El escritorio MICKE de IKEA se ha convertido en el objeto de deseo de muchos por una razón: su diseño inteligente y su versatilidad.
No me digas que no te ha pasado que, con la cantidad de cables del ordenador, el móvil y otros aparatos, tu escritorio es un desastre. Pues con este escritorio eso no será problema.
La abertura trasera está pensada para que puedas ocultar todos esos cables y enchufes, dejándolos a mano, pero fuera de la vista. Esto hace que tu espacio se vea mucho más limpio y ordenado, ayudándote a concentrarte en lo que de verdad importa.
Una de las cosas que más me gustan de este escritorio es lo práctico que resulta. Puedes elegir si quieres montar la unidad de cajones a la derecha o a la izquierda, lo que te permite adaptarlo a la perfección a tu espacio y a tu forma de trabajar.
Es como si el mueble se hiciera a la medida de tus necesidades, y eso, te aseguro, es algo que se agradece un montón en el día a día.
Además, podrás ajustar las baldas a diferentes alturas, tienes la libertad de cambiar la decoración y la organización cuando quieras. La flexibilidad que te da para reorganizar tus cosas es simplemente genial.
Su diseño está pensado para que puedas combinarlo con otros muebles de la serie MICKE, como los módulos de cajones o estanterías. Todos tienen la misma altura, lo que te permite crear una superficie de trabajo mucho más amplia y unificada. Si en algún momento necesitas más espacio para tus proyectos, solo tienes que añadir otro módulo y listo.
Por último, no podemos olvidar un detalle superimportante, especialmente si trabajas con un ordenador.
La abertura en el panel trasero no es solo para los cables; también asegura una ventilación adecuada para tu equipo. Esto ayuda a que no se recaliente, protegiendo tu portátil o PC para que te dure mucho más tiempo.