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Segovia, en 10 imprescindibles (aparte del acueducto y el cochinillo)

La fama de ambos ha eclipsado parcialmente a una ciudad que tiene muchos otros atractivos: paseos verdes, rutas literarias, un museo de títeres y templos románicos para parar un AVE. La antigua cárcel alberga ahora exposiciones y conciertos. Y la vieja judería es un barrio encantador donde se saborean platos sefardíes (y también cochinillo).

by ANDRÉS CAMPOS

ACUEDUCTO
Aunque un reciente hallazgo arqueológico le ha restado algunos años (antes se pensaba que fue construido en el 98; ahora, en el 112), sigue siendo, con mucho, el ‘vecino’ más viejo de Segovia, con el que todos quieren hacerse un selfie. Está la parte visible del acueducto, la que todos fotografían, y está la parte invisible, que corre soterrada hasta el azud o presa romana donde captaba sus aguas, en el valle del río Frío, a 10 kilómetros de la ciudad. Si nos gustan la historia y el senderismo, la ruta del azud es un diez.

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ALCÁZAR
Ha sido residencia de los austeros reyes castellanos, cárcel de Estado, Real Colegio de Artillería y Archivo General Militar. Pero a pesar de tener un currículum tan serio, el alcázar de Segovia (alcazardesegovia.com) parece un castillo de cuento. Se dice que Walt Disney se inspiró en él para dibujar el castillo de Blancanieves.

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TÍTERES
Teniendo niños, es un crimen no venir a Segovia a mediados de mayo, cuando se celebra el festival de títeres Titirimundi (titirimundi.es). Todo el año se puede visitar la Colección de Títeres Francisco Peralta, en la Puerta de Santiago. Otra figura articulada curiosísima es el Cristo de los Gascones, que se hizo en el siglo XIII para escenificar el descendimiento de la cruz. Está en la iglesia de los Santos Justo y Pastor, uno de los más de 20 templos románicos que hay en la ciudad. Será por románico en Segovia…

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COCHINILLO Y PONCHE
El templo (no románico, pero casi) del cochinillo es el Mesón de Cándido (mesondecandido.es), que se fundó a la sombra del acueducto al poco de llegar el ferrocarril a la ciudad, en 1884. También son de ovación los asados de Casa Duque (restauranteduque.es), José María (restaurantejosemaria.com) y Maracaibo (restaurantemaracaibo.com). Y el típico ponche segoviano de la pastelería Limón y Menta (pastelerialimonymenta.com).

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CASA-MUSEO DE ANTONIO MACHADO
Trece años (1919-1932) pasó Antonio Machado en Segovia, dando clases de francés en el Instituto y también a obreros pobres. Se parte el alma al visitar la humildísima pensión donde vivió, en el número 5 de la calle Desamparados, a dos pasos de la catedral. ¿Cómo es posible que un poeta ya consagrado (¡el autor de Campos de Castilla!) habitara en aquel cuartucho? La casa dice mucho de Machado, pero más de España.

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ALAMEDA DEL PARRAL
Era el paseo favorito de Machado y sigue siendo el rincón más bello y poético de la ciudad, allí donde el Eresma se embosca entre añosos plátanos y chopos, y lame la Real Casa de Moneda (la primera mecanizada de España, del siglo XVI, hoy museo: casamonedasegovia.es). Visto desde la pradera de la Fuencisla, el alcázar produce vértigo inverso. Cerca está la misteriosa iglesia de la Vera Cruz, de planta dodecagonal, que muchos aún creen templaria.

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JUDERÍA
Otro paseo muy grato es el del Salón de Isabel II, el cual bordea la ciudad amurallada por el sur, dando vistas a la sierra de Guadarrama. Desde aquí, por el postigo del Sol, se accede a la antigua judería. La que fue sinagoga mayor es hoy iglesia del Corpus Christi; y la casa del rico hebreo Abraham Seneor, Centro Didáctico de la Judería. En el Fogón Sefardí (lacasamudejar.com) elaboran platos de aquella época. Y también cochinillo, que no es nada judío.

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TORRE DE LA CATEDRAL
Una escalera de caracol de 200 peldaños permite subir al punto más alto de la ciudad, la torre de la catedral (catedralsegovia.wordpress.com), para disfrutar desde sus 88 metros de una vista espectacular del casco histórico, la meseta y la sierra. Además se ven, en la propia torre, cuatro tapices flamencos, la casa del campanero y nueve señoras campanas, la mayor de las cuales pesa 1.400 kilos. Lo mismo que un Audi 4.

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PASEO EN GLOBO
Si los 88 metros del campanario nos parecen pocos, podemos subir hasta un kilómetro en un globo aerostático para codearnos con los buitres serranos y hacer una foto aérea de la ciudad, dorada por el sol del amanecer, que lo pete en Instagram. El vuelo, de una hora de duración, cuesta 150 euros por persona. Incluye desayuno campestre y brindis final con una copa de cava para celebrar que se ha aterrizado bien. Se ha de reservar con antelación en la Oficina de Turismo de Segovia (turismodesegovia.com).

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TODOS A LA CÁRCEL
Nadie quiere ir a la cárcel. Menos en Segovia, cuya antigua prisión provincial es desde 2011 un animadísimo centro cultural (lacarceldesegovia.com). Sus galerías, patios y celdas, que han aparecido en series como Cuéntame cómo pasó y en películas como Torrente 4, acogen multitud de actividades a lo largo del año, desde teatro para niños hasta conciertos para adultos. Es una cárcel al revés: un espacio de creación y libertad.

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