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Siete razones para viajar a Camboya

Nadie duda en la península de Indochina de que Camboya es la indiscutible capital asiática de los templos. No solo por el más sagrado de todos, Angkor Wat, el monumento religioso más grande del mundo, sino por los cientos de ruinas y templos que se agolpan en los alrededores de Siem Reap, el epicentro del imperio jemer. El país arrastra un reciente pasado oscuro, pero hoy sorprende por sus bellezas naturales. Arrozales, playas paradisíacas en sus islas meridionales, el caudaloso río Mekong y las montañas del norte esperan en este hermoso país que invita a la aventura.

by JAVIER CARRIÓN

ANGKOR, LA ANTIGUA CAPITAL REAL 

Los templos de Angkor (visit-angkor.org) son una atracción única en el mundo. Una ciudad celestial que fue, primero, hinduista, más tarde budista, y famosa por considerarse una alegoría del cielo en la tierra, tallada minuciosamente sobre miles de bloques de piedra y muros que fueron reventados con el tiempo por las raíces de los árboles. Hay que dedicar al menos tres días para entender este universo de mil templos, donde destaca Ankgor Wat, el complejo religioso más grande del mundo y morada de los dioses del hinduismo. Nadie queda indiferente ante sus bajorrelieves, pinturas y su centenar de bellas apsaras o como magnífico punto junto a sus torres centrales para disfrutar del rojo amanecer. El templo de Pre Rup queda para los que se eligen deleitarse con la puesta de sol.

Otros, una gran mayoría, prefieren acercarse al de Bayón, con sus más de 200 caras del Avalokiteshvara, el icono budista de la compasión, y perderse en su laberinto de pasadizos y escaleras. Después, se pueden descubrir las columnas ‘griegas’ de Preak Khan y explorar las ruinas cubiertas de vegetación de Ta Prohm, el templo del siglo XII decorado por la jungla e inmortalizado en el cine por Angelina Jolie en Tomb Raider, donde las raíces, el musgo y las lianas se apoderan del templo sin misericordia, como si se tratara de los tentáculos de un pulpo agresivo.

Angkor Thom es hoy una ciudad quizás demasiado abarrotada de turistas chinos, pero embauca siempre por sus estanques artificiales sagrados, puertas, puentes y, sobre todo, por sus viejos templos milenarios repartidos a lo largo de 400 kilómetros cuadrados. Las entradas están personalizadas con foto del visitante incluida (un día, 37)

LAS ISLAS DEL SUR

Las islas del sur camboyano recuerdan lo que la mayoría identifica como el paraíso: playas de arena blanca y aguas cristalinas con un abanico amplio de actividades deportivas entre las que destaca el submarinismo, el kayak o el trekking. Hace solo unos pocos años era un destino para aventureros y mochileros que buscaban alojamiento en algunas humildes cabañas de la costa, hoy los hoteles abundan en torno a playas tan hermosas como Long Beach o Koh Tuch Beach. Tanto que los más pudientes prefieren acercarse a la isla privada de Song Saa (songsaa.com), que ofrece más tranquilidad, lujo y unos atardeceres difíciles de olvidar. Este remoto destino, compuesto por dos pequeñas islas unidas por arrecifes de coral, llama la atención por sus villas instaladas en el bosque, la playa o incluso sobre el mar.

EL SANTUARIO DE LOS ELEFANTES

En Mondulkiri, en el más salvaje este del país, casi todo te sorprende: sus cascadas, como las de Monorom o Bousra; las aldeas más solitarias donde viven diferentes etnias, las montañas cubiertas de hierbal; las plantaciones de café y, sobre todo, la experiencia de disfrutar una jornada con elefantes en algunos de sus centros de rescate (elephantvalleyproject.org). Conviene saber que a los visitantes no se les permite montar en elefante, pero sí se puede caminar con ellos, alimentarles o asistir al baño de los animales en un entorno de pozas, saltos de agua y ríos salvajes. Las excursiones cuestan entre 40 € (medio día) y 112-130 si se trata de dos días con una noche de alojamiento en habitación compartida o bungalow privado.

EL LAGO DE AGUA DULCE MÁS GRANDE DEL SUDESTE ASIÁTICO

Se llama Tonlé Sap y proporciona en Camboya comida, especialmente pescado, y agua de riego a la mitad de la población del país. Sus dimensiones varían en función de las estaciones monzónica y seca; por ejemplo, de junio a octubre, el lago se abarrota con el agua que fluye desde el Mekong con 14 metros de profundidad en una superficie que supera los 10.000 km2, en tanto que durante la temporada seca su tamaño no rebasa los 3.000 y su profundidad alcanza solo los 2 metros. Su fauna destaca por la variedad de especies en este hábitat, especialmente en los bosques inundados: 300 especies de peces, serpientes, cocodrilos, tortugas, nutrias y más de cien tipos de aves diferentes (pelícanos, cigüeñas, garzas…). También es importante la presencia humana en más de 150 aldeas flotantes, utilizadas por sus habitantes para colocar trampas a los peces, lo que les permite tener una vida más estable. El ecosistema, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, está situado a unos 15 kilómetros al sur de la ciudad de Siem Reap.

EL ACROBÁTICO CIRCO CAMBOYANO 

El circo y proyecto social Phare (pharecircus.org), fundado por refugiados y huérfanos del genocidio de los Jemeres Rojos, propone un emocionante espectáculo en Siem Reap que mezcla danzas y acrobacias con teatro moderno y música original en vivo. Esta organización fue fundada en 1994 por nueve jóvenes camboyanos y en febrero de 2013 abrió un circo que financia una escuela pública con más 1.200 alumnos gracias a los ingresos de estos shows. El circo abre todos los días del año y las entradas oscilan entre 15 y 33 €.

LOS TALLERES ARTESANOS DE SIEM REAP

Para los aficionados al shopping una recomendación: Artisans Angkor (artisansdangkor.com). Esta escuela-taller y tienda fue inaugurada en 1999 para ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo en sus pueblos de origen reviviendo las habilidades artesanales tradicionales del pueblo camboyano (tallas de piedra, de madera, lacados, dorados, seda, objetos de plata). Hoy, ese proyecto es una realidad consolidada que ha creado más de mil empleos para jóvenes artesanos que han desarrollado su trabajo en trece talleres de la provincia de Siem Reap. La tienda principal se halla en las instalaciones de Les Chantiers Écoles y se pueden recorrer los diferentes talleres donde los artistas ejecutan su meticuloso trabajo y después pasar por su tienda para comprar algunas de sus piezas, desde reproducciones de las estatuas de los templos de Angkor a muebles para el hogar.

LA CAÓTICA PHNOM PENH 

El viaje por tierras camboyanas puede terminar en su capital, la caótica Phnom Penh, con sus modernos hoteles, sus selectos restaurantes y sus bares bohemios. Solo por ver la magnífica colección de esculturas jemeres del Museo Nacional merece la pena acercarse a esta ciudad donde se pueden recordar los episodios más oscuros de la historia de Camboya en el Museo Tuol Sleng de Crímenes Genocidas, la prisión de alta seguridad que Pol Pot y los Jemeres Rojos establecieron en la capital de Camboya, pero conviene advertir que la experiencia impacta al comprobar el sentido de la violencia que se desató en estas tierras. También están muy próximos a la ciudad los campos de la muerte en Choeung Ek, un lugar de exterminio –más de 17.000 prisioneros atravesaron sus puertas para ser ejecutados– al que se puede llegar en tuc tuc. La historia sirvió de base argumental de la  la película oscarizada The Killing Fields, que dirigió Roland Joffé y con música de Mike Oldfield en 1984.

GUÍA PRÁCTICA

DOCUMENTACIÓN

Pasaporte en regla con validez mínima de seis meses. El visado turístico se tramita y se abona a la entrada del país. Hay que llevar 30 dólares (26 €) y una fotografía de carnet.

CÓMO LLEGAR 

No existen vuelos directos entre España y Camboya. Una buena opción es Vietnam Airlines (vietnamairlines.es), que conecta nuestro país con la península indochina vía París, Londres o Frankfurt.

CUÁNDO IR 

El clima de Camboya es tropical con monzones de mayo a octubre. En el sur hace mucho calor.

DIFERENCIA HORARIA

+5 horas en verano y +6 horas en invierno

MONEDA

El Riel (KHR). Un euro equivale a unos 4.600 KHR

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