Por siglos, el silencio sagrado reinó entre los muros del convento de San Domenico, una construcción del siglo XIV situada en lo alto de un acantilado de Taormina, con vistas panorámicas al mar Jónico y al majestuoso volcán Etna. Es el mismo lugar que la cadena Four Seasons transformó en un santuario para viajeros de élite, como Jeff Bezos y Lauren Sánchez, que se hospedarán durante sus primeras vacaciones como marido y mujer tras su multitudinaria boda en Venecia y que mantiene intacta su esencia arquitectónica: claustros de piedra, frescos, pasillos con techos altísimos y jardines de buganvillas que parecen suspendidos en el tiempo.
Como ya ocurrió en la primera temporada con el resort Four Seasons de Maui, y más recientemente en la tercera con el de Koh Samui (Tailandia), San Domenico Palace alcanzó fama mundial al convertirse en el escenario principal de la segunda temporada de la exitosa serie The White Lotus (HBO). Pero su elección no fue casual. El director y creador de la serie, Mike White, junto al productor David Bernad, buscaban un espacio que reflejara la opulencia, la tradición y el contraste entre lo sublime y lo decadente.
Encontraron en él la encarnación perfecta del universo que querían retratar: el de una élite privilegiada, desconectada del mundo real, que pasea entre arte, historia y conflictos internos. “Cuando entramos por primera vez al hotel, supimos que era aquí. No hacía falta mirar más”, declararon durante el estreno de la serie. Con suites que miran directamente al mar, mobiliario de época y una atmósfera monástica combinada con la elegancia moderna, el hotel es tan protagonista como cualquiera de los personajes de la ficción.
La historia del alojamiento lo confirma: por sus habitaciones han pasado desde Audrey Hepburn o Greta Garbo, hasta Richard Burton, Elizabeth Taylor, Sophia Loren y Oscar Wilde. También lo han elegido industriales como J.P. Morgan Jr. o el barón Rothschild, consolidando su reputación como lugar de descanso para las personalidades más influyentes del siglo XX. Y ahora es el multimillonario Jeff Bezos y su mujer, Lauren Sánchez, quienes se suman al listado, tras desembarcar en la isla de su impresionante yate Koru, valorado en cinco millones de euros.
LA LEYENDA DE SICILIA, VIVA EN CADA RINCÓN
Pero el encanto del San Domenico no se entiende sin hablar de Taormina, la ciudad que lo acoge. Este pequeño paraíso siciliano ha seducido a viajeros durante siglos. Suspendida entre el cielo y el mar, es una joya arquitectónica con calles empedradas, terrazas con vistas infinitas, y uno de los teatros griegos mejor conservados del mundo, donde aún hoy se celebran conciertos y festivales al aire libre.
Caminar por Taormina es recorrer siglos de historia en unas pocas manzanas: del esplendor griego y romano al barroco siciliano, pasando por influencias árabes y normandas. No es extraño que personalidades del mundo del arte y la literatura —de Johann Wolfgang von Goethe a Truman Capote— quedaran fascinadas por su luz, su ritmo lento y su mezcla única de sofisticación y autenticidad.
Durante el rodaje de The White Lotus, Mike White se sumergió en esa riqueza cultural. No solo en Taormina, sino también en otros escenarios sicilianos como Palermo, Noto, Catania o Cefalú. De hecho, fue en Noto donde encontró la inspiración visual para algunas de las escenas más icónicas de la serie. Y fue en las calles de Palermo donde se dejó envolver por la belleza caótica que marcó el tono emocional de varios personajes.
JEFF BEZOS, LA NUEVA ESTRELLA DEL SAN DOMENICO
Ahora, el hotel vuelve a estar en boca de todos con la llegada de una de las parejas más mediáticas del planeta: Jeff Bezos y Lauren Sánchez y la noticia no sorprende, porque si hay un lugar en el mundo donde historia, privacidad y lujo absoluto conviven de forma natural, es este. Mientras el hotel se prepara para recibir a la pareja, Taormina vuelve a brillar como centro de atención internacional. Y el San Domenico reafirma su estatus: no es solo un hotel, es un espacio donde las cámaras ruedan, las estrellas descansan y el viajero se siente parte de una narrativa eterna.