La lista de imprescindibles para la guardería que nadie te cuenta y que tu bebé necesita

Cuanto tu bebé llegue a la guardería te pedirán, al menos, un paquete entero de pañales que, a lo largo del curso, irás reponiendo. Y un par de paquetes de toallitas húmedas, las que uséis normalmente, para evitar posibles irritaciones. De hecho, si están exhentas llevar alcohol mucho mejor. Y todo bien etiquetado.

Pero además, te preguntarán si tu bebé usa o no una crema de pañal. Si es así, te pedirán que lleves una igualmente identificada. Te recomiendo que lo hagas, sobre todo, porque el cambio de pañal no es tan habitual como en casa, además de que es rápido y, muchas veces, se quedan restos o, incluso, toallitas. Que a mí me ha pasado.

Mi favorita para la escuela infantil es la crema de pañal con caléndula de Weleda. Por su formulación -caléndula, óxido de zinc, cera de abeja y manzanilla BIO-, no solo hidrata la zona, sino que regenera la epidermis irritada, calma y aísla la piel de los factores externos que la enrojecen.

Además, es muy fluida, su aroma es muy agradable y no hay que utilizar demasiada cantidad de producto.

A esta edad, los bebés juegan mucho y se mueven más, por lo que es normal que pueda darse alguna fuga inesperada. Si además, su alimentación incluye alimentos sólidos, las manchas estarán a la orden del día. 

Por este motivo, en las escuelas infantiles suelen pedirte dos mudas de repuesto. O, al menos, una más abrigada y otra más fresquita, que irán variando según las estaciones.

Yo lo que hago es incluir en su bolsa varias prendas de ropa lo más cómoda posible, evitando los botones y las complicadas cremalleras. No me olvido de los calcetines y, además, les llevo siempre con zapatillas de velcro, que ellos mismos puedan quitárselas y ponérselas. De hecho, cuando empiezan a coger autonomía, hasta tus propios hijos te lo agradecerán.

Una prenda muy socorrida, sea cual sea la edad de tu hijo, son los bodies de algodón que, en caso de emergencia, pueden servirle, incluso, a modo de camiseta. Como estos de La Redoute, con cuello redondo, manga larga y motivos animales en la parte frontal. Son suaves y están fabricados 100% en algodón.

Si tu bebé aún es lactante, te pedirán la leche materna o la leche de fórmula que esté comiendo, así como los cereales (si los toma) y demás alimentos específicos.

Sin embargo, si ya ha comenzado con la alimentación complementaria, además de preguntarte si está con triturados o con sólidos, te pedirán dos productos esenciales. 

El primero de ellos es el babero. La gran mayoría de las escuelas suelen dejarte libertad de elección, pero también las hay que te solicitan un babero de silicona, porque son fáciles de limpiar y, además, en el lavavajillas, se desinfectan.

Un buen ejemplo es este pack de tres baberos de YINGJEE, el más vendido en Amazon. Están fabricados en silicona de grado alimenticio, suave y segura, libre de productos químicos tóxicos. De esta forma, no dañan la piel.

Las correas son más anchas de lo normal, para reducir la presión del bebé y cuenta con seis botones de ajuste, adecuado para bebés de 0 a 3 años. Su bolsillo inferior es grande, para atrapar bien la comida que se cae y se puede lavar perfectamente hasta a 220 ºC.

El segundo esencial que te van a solicitar en la escuela infantil, si es mayor de seis meses, es el vaso de transición que utilice para beber agua.

Cada niño es un mundo y pasa del pecho o biberón al vaso de una manera u otra. Por ello, tendrás que llevar uno bien identificado que se quedará allí hasta final de curso.

Uno de los modelos más vendidos que verás en muchos parques son estos vasos de Munchkin. Y yo, que los he probado, te digo que son estupendos. Aunque, al principio, puede costarle un poco hacerse al flujo de agua.

Tienen asas para facilitar que tu bebé pueda cogerlo con sus pequeñas manos, una capacidad de 207 mililitros y una válvula extraíble que facilita la limpieza y que permite a tu bebé beber en 360º.

Por cuestiones de higiene, seguramente las zapatillas o zapatos con los que tu hijo acuda a la escuela infantil se queden en la entrada. Y, para sus horas dentro, utilice o bien unas zapatillas de andar por casa que sean cómodas y que no salgan de allí o, directamente, se queden con sus calcetines o anden descalzos. 

Después de un año de guardería con mi primer hijo, que ha tenido calcetines, zapatillas de andar por casa y ha estado descalzo, finalmente me he decantado por llevarle unos calcetines antideslizantes que él identifique. De hecho, cuando llegan a casa para ser lavados, habla de sus calcetines del cole. Me parece la opción más cómoda para ellos. Y la más segura, pues ya he tenido un disgusto por resbalón que me ha hecho pasar por Urgencias y que se llevase unos cuantos puntos a casa.

Lo que hago es que compro un pack de muchos colores y con diseños divertidos, como este de FedMois que, como característica destacada, tiene una suela antideslizante que va desde el inicio del pie hasta el talón, cubriéndola por completo.

Están confeccionados en algodón con un pequeño porcentaje de elastano, para que les sea fácil quitar y poner. Y, por mucho que los metas en la lavadora, no pierden su agarre.

También por motivos de higiene, seguramente te pidan una pequeña toalla para los momentos de aseo. Así como un cepillo dental si se lava allí los dientes después de cada comida.

Cuanto más suave, mejor. Y que sea de algodón, porque la usarán, precisamente, buscando evitar la irritación de la piel de tu bebé. Tanto si tienen que lavarle, como cambiarle el pañal y secarle antes de ponerle el siguiente (algo muy recomendable).

Así, por ejemplo, me gusta el formato del modelo KARMA de IKEA, que reúne estas características. Bórdale el nombre, para no perderla.

Dependiendo de la edad de tu bebé, seguramente te pidan que metas en su mochila un chupete (si lo utiliza) y un muñeco de apego, por si lo llega a necesitar en algún momento. Son pocos los niños que consiguen realizar esta transición sin una sola lágrima. Ese juguete de apego les dará algo más de seguridad.

Este de la marca Kaloo tiene un pequeño conejito como protagonista, junto a una mantita. Se puede lavar a máquina y es muy suave. Es seguro para el bebé y mide unos 18 centímetros.

Por último, no te olvides de contar con una mochila para tu bebé en la que quepa todo. Es importante que todas sus cosas estén siempre localizadas. Puede que, incluso, desde el propio centro te soliciten un par de mochilas: una para lo que se queda todos los días allí y otra para meter lo que viene y va.

Además, pueden también pedirte dos bolsas de tela, una más grande, para la ropa sucia del bebé, y otra un poco más pequeña para poner los baberos con restos de comida. O bolsas de refrigeración.

Esta mochila de Suavinex me gusta por su diseño suave y amplitud. Tiene un compartimento principal, correas ajustables y el tamaño perfecto para que los más pequeños puedan llevarla si quieren sentirse mayores.

Además, cuenta en su interior con una especie de canastilla con los productos básicos de higiene y un vaso de aprendizaje con el mismo diseño para que el bebé sepa identificarlo.