Espalmador, la isla más paradisíaca y virgen de Formentera

Es un islote idílico que condensa toda su esencia, sin chiringuitos ni edificaciones. Un espacio natural con un elevado nivel de protección donde nada enturbia su aspecto de nirvana.

Por NOELIA FERREIRO

En el norte de la isla de Formentera, al final del Pas des Trucadors, una lengua de arena parece estirarse dejando a ambos lados playas tan deslumbrantes como la de Levante (al este) y las de Cavall e Illetes (al oeste), elegida esta última entre las mejores del mundo. Siguiendo su curso natural, aparece de pronto una especie de camino que solo se deja ver con la marea baja. Es el puente secreto que enlaza con Espalmador, corto (unos 100 metros), pero desaconsejable para atravesarlo a nado o a pie debido a las corrientes marinas.

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CÓMO LLEGAR 

No existe aeropuerto en Formentera, por lo que debemos volar a Ibiza, y desde aquí por mar a la Pitiusa menor con los ferris de navieras como Trasmapi o Balearia. El acceso a Espalmador se hace en otros ferris que parten varias veces al día desde el puerto de La Savina. Más afortunados los que cuentan con un barco propio para vivir esta experiencia de una manera exclusiva.

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CÓMO ES ESPALMADOR

Espalmador solo tiene 137 hectáreas (casi 3 kilómetros de longitud y apenas 800 metros de anchura). Es una isla privada de disfrute público y forma parte del Parque Natural de Ses Salines, que se extiende a lo largo de las dos pitiusas. Su edificación está restringida al máximo por ley. No hay hoteles, ni tiendas, ni chiringuitos, ni locales con música chill out. Se trata de un diminuto territorio, dominado por la naturaleza en cuyo punto más alto se erige la Torre de Sa Guardiola, levantada para vigilar a los corsarios que acechaban el codiciado estrecho entre Ibiza y Formentera.

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QUÉ VER

En Espalmador se descubre una costa acantilada y un bosquecito de salinas, tres playas maravillosas (Sa Torreta, Cala Bosch y S'Alga, la favorita por su forma de media luna) y un ramillete de atolones (Illa de Castelví, Illa de s'Alga, Illa de sa Torreta o Illa des Porcs) dispuestos como un anillo. Pero lo más valioso es su excepcional riqueza biológica, que hace las delicias de ornitólogos y naturalistas. Extrañas especies de aves marinas como el chorlitejo patinegro, la cigüeñuela o el tarro blanco han encontrado su hábitat ideal en la explanada salinera que se oculta en el centro de la isla.

La laguna de Bassa de s'Espalmador resulta de lo más llamativa, pues está compuesta por un lodo líquido que algunos creen falsamente que tiene beneficiosas propiedades para la circulación de la sangre, lo que les lleva a embadurnarse el cuerpo con él, pese a que se trata de una práctica prohibida.

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QUÉ PODEMOS HACER

En este territorio soñado hay que entregarse a actividades náuticas, como el paddle surf en unas aguas de una transparencia imposible y con todas las gradaciones del azul o al buceo con aletas y tubo, para apreciar, además de peces de colores, la pradera oceánica más grande del Mediterráneo, declarada Patrimonio de la Humanidad. Empresas como el Centro Náutico de Formentera (centronauticoformentera.com/es) o Wet4Fun (wet4fun.com) ofrecen experiencias en disciplinas como kayak, windsurf o vela.

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Relajarse, sin embargo, es lo más gratificante cuando se visita Espalmador. Porque puede parecer una obviedad, pero tras disfrutar de los encantos de Formentera (sus rutas verdes, sus faros, sus mercadillos, su gastronomía exquisita) nada sienta mejor que tumbarse en esta mini isla y simplemente contemplar el entorno. Puede que no se vuelva a hallar un lugar parecido.

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GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir

En uno de los rincones más tranquilos de Formentera, en el hotel-spa Cala Saona (hotelcalasaona.com), con acceso directo a una bonita playa. Con un lujoso diseño que recoge la esencia de la isla y en Sant Francesc Xavier, Es Marès (hotelesmares.com). Y opción cómoda y asequible, aislado al final de una bahía y a los pies de la playa, completamente integrado en el paisaje, Roca Bella (roca-bella.com), en Es Pujols.

Dónde comer

Para comer un buen arroz en primera línea del mar, Can Rafalet (canrafalet.es), en Es Caló de Sant Agustí. También en este mismo entorno, Es Caló (restauranteescalo.com), donde probar ricos pescados y carne de calidad. Para los más gourmets, Can Dani (tel. 971 32 85 05), en Sant Ferran de ses Roques, atesora la primera estrella Michelin pitiusa.

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