. Para llegar hay que tomar una pista asfaltada de 1,5 kilómetros que sale del pueblo, pasar un puente medieval y seguir hasta un pequeño aparcamiento gratuito (su capacidad es limitada, por lo que se recomienda ir temprano). Desde él, un corto sendero baja hasta el río y la poza. Cuenta además con un área recreativa, con un bar-restaurante donde se come muy bien.

Garganta en el entorno de Candeleda, Ávila

EN CANDELEDA

Lo mejor de Candeleda, la que llaman "la Andalucía de Ávila" no se queda solo en sus calles. Es también el entorno natural que lo envuelve. Las gargantas bajan frescas desde Gredos, formando pozas de agua clara donde hay que darse un chapuzón. La de Santa María es la más accesible: atraviesa el propio casco urbano, y junto a ella se conservan antiguas construcciones como molinos y puentes de piedra. Camino hacia el santuario de la Virgen de Chilla –una ermita preciosa en medio del bosque y lugar de devoción de los candeledanos– está la garganta de Chilla, con muchas pozas y pequeñas cascadas. Más arriba, en plena sierra y menos frecuentada, se encuentra la garganta Blanca; y, menos conocida aún, la garganta Tejea, que exige una caminata más larga para llegar a sus tramos más bonitos.
 

Puente medieval de Arenas de San Pedro, Ávila© Chema Mancebo

EN ARENAS DE SAN PEDRO

Múltiples torrentes de agua, cuevas y piscinas naturales para refrescarse o pasar el día al aire libre se descubren en el entorno de Arenas de San Pedro, la capital del valle del Tiétar. Las del río Arenal se encuentran junto a la carretera del Hornillo: son dos pozas reguladas mediante presas, con zonas de césped, sombra y un chiringuito. Cerca de la ermita de San Roque está la piscina natural El Pelayos, que cuenta con una cascada, zona de arena blanca y área de pícnic. Y a solo 4 kilómetros de Arenas de San Pedro, en la carretera de Candeleda, se encuentra el Charco Verde, al que se accede por un sendero señalizado desde el aparcamiento situado junto al río Pelayo, afluente del Arenal.

EN GUISANDO

Las aguas cantarinas de un arroyo cruzan el pequeño y encantador pueblo de Guisando del que Camilo José Cela dijo que era “quizás el pueblecito de más bellas vistas de toda España”. En plena Sierra de Gredos, esconde uno de los rincones más refrescantes y bonitos del sur de Ávila: el Charco Verde. Una piscina natural, de aguas cristalinas con un característico tono esmeralda, que es un remanso de paz entre montañas, pinares y una frondosa vegetación. La caminata desde el centro urbano, de poco más de un kilómetro, discurre por un sendero fácil y agradable que bordea el río Pelayo, el mismo que da vida a esta poza natural de rocas pulidas por el tiempo, donde se puede nadar, tomar el sol o disfrutar del silencio, porque no hay chiringuitos, solo naturaleza en estado puro.

Chorro de Gavilanes, Ávila© ABUELO RAMIRO - stock.adobe.com

EN NAVARREDONDA DE GREDOS

«En la ribera verde y delectosa / del sacro Tormes, dulce y claro río, / hay una vega grande y espaciosa… / verde en la fuerza del ardiente estío». Así describía Garcilaso este entorno de Navarredonda de Gredos donde el río, al poco de nacer en un prado, surca un precioso pinar y el paraje de las Chorreras. Sus aguas, encajonadas entre grandes bloques de granito, se precipitan en un poderoso último salto sobre una poza de 20 metros de ancho. Es un lugar ideal para darse un baño y después sentarse a la sombra de una peña o de un alto pino. Se alcanza fácilmente en coche, bajando desde Hoyos del Espino al puente del Duque y subiendo luego junto al Tormes 1,5 kilómetros. Mejor evitar los fines de semana y los festivos y combinar el chapuzón con una ruta de senderismo.

EN MOMBELTRÁN

De los pueblos que forman el barranco de las Cinco Villas, con las montañas de Gredos como telón de fondo, Mombeltrán sobresale por su castillo de los Duques de Alburquerque, que se divisa desde muy lejos en lo alto de un cerro. Tiene un rico patrimonio popular, senderos que enlazan los pueblos del entorno y las pozas naturales de Playas Blancas, junto al río Ramacastañas. Aunque su nombre evoca arenas blancas, en realidad la “arena” está compuesta por fragmentos de granito que tiñen el agua de un tono oscuro e intenso, dando un efecto visual sorprendente. Son varios charcos, el fondo es de granito fragmentado y se encuentra en un área recreativa con mesas de merendero, quiosco y áreas de césped. A medio kilómetro está la menos concurrida poza del Tío Felipe.

Piscina natural de Navaluenga, Ávila© Adobe Stock
Piscina natural de Navaluenga.

EN NAVALUENGA

El río Alberche forma a su paso por Navaluenga unas piscinas naturales magníficas junto a uno de los puentes históricos del pueblo. A ambos lados de este se ha acondicionado una amplia pradera de césped con sombra de sauces, chopos y pinos, duchas, escaleras de acceso y barandillas, así como chiringuitos y zonas infantiles, para pasar un día en familia fresquitos. 

EN NAVALONGUILLA

En un entorno agreste y protegido del Parque Regional de la Sierra de Gredos, la garganta de los Caballeros brinda varias pozas naturales de aguas cristalinas. Las zonas más accesibles se encuentran junto a la carretera AV‑P‑537, en el tramo entre Navalonguilla y Navalguijo, donde una poza amplia bajo un puente ofrece un baño rodeado de pinos y grandes berrocales graníticos. También hay un merendero con parrillas y sombra, y un chiringuito (El Rincón de MoMa) que abre en los meses de verano.

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