Descubriendo Dinamarca: ciudades que visitar más allá de Copenhague

Ciudades danesas encantadoras más allá de Copenhague

Helsingør, Aarhus, Odense… Nombres que quizás, a priori, no nos suenan demasiado, pero que esconden tras ellos ciudades verdaderamente encantadoras. Más allá de Copenhague, la capital de Dinamarca, el país cuenta con auténticos tesoros que hoy hemos decidido desvelarte. Te invitamos a conocer las ciudades clave del reino más antiguo del mundo.

by CRISTINA FERNÁNDEZ

HELSINGØR Y SU 'SER O NO SER...'

Si hacemos volar nuestra imaginación y queremos saber más sobre el lugar en el que se desarrolla la trama de Hamlet, Helsingør es el lugar. Porque es en esta conocida ciudad al norte de Copenhague donde se encuentra el castillo de Kronborg, escenario de la mítica obra de William Shakespeare (aunque su autor decidiera cambiarle el nombre por el de Elsinore).

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Así que ese será el comienzo de nuestra ruta por la ciudad –se pueden visitar algunas de las salas interiores del castillo pagando una entrada–, para después continuar paseando por su calle principal, conocer el curioso Museo Aéreo y del Tráfico –con más de 30 aviones diferentes en su exposición- o acercarse al Palacio de Marianlyst para disfrutar de su colección permanente de arte.

Helsingør está situada en el límite con Suecia, así que visitar la vecina ciudad de Helsingborg supone tan solo unos minutos de conducción a través del puente que une ambos países. De hecho, fue precisamente su localización la que convirtió a la ciudad en todo un punto clave entre los siglos XV y XVIII: desde ella se vigilaba y recaudaban las tasas que los barcos debían pagar para cruzar desde el Báltico a mar abierto. 

El Marienlyst Strandhotel (marienlyst.dk), situado a pie de playa y a solo 1 kilómetro del castillo de Kronborg, es una opción excelente para alojarse en la ciudad. 

ROSKILDE Y LOS VIKINGOS

No son pocos los atractivos que se pueden destacar de esta ciudad a tan solo 30 kilómetros de la capital de Dinamarca: lo verdaderamente difícil será por dónde empezar a descubrirlos. Y lo hacemos por su pasado vikingo, reflejado por toda la ciudad, pero, sobre todo, en su Museo de Barcos Vikingos, ubicado en un precioso edificio de arquitectura moderna junto al magnífico paisaje del fiordo de Roskilde. En su interior se encuentran expuestos cinco barcos rescatados de las profundidades del fiordo pertenecientes al siglo XI que permiten conocer un poco más de cerca el pasado del país, uno de ellos, de 31 metros de longitud, es el barco vikingo más grande encontrado en la historia. 

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Y de las raíces vikingas, a las religiosas, a su imponente catedral, símbolo de la ciudad y cuyo origen se remonta al siglo XII. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y desde el año 1400 descansan en su interior los restos de todos los miembros de la familia real. 

Por cierto, a medio camino entre el fiordo y la catedral, no está de más hacer parada en el restaurante Pipers Hus (pipershus.dk), un lugar excelente para probar la gastronomía danesa. 

Y por último, otro de los grandes atractivos de la ciudad es el popular Festival de Roskilde, el más famoso de todo el norte de Europa que cada verano, a finales de junio, reúne a miles jóvenes llegados desde todas las partes del continente.   

¿Para alojarse en Roskilde? Comwell Roskilde (comwellroskilde.dk) es una propuesta ideal, un coqueto hotel de cuatro estrellas con unas vistas al fiordo que dejan sin habla. 

ODENSE, CUNA DE LA LITERATURA DANESA

Y si antes hablábamos de Shakespeare, ahora debemos hacerlo del escritor danés por excelencia, Hans Christian Andersen, que nació en Odense, una de las más grandes de Dinamarca. Debido al protagonismo indiscutible de este autor, la mayoría de los reclamos turísticos de la ciudad giran en torno a su figura. Así que, para comenzar, nos acercamos hasta su casa natal, situada en el corazón de un barrio repleto de construcciones tradicionales danesas de los siglos XVIII y XIX. Con los años, Andersen se mudaría a otra casa en la que pasaría la mayor parte de su vida y que hoy ha sido transformada en un museo dedicado a su vida y obra. 

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Tras conocer de cerca todo lo relacionado con el escritor, se puede pasear por las calles del centro de Odense para admirar, entre otros edificios, la catedral gótica de Stk. Knud o la fachada del Ayuntamiento. 

Antes de abandonar la ciudad, no estará de más visitar la Aldea de Fionia, una curiosa reconstrucción de una aldea danesa del siglo XVIII en la que conocer cómo eran las casas y las tradiciones que se desarrollaban por aquel tiempo en el país. 

ARTE Y DISEÑO EN KOLDING

Además de tratarse de la ciudad que acoge Kuldinghus, el último castillo real de la península de Jutlandia –cuyas ruinas restauradas coronan la ciudad y que, sin duda alguna, hay que visitar-, Kolding destaca por su situación estratégica. Y es que se encuentra en el centro del mayor cruce de caminos del país: desde ella se puede acceder con facilidad a casi cualquier rincón de Dinamarca y durante su historia siempre ha sido sede de intercambios comerciales con el extranjero. 

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Daremos un paseo para visitar la iglesia de San Nicolás, construida en el siglo XIII y la más antigua de toda Dinamarca. Y nos adentrarnos en el movimiento artístico que se desarrolla en la ciudad acercándonos hasta el Museo de Arte Trapholt, donde se exhiben obras de artistas daneses desde 1900 hasta la actualidad. 

La última parada está a escasos 20 kilómetros al sur de Kolding, en Christiansfeld, donde deberemos probar sus deliciosos pastelillos de miel. Toda una experiencia gastronómica. 

EBSJERG, CIUDAD PORTUARIA 

Si llegáramos a esta ciudad portuaria danesa desde el mar –que no es el caso-, lo primero que llamaría nuestra atención sería unas gigantescas figuras que decoran el paisaje en la lejanía. Se trata de la obra El hombre encuentra el mar, del artista Svend Wiig. Un monumento que se inspira en los míticos moáis de la Isla de Pascua y que representa el encuentro entre la humanidad, lo puro y la naturaleza. 

Acto seguido podríamos acercarnos al Museo Marítimo y de la Pesca, situado a solo un paseo de las figuras, donde conocer un poco más sobre la historia marítima de Dinamarca, tan ligada al país.

En el centro de la ciudad, más arte: el que se puede encontrar en forma de esculturas en el Jardín de Heerup, en la decoración de Robert Jacobsen en la iglesia de Hjerting, o el de la iglesia de Sankt Nikolaj, entre otros.     

AARHUS, ANTIGUA PERO JOVIAL

Joven y anciana, esa es la contradicción de esta ciudad situada al norte de Dinamarca. Fundada por los vikingos en el siglo VIII, hoy día más de 40 mil estudiantes pueblan sus calles y parques dotándola de un espíritu jovial que se siente con solo caminar por ella. Y eso es lo que hay que hacer una vez se llega a la ciudad: pasear por casco histórico, sentarse en alguno de sus bares junto a la ribera de sus canales y contagiarse de la vida animada de este rincón danés. 

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Aarhus, además de universitaria, es también una ciudad musical. De hecho, aquí se encuentra la Ópera Nacional de Dinamarca, que acoge infinidad de espectáculos cada año. Además, es sede de numerosos festivales, como el Aarhus Festuge, uno de los más multiculturales e importantes de toda Escandinavia. 

Para hacer la visita a Aarhus más redonda aún, no habrá que olvidarse de visitar la catedral, admirar la fachada del Ayuntamiento de la ciudad -diseñado por el arquitecto Arne Jacobsen-, o relajarse en el Jardín Japonés de Dinamarca

El First Hotel Atlantic (firsthotels.com) un elegante hotel en pleno centro de la ciudad de Aarhus, será una perfecta opción para alojarnos y descansar de las intensas jornadas descubriendo el país danés. 

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