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Después de un complicado episodio de salud, Raphael regresa a los escenarios con más fuerza que nunca. Y lo hará este domingo en el imponente Teatro Romano de Mérida, dentro del Stone & Music Festival. Será un concierto muy especial que marca su vuelta tras meses de recuperación y también el inicio de su nueva gira, Raphaelísimo, con la que recorrerá varias ciudades de España a lo largo de este año.
© Alamy Stock PhotoConstruido en el siglo I a. C. y considerado uno de los teatros romanos más grandes y mejor conservados del mundo, el que mandó levantar Marco Agripa, yerno de Octavio Augusto en Mérida ha sobrevivido imperios, siglos de silencio y, en tiempos recientes, se ha convertido en el escenario de algunos de los artistas más grandes del panorama nacional e internacional. Cada verano cobrar nueva vida durante el Festival Internacional de Teatro de Mérida (festivaldemerida.es) –este año, del 4 de julio al 31 de agosto–, y también acoge conciertos memorables. Este fin de semana será Raphael quien cante bajo las estrellas, entre columnas que llevan más de 2000 años en pie. Una experiencia y un regreso único que promete momentos muy emocionantes. Si ya tienes tu entrada o estás pensando en acercarte a la capital extremeña para ver al artista, aquí van algunos rincones y planes que harán que tu escapada a Mérida sea aún más especial:
© Alessandro Avondo / Alamy Stock PhotoEL ANFITEATRO ROMANO
Justo al lado del Teatro Romano —símbolo de lo más refinado y elevado del espíritu humano— se encuentra este espacio mucho más crudo y visceral: el lugar donde se celebraban luchas de gladiadores y combates con fieras. Inaugurado en el año 8 a.C., impresiona por su estado de conservación y su escala: podía acoger hasta 14.000 personas. Tiene planta elíptica, tres puertas monumentales y, en su entorno, los restos de una antigua mansión patricia con termas, pozos, cocinas y un valioso conjunto de mosaicos y pinturas murales. Una visita imprescindible para entender cómo el espectáculo también tenía una cara brutal en la Roma antigua.
© Guillermo Avello / Alamy Stock PhotoEL MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO
Si eres de los que disfrutan con la historia, este museo te va a fascinar. Obra del arquitecto Rafael Moneo, el edificio en sí ya merece la visita. Pero lo realmente especial es lo que guarda dentro: una de las mayores colecciones de esculturas romanas de la península, testimonio de la grandeza de la antigua Emérita Augusta. ¿Qué no te puedes perder? El busto del emperador Augusto, del siglo I d.C., el de la diosa Ceres (también del siglo I) o el imponente Chronos, del siglo II. También encontrarás una gran colección de mosaicos, lápidas, aras votivas, columnas y capiteles que te harán viajar al corazón de la Mérida romana. Puedes curiosear más en su web: museo-mnar.gvam.es.
© Alamy Stock PhotoEL TAPEO, FRENTE AL TEMPLO DE DIANA
En Mérida hay que entregarse al tapeo, porque aquí se vive como costumbre. Nada como probar unas buenas migas extremeñas, un refrescante zorongollo o una tapa de jamón ibérico como manda la tradición. Y si es con vistas, mejor todavía. Algunas de estas tapas y otras las puedes tomar en De Tripas Corazón (detripascorazon.es) o en Catalina Plaza (catalina_plaza_merida), justo frente al imponente Templo de Diana. Levantado en el siglo I a.C., coincidiendo con la fundación de la antigua Emérita Augusta, es el templo religioso romano mejor conservado de la ciudad. Se mantuvo en pie gracias a que siglos después sirvió de estructura al palacio renacentista del Conde de los Corbos, lo que le da un aire único: arquitectura clásica entremezclada con la ciudad moderna. De noche, iluminado, el templo tiene un encanto muy especial. Ideal para una cena al aire libre con historia de fondo.
© Mauricio Abreu / Alamy Stock PhotoLA PANORÁMICA DESDE LA ALCAZABA
Una vista increíble del Guadiana tendrás desde la Alcazaba de Mérida, una fortaleza imponente que recuerda el paso de la ciudad por manos árabes. Fue levantada en el siglo IX por orden del emir Abd al-Rahman II, y se conserva sorprendentemente bien. Situada en un lugar estratégico, junto al puente romano y a orillas del río, esta construcción defensiva impresiona por la solidez de sus murallas y torres, que alcanzan más de 10 metros de altura y casi 3 de grosor. Dentro, descubrirás un auténtico cofre de historia: vestigios arqueológicos, restos visigodos, romanos... y un espectacular aljibe excavado en la roca, donde todavía hoy puedes ver el reflejo del pasado bajo tierra.
© Luis Francisco Pizarro Ruiz / Alamy Stock PhotoEL GUADIANA EN KAYAK
Varios puentes unen las dos orillas del río Guadiana y conectan la Mérida antigua con la ciudad moderna. El más icónico es, sin duda, el puente romano, con sus 145 metros de longitud, que marcaba el inicio de la Vía de la Plata rumbo a Astorga. Pero también llama la atención el puente Lusitania, una obra contemporánea diseñada por Santiago Calatrava, que contrasta de forma espectacular con el legado histórico de la ciudad.
Después de recorrerlos, nada mejor que ver Mérida desde otra perspectiva: navegando por el Guadiana en kayak. La empresa Guadiana Xtremme (guadianaextremme.com) alquila embarcaciones y organiza rutas guiadas para que disfrutes del paisaje, la calma del río y unas vistas únicas de monumentos y naturaleza. Un plan perfecto para los que quieren mezclar cultura y aventura.
© Alamy Stock PhotoMÉRIDA DE NOCHE
Con menos gente y la luz dorada de las farolas, la ciudad se transforma. Es el momento perfecto para un paseo tranquilo, sin prisas, descubriendo algunos de los otros grandes monumentos que esconde Mérida. Uno de ellos es el impresionante Acueducto de los Milagros, cuyos primeros arcos fueron levantados en tiempos de Augusto. Con 830 metros de longitud y hasta 25 de altura, todavía hoy se alza majestuoso entre cigüeñas y vegetación. También puedes acercarte al Arco de Triunfo, cerca de la Plaza Mayor. Aunque su nombre pueda llevar a engaño, no conmemora ninguna victoria militar: los historiadores creen que se trata de una puerta monumental de acceso al foro provincial, donde se ubicaban los principales edificios administrativos de la ciudad romana. Sea como sea, su silueta de 15 metros de altura impresiona al cruzarla.
