Siempre me ha costado ponerme morena. De hecho, dado que solía aplazar mis vacaciones hasta finales de agosto o incluso el mes de septiembre, llegué a asumir que conseguir un bronceado dorado e intenso era imposible para mí. Hasta que empecé a utilizar productos bronceadores y potenciadores del moreno (combinándolos siempre con protección solar muy alta, por supuesto). Así fue como descubrí también un producto que tiene la maravillosa capacidad de hacer que el moreno se vea mucho más bonito, y que se ha convertido en mi gran imprescindible: el aceite corporal dorado. Y, después de probar varias opciones, este verano he dado con el definitivo: el aceite Monoï de Tahití de Yves Rocher.
Un producto que hidrata la piel en profundidad y la ilumina con sus nácares dorados, haciendo que el moreno se vea más intenso y mucho más bonito. Pero tranquila, porque aquí te cuento todo sobre este superdescubrimiento y te enseño cómo queda en la piel.
Mi experiencia con el aceite Monoï de Tahití de Yves Rocher
Aceite dorado hidratante
Si quieres conseguir un moreno radiante y precioso, al mismo tiempo que hidratas y proteges tu piel, sin duda este aceite es todo lo que necesitas. El toque final perfecto para un día de playa.
Lo mejor
- Hidrata la piel en profundidad y la deja muy suave
- Aporta un brillo instantáneo que hace que el moreno se vea más bonito e intenso
- Su tacto seco evita esa sensación grasa y pegajosa
- Se absorbe rápidamente y se funde muy bien con la piel
- Puedes aplicarlo sobre la piel húmeda o en seco
- Tiene un aroma delicioso que te acompañará todo el día
- Los pigmentos nacarados son muy sutiles
- Podrás llevarlo de viaje, incluso en avión
- Puedes usarlo en el pelo
A tener en cuenta
- Si lo usas en todo el cuerpo, quizá no te cunda demasiado
El ingrediente estrella de este aceite corporal es el Monoï de Tahití, un activo del que es probable que hayas oído hablar, ya que en los últimos años ha ganado mucha popularidad. El motivo no es otro que sus enormes beneficios para la piel.
Este aceite de origen polinesio, se obtiene macerando flores frescas de gardenia Tiaré en aceite de coco durante un mínimo de 10 días. Esto le permite combinar el alto poder nutritivo del aceite de coco con un aroma floral delicioso, de esos que se graban en el recuerdo, y la capacidad de penetrar mucho mejor en la piel y el cabello, evitando ese tacto graso y pesado que tienen otros aceites.
En este caso, además, a la fórmula se han añadido aceites de semilla de girasol, sésamo y ricino, triglicéridos caprílicos y vitamina E. Activos que potencian su poder hidratante y suavizante, le permiten proteger la piel del estrés oxidativo (y, por lo tanto, del envejecimiento prematuro), y consiguen una textura ligera que se funde con la piel. De hecho, una de las cosas que más me gustan es que consigue un tacto seco casi instantáneo, por lo que no tienes que esperar a que se seque para vestirte.
Pero no por ello hidrata menos; todo lo contrario. De hecho, lo he usado durante mis vacaciones en la playa a modo de after sun, ya que mi piel se resecaba mucho más e incluso sufrí alguna quemadura solar, y me ha sorprendido gratamente lo hidratada y suave que la dejaba.
Aunque, sin duda, una de mis cosas favoritas son los pigmentos minerales y las micas naturales que añaden ese brillo nacarado y hacen que el bronceado se vea dorado y mucho más bonito. E incluso da la sensación de que lo potencian ligeramente. El toque final que hará que te veas muchísimo más guapa y que tu piel brille como nunca, y que se convertirá en tu mejor aliado para conseguir el look perfecto para los festivales.
Pero la cosa no se queda ahí, ya que también puedes usarlo en el cabello, a modo de mascarilla o aceite hidratante. En mi caso, lo he hecho únicamente en casa, ya que mi pelo es muy fino y se engrasa con facilidad. Y te puedo asegurar que se nota la hidratación. ¿El detalle final que lo convierte en el cosmético ideal para el verano? Su formato de 100 mililitros que podrás llevar a todos tus viajes.
¿Para qué se utiliza el Monoï de Tahití?
Una de las grandes ventajas del Monoï de Tahití es que sus propiedades lo convierten en una opción multiusos ideal para cuidar la piel y el cabello. Por lo tanto, además de un excelente hidratante corporal que dejará tu piel suave y jugosa, también podrás usarlo a modo de after sun para reparar y calmar la dermis tras la exposición solar. Además, ayuda a alargar la duración del moreno, ya que evita la descamación. Es también un excelente remedio para los talones secos y agrietados, y funciona muy bien como hidratante para las cutículas.
Del mismo modo, es un excelente hidratante y reparador para el pelo, en el cual podrás aplicar a modo de mascarilla, como protector solar o sérum de acabado para añadir brillo y suavidad a tu melena. Su textura es perfecta para todos estos usos.
A diferencia de otros aceites corporales similares que he probado, el Monoï de Tahití de Yves Rocher me ha encantado por lo sutil que resultan sus nácares dorados, que lo convierten en una opción ideal para usar a diario. De hecho, desde mi punto de vista, su magia reside en que consigue añadir ese brillo dorado de forma casi invisible, haciendo que el moreno se vea más bonito sin ese reflejo tipo purpurina tan típico de este tipo de productos. Es, por lo tanto, una opción ideal para ti si estabas buscando un aceite hidratante que potencie tu moreno sin resultar evidente o muy llamativo.
Además, su precio es muy asequible (especialmente ahora que está rebajado) y su formato es comodísimo.