Sensual, colorista, mágica, la capital cubana sigue siendo ese lugar que nadie podría haber inventado. Con sus fachadas decadentes y sus vehículos de época. Con la calidez de sus gentes y el son improvisado en plena calle. Ahora, además, soplan vientos nuevos con una incipiente hornada de bares, restaurantes, tiendas y galerías de arte que añaden otro rostro a su encanto anacrónico
22/03/2024 14:04 CET
Noelia Ferreiro