Macedonia del Norte para principiantes, empezando por Skopje, la capital

Este pequeño país de los Balcanes, al sureste de Europa, es un destino de contrastes, cultural y desconocido para desmarcarte de los circuitos habituales.

Por JAVIER MATEO

Para empezar a descubrir este país que linda con Grecia, Bulgaria, Serbia y Albania no hay otro punto de partida que Skopje. En pleno corazón de los Balcanes, la capital de Macedonia del Norte es perfecta para visitar en una escapada de fin de semana. Una pequeña ciudad que ha sufrido mucho, desde guerras hasta terremotos catastróficos, pero que hoy en día lucha por crecer y que recibe con gratitud a los pocos turistas que visitan sus calles empedradas, sus edificios de arquitectura comunista y brutalista, sus monumentos y también su naturaleza salvaje. 

Al norte del país, junto a Kosovo, la capital, que no supera los 700.000 habitantes, es prácticamente nueva y moderna, ya que durante 1963 se produjo un terremoto que acabó con la mayoría de edificios y monumentos. Aun así, es posible ver su mezcla de culturas y religiones balcánicas. Entre sus calles, se mezclan iglesias ortodoxas con mezquitas, casinos con museos o modernos restaurantes con teterías e innumerables estatuas que decoran la ciudad tras el proyecto de rehabilitación que comenzó en 2014 y todavía continúa. De ahí que la frase «hay más monumentos que personas» se haya convertido ya en una de las bromas más recurrentes para los habitantes de la capital.

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Las figuras (136 exactamente) representan tanto a héroes nacionales como personajes históricos: el emperador del imperio búlgaro Samuil; la hija ilustre de la ciudad, Teresa de Calcuta; Nikola Karev, quien luchó contra los otomanos; o Hristo Tatarchev, líder del movimiento revolucionario macedonio. También Alejandro Magno tiene su propia representación, aunque para no enfadar a sus vecinos griegos se le llama El gran guerrero, un gigantesco monumento, con cascada de agua incluida, que preside la plaza Macedonia, donde con solo un giro de 180º, se podrá ver el pasado, el presente y el futuro del país. Este es el punto de partida para los free tour.  

Cruzando por el puente de Piedra, sobre el río Vardar, se llega al antiguo bazar del barrio turco, repleto de tiendas de artesanía, souvenirs o restaurantes de gastronomía eslava-turca. Allí está el Hammam de Daut Pasha (nationalgallery.mk), con unas bonitas cúpulas azules, pero que hoy en día es la galería nacional para exposiciones de artistas locales, y la Torre Reloj, parte de la mezquita del sultán Murat, que fue erigida en el siglo XVI y es la primera del Imperio otomano. Dejando atrás el barrio turco, la fortaleza de Skopje, en el monte Vodno, ofrece las mejores vistas panorámicas de la ciudad.  

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En el Museo de la Ciudad (mgs.org.mk), cuyo reloj de la fachada marca la hora (5:17) en la que ocurrió el terremoto, se puede conocer a través de fotografías y vestigios lo que ocurrió aquel 26 de julio, así como el homenaje tanto a habitantes que perdieron la vida como todos aquellos macedonios y extranjeros que acudieron a la llamada de ayuda. Otro museo, el de la lucha de Macedonia, descubre la historia del país desde el Imperio otomano hasta las guerras de los Balcanes, sin olvidar la II Guerra Mundial o la de Yugoslavia. 

CAÑÓN MATKA 

A 16 kilómetros de Skopje se encuentra este cañón al que se puede llegar en taxi o en el autobús público número 62. El río Treska discurre por el bonito desfiladero perfecto para pasar el día y ver la presa más antigua de Macedonia del Norte. En su entorno, es posible realizar múltiples actividades, como kayak, descenso en canoa, senderismo, escalada o paseos en barco, y también encontramos restaurantes en los que recuperar fuerzas con un sabroso gulash y compartir un poco de ajvar, un paté de pimientos rojos, berenjena, ajo y pimienta. 

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En medio de este paraje natural con una exuberante variedad de flora y fauna, y una gran diversidad de especies de mariposas, es posible tomar un barco tradicional para navegar por su bonito lago artificial y visitar la cueva de Vrelo, la segunda más profunda de Europa, con diferentes salas donde contemplar centenarias estalactitas y la colonia de murciélagos que viven allí. También se puede conocer el monasterio de San Andrés, una pequeña iglesia junto al embarcadero del lago construido en 1389 que alberga frescos medievales de estilo ortodoxo. 

OHRID, LA JERUSALÉN DE LOS BALCANES

Junto Albania y compartiendo lago, se encuentra la pintoresca ciudad de Ohrid, declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la Unesco, también conocida como la «Jerusalén de los Balcanes», por contar con un total de 365 iglesias. De arquitectura medieval, sus calles empedradas te trasladan al pasado, concretamente al que fue uno de los asentamientos más antiguos de Europa, epicentro de la cultura y religión eslavas. En sus alrededores, montañas y senderos donde disfrutar en familia.

Además, esta zona es la favorita para muchos veraneantes que acuden cada año a las playas del lago Ohrid para darse un baño, pasear en barco, hacer deportes acuáticos o disfrutar de la gastronomía junto a los embarcaderos. Es uno de los más profundos y antiguos de Europa y cuenta también con una animada vida nocturna.

LA ARQUITECTURA OTOMANA DE BITOLA

A 70 kilómetros de Ohrid se encuentra Bitola, la segunda ciudad más grande de Macedonia del Norte. Esta ciudad de arquitectura otomana tiene mucho para ver, desde la plaza Magnolia al bazar cubierto, un espacio de la época turca en cuyo interior hay numerosas cúpulas y pequeñas calles con talles de artesanía. Y también la iglesia de San Demetrio o la mezquita Adjar-Kadi. A su alrededor se puede disfrutar del Parque Nacional de Pelister, el más antiguo del país, con las especies más raras de pino, numerosos senderos, lagos de montaña y una estación de esquí.

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EL YACIMIENTO DE HERACLEA 

Junto a Bitola está Heraclea, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes y mejor conservados de Europa. Esta ciudad fundada por Filipo II de Macedonia y conquistada por los romanos en el 168 a. C fue conquistada por los romanos, en el siglo IV se convirtió en obispado, y más tarde saqueada por godos y eslavos. Aunque continúan las excavaciones arqueológicas, se puede visitar, y ver en casi perfecto estado de conservación los baños, el pórtico o el anfiteatro de la época romana.

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LOS VIÑEDOS DE TIKVES

Al sur del país, la región de Tikves cuenta con varios pueblecitos muy pintorescos, como Kavadarci y Negotino, y el lago artificial más grande de Macedonia del Norte. Pero la peculiaridad de esta zona es su tradición vitivinícola centenaria, favorecida gracias a su clima continental y mediterráneo que crea condiciones perfectas para el vino. Situadas en la misma latitud que Toscana en Italia, Burdeos en Francia y el valle de Napa en los Estados Unidos, estas tierras están protegidas por montañas que impiden que los fríos vientos del norte lleguen a los viñedos. La bodega Tikves (tikves.com.mk), fundada en 1885, cuenta con diferentes variedades locales que se pueden conocer y degustar durante una visita. A ocho metros bajo tierra, entre las barricas de roble en las que se cría su vino macedonio, cuenta, además, con un exclusivo restaurante de alta cocina.

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CONSEJOS ANTES DE VIAJAR A MACEDONIA: 

¿CÓMO LLEGAR? 

Aunque no está muy lejos, no hay vuelos directos desde Madrid o Barcelona, por lo que es buena oportunidad para ir Bulgaria o Albania y cruzar en autobús o coche hasta Macedonia del Norte. 

¿CÓMO PAGAR?

Desde 1992, la moneda es el denar normacedonio, aproximadamente 62 denares equivalen a 1€. En zonas como Skopje es fácil pagar con tarjeta o encontrar cajeros automáticos, pero es preferible llevar efectivo. 

¿DÓNDE DORMIR?

Hay todo tipo de alojamientos económicos, pero no hay muchos, por lo que hay que elegir bien y con tiempo. Como recomendación, Skopje Marriot Hotel (marriott.com), junto al antiguo bazar y la zona turística. 

¿QUÉ COMER? 

La gastronomía de Macedonia es balcánica, por lo que el ćevapi a la brasa es el plato estrella, pero también lahmacun, la pizza turca. Para beber, imprescindible probar el raki, un licor de uva o higos. 

CONDUCIR 

En Skopje no es necesario, pero para recorrer es resto del país alquilar un coche es la opción más cómoda. Los autobuses o taxis (trenes apenas hay) funcionan bastante bien, aunque en estos últimos hay que negociar bien el precio antes de subir.  

¿HAY VIDA NOCTURNA? 

Aunque difícilmente comparable con el ocio español, el barrio turco cuenta con bares con música en directo. También, a orillas del río, junto al puente de Piedra, hay animados restaurantes de ambiente caribeño. 

¿ES UN PAÍS SEGURO? 

Como en toda la zona de los Balcanes, Macedonia del Norte es un país seguro, tanto en las áreas turísticas como en caminos o pequeños pueblos. Sin embargo, siempre hay que tener sentido común y vigilar nuestras pertenencias.