La Navidad es un momento de encuentros. La gran mayoría de ellos son en torno a una mesa. Por eso, esa cena o comida que estás organizando puede ser el lugar en el que desplegar toda tu faceta creativa. De hecho, tan importante es tener decorado un buen árbol como colocar una imponente mesa para sorprender a tus invitados.
Y, en este caso, lo que más suele llamar la atención son los centros de mesa navideños, pues casi todos los arreglos y composiciones que vas a ver en estas fiestas cuentan con ellos. Ya no el típico centro que compras en la floristería en rojo y dorado, sino que aúnan muchos elementos decorativos, con diferentes combinaciones (más o menos cargadas) y en distintas tonalidades.
Sigue habiendo mucho abeto, vela y bola de Navidad, pero también jarrones, piñas artificiales, guirnaldas de luces y candelabros que, en vez de coronarse con una vela, se pueden llegar a quedar hasta vacíos. A continuación, te damos muchas ideas para que puedas componer el tuyo.
Las mejores ideas para crear un centro de mesa navideño precioso y elegante
Un centro de mesa natural y relajado
La tendencia de lo natural se ha extendido este año también a la decoración navideña. Los tonos en blanco y beige, los verdes y marrones se han convertido en una buena base para esta época del año, pudiendo añadirle algo de color o dejar esta paleta cromática tal cual.
El primer centro de mesa navideño que te propongo no es nada estructurado, sino que mezcla diferentes elementos que todos podemos tener por casa y que reutilizamos. Una bandeja de mármol o cerámica (aquí hay gran importancia de los materiales), ramas de abeto o eucalipto preservado que depositar sobre ella o en un jarrón de cristal y adornos en blanco. Sin olvidarnos, por supuesto, de iluminar el conjunto con una guirnalda fina de luces cálidas.
Un centro de mesa navideño de lo más clásico
La clásica corona de adviento en el centro de la mesa va a ser un acierto siempre. Pero, en vez de quedarte con lo que puedes encontrar en cualquier tienda, te animo a que seas tú misma quien la haga. De verdad que es bien sencillo.
Solo hay que coger una corona de abeto, sin artificios, añadiendo aquellos elementos que la visten de una manera elegante. En este ejemplo, colocamos lazos en terciopelo rojo que hemos encontrado en Amazon, además de unas ramas de acebo artificial y unas láminas de naranja que, además, aromatizan y dan un toque mucho más hogareño.
Un centro de mesa sencillo e iluminado
Otra de las opciones que más vemos, además de la anterior, son los centros de mesa que incorporan velas (para mí, una parte fundamental en la decoración navideña). Y no tiene que ser nada recargado ni con bolas brillantes que le quitan el protagonismo.
Esta opción es sencilla, pero elegante y, las velas elegidas, le dan cierta altura, acercando así la parte superior del espacio a la parte inferior. Está compuesto de un centro de abeto artificial (que también puede ser natural), con piñas y, algo que me encanta, ramas de algodón artificial. Se corona con unas finas velas doradas.
Minimalista y colorido en maceta
Por último, si no te quieres complicar demasiado, siempre puedes echar mano de una buena flor de Pascua. Y no tiene por qué ser en el clásico color ojo, porque, como ves, hay otras muchas tonalidades igual de bonitas, como el rosado o el blanco. En este caso, tan solo se ha escogido un macetero rojo para darle un mayor toque navideño.
Súmale unas velas en blanco de buen tamaño (esta vez LED, para evitar posibles quemaduras) y algunos candelabros o piezas decorativas sueltas que se suman al centro, pero no llegan a unirse y no recargan.
























