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Son felices en su lujosa mansión de la Moraleja, en la que viven desde que decidieron instalarse en Madrid, también en el refugio que tienen en la costa mexicana de Jalisco, donde pusieron en marcha un proyecto respetuoso con la naturaleza y la comunidad local, pero especialmente en Galicia, la tierra de Alejandra, donde Richard Gere y su esposa –que mantienen una relación sentimental desde hace más de una década– tienen planeada su segunda residencia, con vistas al mar.
El rincón gallego elegido es el municipio coruñés de Oleiros, con el que la pareja del actor guarda un profundo apego y al que regresa con frecuencia, pues en él está su casa familiar, una finca a pie de playa en la que ha pasado verano tras verano. Ese amor por su tierra natal se lo ha contagiado a su marido y a sus hijos, a juzgar por las frecuentes visitas que el matrimonio realiza a la zona. La última la que les llevó el pasado mes de abril a Arteixo, la vecina localidad donde se encuentra la sede central de Inditex, que la pareja visitó por sorpresa.
© elfarero - stock.adobe.comToca destacar los encantos de Oleiros, que son muchos, pero un buen resumen podría ser: un lugar que combina la tranquilidad de un entorno costero no tan conocido fuera de Galicia con la exclusividad de una zona privilegiada –se trata del municipio con la renta per cápita más elevada de la comunidad– y está a solo 20 minutos de la ciudad de A Coruña.
Bastiagueiro es la playa favorita de Alejandra, uno de los numerosos arenales de este rincón gallego, donde se la ha visto bañándose con su familia. Es un arenal abierto, de medio kilómetro de longitud y está rodeado de zona verde. Por eso gusta tanto a los que buscan olas para hacer surf como a los que disfrutan de un paseo junto al mar.
© Joaquín Barreiro CajaravilleA espaldas de la playa, un paseo marítimo la enlaza con la de Santa Cristina y Santa Cruz. Si la primera es una gran lengua de arena fina y dorada de casi 2 kilómetros de largo con aguas tranquilas, dunas y eucaliptos en su zona más ancha, la de Santa Cruz tiene inmejorables vistas al castillo del mismo nombre.
Son los arenales más próximos, pero no son los únicos donde disfrutar del sol y el baño en Oleiros, también está Naval, un semicírculo de cantos y arena y aguas muy cálidas; Mera, bordeado por un paseo y una de las más concurridas; o la resguardada de Espiñeiro, unidas ambas por una pasarela de madera.
Otras son la pequeña ensenada agreste de Canabal; la recóndita y bella de As Margaridas, de aguas verdosas, y la de Bastiagueiro Pequeño, que con la marea baja deja al descubierto una extensa zona de rocas en las que se forman charcas.
© Javier Castelo - stock.adobe.comAdemás de playas, el municipio de Oleiros tiene otros muchos atractivos. El más conocido es el castillo de Santa Cruz, enclavado en un islote unido al puerto por una pasarela peatonal. Se levantó en el siglo XV tras el ataque de la Armada inglesa comandada por Sir Francis Drake al puerto de A Coruña. Fue propiedad de la escritora Emilio Pardo Bazán, más tarde residencia de huérfanos y ahora un centro donde se celebran exposiciones y actividades.
© Joaquin Barreiro Cajaraville
© Turismo de OleirosOtro lugar para el que hay que reservar un rato es el Museo Os Oleiros-José María Kaydeda, que alberga el Pazo do Coruxo, y está dedicado a la alfarería tradicional. Y también la exposición interactiva del Aula do Mar, que hace de centro de recepción de los visitantes del Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes, un valioso tramo de costa que se extiende entre los faros de Mera y el puerto de Lorbé a lo largo de 11 kilómetros y permite disfrutar de la bravura del mar en impresionantes acantilados, observar aves y flora autóctona y practicar senderismo.
© Joaquín Barreiro CajaravilleComo lugar de veraneo en la costa coruñesa, Oleiros conserva un buen conjunto de edificios destacados de hace siglos: la Casa do Arxentino de Mera, los pazos de Xaz (Dorneda) y das Torres (Santa Cruz), la Casa Charry, el templo de Santa María de Dexo o de San Cosme de Maianca… Y también un emblemático restaurante de alta gastronomía gallega, El Retiro (restaurante-elrefugio.com) que frecuenta Amancio Ortega y su hija Marta.
© JoaquÃn Barreiro CajaravilleY si lo que se buscan son miradores y parques toma nota: el romántico jardín del pazo de A Capela, en la parroquia de Montrove-Liáns; A Lagoa, frente a la playa de Mera, y el parque de As Trece Rosas, en Bastiaguero-Liáns, con inmejorables vistas al mar que la familia Gere tiene a mano.
