
Descubre en Galilea el camino de Jesús
Al norte de Israel, un mosaico de paisajes y monumentos recuerdan que, dos mil años atrás, Jesús pasó la mayor parte de su vida caminando por estas tierras. De Nazaret a Cafarnaún, tú también puedes seguir la ruta senderista que lleva su nombre, es otra forma de visitar los Santos Lugares.
En aquellos días, el Arcángel San Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a visitar a una Virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la Virgen se llamaba María. Así comienza la historia evangélica de Jesús, el Hijo de Dios, aquel que grabó para la eternidad el nombre de su pueblo natal; y aquí comienza también un itinerario espiritual que, siguiendo su labor evangelizadora durante sus años de infancia y de vida pública, descubre a los cristianos la bellísima región de Galilea.
Con las botas puestas y la Biblia en la mano, este peregrinaje de 65 kilómetros está pensado para hacer a pie en tres o cuatro días. A la variedad de fértiles paisajes que atraviesa se suma la riqueza humana de una tierra que durante siglos ha sido ejemplo de convivencia de comunidades étnicas y religiosas.
El punto de partida es Nazaret. De la que fuera una aldea agrícola hoy queda un urbanismo disperso, con calles en cuesta animadas por el bullicio de los mercados y bazares, y con el almuédano llamando a la oración desde los minaretes de sus mezquitas, ya que aquí los musulmanes son mayoría. En esta ciudad donde Jesús vivió y creció junto a sus padres, el centro de todas las miradas es la basílica de la Anunciación. Aunque pasa por ser el mayor santuario cristiano del Oriente Medio, su gran interés reside en la pequeña gruta donde, según la tradición, el Arcángel San Gabriel se apareció a María.
Las Sagradas Escrituras no la mencionan, pero la Ruta de Jesús tiene en Séforis o Zippori, la "ciudad situada en la cima de un monte" que refiere el evangelista Mateo, su siguiente parada. La que entonces era la ciudad más importante de Galilea debió de ser conocida por Jesús y sus discípulos, ya que estaba situada en la gran vía de comunicación entre el mar Mediterráneo y el lago Tiberíades. Hoy hay que detenerse en ella para admirar sus mosaicos bizantinos, especialmente el de la Mona Lisa de Galilea.
El camino pone rumbo hacia Caná, donde Jesús obró su primer milagro al transformar el agua en vino en el transcurso de una boda en presencia de la Virgen María. Y, tras dejar atrás el sitio donde tuvo lugar la decisiva batalla de Hattin entre las fuerzas musulmanas de Saladino y el ejército cruzado, se llega a Nebi Shu’eib, un complejo religioso que alberga la tumba del suegro de Moisés, Jetro, profeta cristiano según la tradición drusa.
Más allá, los acantilados de Arbel ofrecen una amplísima panorámica que abarca desde los Altos del Golán hasta el valle del río Jordán; y después, la siguiente parada es Tabgha, cuya iglesia de la Multiplicación de los Panes y los Peces también destaca por los mosaicos bizantinos, del siglo V, que conmemoran el milagro.
Tienes que ascender al Monte de las Bienaventuranzas para contemplar el lugar en el que Jesús pronunció el Sermón de la Montaña y seguir camino hacia el mar de Galilea, donde Herodes Antipas fundó, el 19 d.C., Tiberias, una de las cuatro ciudades santas del judaísmo. En la orilla del lago, construida sobre rocas, la iglesia del Primado da testimonio de una de las apariciones de Jesús después de resucitar, pero sobre todo de que aquí fue donde el Hijo de Dios confirmó al Apóstol Pedro como pilar de su Iglesia.
Bordeando la ribera norte del lago alcanzarás Cafarnaún, segunda patria de Jesús, tantas veces citada en el Evangelio. Los restos de la Casa de San Pedro —sobre los que se levantó una curiosa iglesia de planta octogonal— hablan de que en ella se hospedó el Maestro, y no te será difícil imaginar, viendo sus ruinas y su sinagoga, por qué Jesús la eligió para transmitir su mensaje y realizar milagros. En dirección sur, por la misma orilla del lago se llega a Yardenite, que recuerda el bautismo de Jesús por Juan y donde muchos peregrinos se animan a convertir en propia la experiencia sumergiéndose en las aguas del río Jordán.
La Ruta de Jesús cierra su recorrido circular en el Monte Tabor, lugar de la Transfiguración de Jesús, con sus dos iglesias en lo más alto de la montaña: una franciscana construida sobre ruinas bizantinas y una modesta iglesia ortodoxa griega que lleva el nombre del profeta Elías.
Antes de volver a Nazaret, el Monte Precipicio, sitio donde una multitud furiosa intentó arrojar a Jesús después de su audaz discurso en la sinagoga de Nazaret, ofrece una amplia vista del valle de Jezreel y del Monte Tabor, antes de poner punto final a esta ruta iniciática y regresar a Jerusalén, donde te aguardan todavía unas jornadas de meditación y recogimiento.
GUÍA PRÁCTICA
Dónde dormir
En Nazaret, el Golden Crown, en el casco histórico; y el Nazareth Plaza. En Tiberias, el Rimonim Galei Kinneret; y junto al mar de Galilea, los hoteles Leonardo Plaza y Scott, en un hospital del siglo XVIII.
Dónde comer
Una buena referencia para probar la exquisita comida árabe es el restaurante Diana de Nazaret. En Tiberias, Deck’s, el asiático Pagoda o cualquiera de los restaurantes a orillas del lago. Toda una experiencia es comer el pescado de San Pedro en el kibutz Ein Gev.
Más información
Ruta de Jesús y Turismo de Israel.