11 accesorios económicos que transforman tu comedor para convertirlo en el punto de encuentro más bonito de tu hogar

Si hay algo que no puedo pasar por alto cuando decoro mi comedor o le doy una vuelta y lo preparo para la nueva estación es el centro de mesa. Siempre coloco algo en su punto central, equidistante a ambos lados de la mesa.

Para esta temporada, tengo en la cabeza algo parecido a esta ensaladera modelo Amber de Westwing. Porque la puedes rellenar de elementos que te traigan a la vista el otoño, como piñas o calabazas, pero también dejarla vacía. Y es que, gracias a su diseño, es una pieza decorativa en sí misma.

Dentro de la línea The Kitchen, está fabricada en resina marrón con la forma de una hoja que ha caído ahora en septiembre. Un material que es resistente, pero que conserva un brillo estupendo como para llamar la atención cuando entras al comedor. Si encuentras una pieza como esta para tu comedor, puedes dejar la mesa sin más decoración.

Siempre que escribo un artículo en el que hablo sobre decoración del hogar, sobre todo, si se refiere a estancias en las que hay tiempo compartido, hablo de la importancia que tiene la iluminación. Para mí, puede cambiar un comedor por completo.

Y aunque, en este caso, el punto fundamental al que debes prestar atención es, sin duda, la lámpara de techo que solemos situar justo encima de la mesa, me gusta contar con algunos puntos de luz adicionales y muy sutiles en los laterales. Por ejemplo, sobre el aparador o la estantería del fondo. 

Algo parecido a esta lámpara de cerámica en amarillo mostaza con panel en beige, modelo JUNHA de Maisons du Monde. Por tan solo 10€, créeme, puedes darle un toque de color elegante y cálido a esa esquina que se queda algo apagada. Tiene una altura de casi 28 centímetros y está fabricada con gran parte de materiales reciclados.

A esa iluminación, cuando tengas el comedor repleto de invitados, pueden contribuir las velas que, además, en otoño, apetecen mucho.

En vez de llenar la mesa con modelos bajos o velas en tarros (de las que me declaro muy fan), te recomiendo utilizar candelabros; por dos motivos. El primero, porque evitas que los comensales se quemen con ellas al querer alcanzar algo situado al centro. El segundo, porque son un elemento decorativo más que pueden funcionar tanto con velas como sin ellas.

El candelabro Anit de Westwing es perfecto, porque es minimalista y elegante, fácil de combinar con todo tipo de ambientes y con la altura perfecta. Son atemporales, no te cansarás de ellos pasados los años. Están fabricados en metal dorado, que, a su vez, refleja la luz y te puede servir para los ambientes más íntimos o los más festivos.

En casa de mis padres casi todo se cubría con alfombras. No es una casa fría, sino todo lo contrario. Sin embargo, ahora que yo soy la encargada de decorar la mía, entiendo perfectamente por qué son un sí rotundo. Hacen que la estancia se convierta en un lugar acogedor en el que quieres estar. Y, el comedor, no tiene por qué ser menos.

Sí que es cierto que sufren más, tanto las pisadas como las posibles manchas, pero eso no quiere decir que no encuentres un modelo económico y fácil de mantener con el que conseguir ese efecto que buscamos con ellas.

La alfombra TIPHEDE de IKEA es uno de los modelos que recomiendo siempre en este caso, pues no hay que invertir demasiado. Con unas medidas de 120 x 180 centímetros, está fabricada en algodón, en dos tonos -beige y negro- y, si se mancha, puedes meterla en la lavadora.

La lámpara de techo en el comedor puede convertirse en uno de los elementos que más llama la atención. Por eso, mi sugerencia es que te atrevas con el modelo que más te guste. Uno de los que más de moda están es esta lámpara de estilo industrial en negro de Comely en Amazon.

Una lámpara de techo muy versátil con con seis brazos con un ángulo cada uno que se puede ir girando horizontalmente para ajustar la luz a los puntos que queremos iluminar.

El plafón que va al techo tiene un diseño vintage con algunos detalles en dorado. Está fabricada en metal negro y puede iluminar bien un área aproximada de unos 10 m².

Los jarrones son otro de los elementos que yo utilizo mucho para decorar, porque son un elemento que puedes llenar de flores o no, eso depende de ti, pero que, por sí solos, son piezas decorativas que puedes ir cambiando siempre que quieras.

El jarrón Denas de Banak tiene un diseño y color que me gusta mucho para este otoño-invierno. Está fabricado en cristal marrón, con una altura de casi 26 centímetros y es estrecho en la parte inferior, pero muy abierta en la superior. Por eso, puedes convertirlo también en el centro de mesa de tu comedor si quieres darle cierta altura y que se vea.

Para esos jarrones de los que hablamos, puedes hacerte con algún arreglo floral que siga dándole altura a la mesa. Un decorador con el que una vez coincidí me dijo que a él le gustaba bajar el techo con la lámpara y subir la mesa con este tipo de ramas preservadas. Y me señaló, precisamente, un ramo de eucalipto preservado como este de Maia Shop.

En dos tonos -verde y burdeos- es un ramo de hoja redonda de aspecto delicado y elegante que se ha confeccionado con ramas de primera calidad y que perdura en el tiempo intacto. Además, sobre todo el color verde, pasa de una estación a otra perfectamente. 

Las paredes se visten, no solo con papeles pintados (que pueden darle un toque diferenciador a tu comedor), sino también con espejos y obras de arte como este cuadro abstracto que, al tener relieve, puede convertirse en el elemento protagonista de cualquier pared.

Es el modelo Gialos de Maisons du Monde, en terracota, un color muy de tendencia, elaborado en poliéster de alta calidad, que le da mucho volumen al comedor y con una textura que contribuye a ello. Sus dimensiones son de 72 x 52 centímetros, con lo que no cubre una pared, pero sí tiene un tamaño relativamente grande como para hacerse con el protagonismo sobre un aparador.

El tema de los manteles es como la tortilla de patata, que o eres de un equipo o de otro: con mantel o sin mantel. En el caso del comedor, a mí siempre me gusta que sea el primer caso: con mantel. Y, al ser el tamaño de la mesa el más grande que tengo en casa, cuento con algunos, específicos para ella.

Para este otoño-invierno, me gusta este modelo con cuadros vichy de El Corte Inglés. Lo tienes disponible hasta en cuatro medidas y dos colores -verde y negro- y es resinado, con lo que te será muy fácil limpiarlo.

Cuando tuve que diseñar mi comedor, lo que más me costaba ver eran las sillas, porque, además, suele ser una gran inversión. Sin embargo, hay opciones low cost que te permiten darle mucha personalidad y color.

Una de ellas, que te puede servir para mezclar con otros modelos o ponerlas todas iguales, son las SANDSBERG en azul oscuro de IKEA. Por menos de 20€, es una silla cómoda y moderna, con una estructura robusta de metal. Son apilables y fáciles de limpiar. Con ellas, sin duda, también puedes transformar tu comedor.

Por último, a mí me gusta tener siempre a mano unos cuantos posavasos sobre la mesa del comedor, porque no sé cuándo alguien va a querer apoyar su bebida sin que la mesa esté preparada. Y, para tenerlos a la vista, estos de Claudia&Julia me gustan mucho.

Un juego de posavasos con soporte fabricado y tallado a mano en Túnez en madera de olivo 100% natural, con un acabado rústico que nos recuerda a las ramas de los árboles. Cada pieza es única, son muy duraderos en el tiempo y perfectos para cualquier ocasión.