Cómo maximizar el espacio de tu mochila de viaje

El primer truco que te confieso es que, en el caso de tener que minimizar mucho el contenido de la mochila, llevo puestas, tanto en el viaje de ida como en el de vuelta, la ropa más voluminosa. No lo llevo todo encima (como cuando Joey se pone todo el armario de Chandler encima en uno de los capítulos de Friends), pero sí que me pongo lo que más ocupa.

A partir de ahí, empiezo a guardar el resto de prendas. Y lo hago, no doblándolas, sino enrollándolas. De esta manera, ocupo menos espacio. En el fondo siempre las de mayor peso.

Además, si la mochila no tiene compartimentos, yo suelo utilizar bolsas de compresión como estas de Thule. Te permiten enrollar las prendas igualmente, pero ir organizándolas o bien por días o bien por tipos de prendas y, así, ir sacando lo que necesitas. O, por ejemplo, para separar la ropa interior del resto, algo que a mí me gusta hacer.

Están fabricadas en un tejido semitransparente que te permite ver su interior, con cremalleras de compresión para eliminar el exceso de aire en su interior. Consta de varias medidas y, utilizándolos, puedes llegar a evitar las arrugas que se generan en las prendas.

La decisión de si llevar o no neceser depende, muchas veces, de mis planes en destino. La mayoría de las veces, trato de prescindir de él y priorizar finísimos estuches de plástico (que ahora te mostraré), pero hay otras que los utilizo como organizadores.

Ahora bien, tienen que ser siempre colgantes. Esto es porque los llevo cuando mi destino no va a ser todo lo cómodo que a mí me gustaría y necesito saber que voy a poder colgar mis imprescindibles del pomo de cualquier puerta. Y, en él, no solo meto mis productos de aseo básicos, sino la ropa interior, las chanclas para la ducha o los calcetines. Efectivamente, hablo, por ejemplo, de cuando te toca compartir baño.

Y este modelo Zivacate, que apenas llega a los 10€, es a lo que me refiero. Y no resta espacio, sino que suma orden.

Está fabricado con tejido Oxford impermeable, con lo que sabes que nada de lo que vaya dentro se va a estropear, y su interior se divide en varios compartimentos de malla y de plástico TPU.

Los estuches finísimos de los que te hablaba antes son algo como estas bolsas transparentes de Aucuu. Y es que, cuando viajas con una mochila, los productos de aseo deben ser lo más pequeños posible y llevar el menor número que puedas.

Por dos motivos: reducir el número de cosas que vamos incluyendo en la mochila y minimizar el riesgo de derrames. Por eso, estos pequeños neceseres son perfectos.

Son muy finos, con lo que puedes llevar todo ordenado y colocarlos por capas en la mochila si llevas más de uno o en un bolsillo externo. Y son impermeables. Con lo que, si algún líquido se sale, no estropeará tu ropa. Además, al ser transparentes, te es fácil pasar el control de seguridad en los aeropuertos.

Para no perder las cosas más pequeñas que quieres llevar contigo, como pueden ser las joyas, yo siempre cuento con mini estuches con cremallera como estos. Da igual hasta qué hueco se cuelen dentro de la mochila, al final, acabas por encontrarlo.

En este paquete de seis que hemos encontrado en Amazon, además, vienen diferenciados por colores, para que puedas organizarte. Están fabricados en malla semitransparente  (para que puedas ver su interior) y tienen un tamaño de 11,5 x 8 centímetros. Si quieres, incluso, puedes pasarlos a tus propios bolsillos.

Este es uno de los últimos trucos que he puesto en práctica, pero que, si de verdad necesitas maximizar muchísimo el espacio de tu mochila o, incluso, maleta, te recomiendo utilizar: bolsas al vacío para ropa. Verás que es un truco cada vez más recurrente en las redes sociales.

En este caso, el modelo de Vacbird es uno de los más valorados por los usuarios en Amazon y es muy fácil de utilizar.

En total, incluye doce bolsas con tres tamaños diferentes: cuatro de 40 x 40 centímetros, cuatro de 40 x 50 centímetros y cuatro de 40 x 60 centímetros.

Para eliminar todo el aire de su interior, viene con una bomba eléctrica USB portátil que apenas llega a los 80 gramos de peso, con lo que puedes llevarlo en cualquier bolsillo de tu mochila. De esta manera, puedes reducir hasta en un 80% el espacio que tu ropa ocupa. Y son muy resistentes, fabricadas en plástico PA y PE.

Hay algo muy importante sobre lo que no solemos poner nuestra plena atención y, en realidad, es lo único sin lo que no puedes salir de casa: tu documentación y los billetes de viaje. Adiós, carteras y monederos voluminosos.

Por eso, por muy pequeño que sea tu equipaje, siempre tienes que reservar un espacio mínimo para ello. Sobre todo, si viajas en aerolíneas de bajo coste a las que solo puedes subir con un bulto. 

Para que no estropearla y llevarla controlada, yo suelo utilizar estuches de PVC, finos y con el tamaño justo para la documentación por un lado y los billetes o reserva de viaje por otros. Además que, depende del destino, suelo llevar algunas fotocopias.

En varios colores, para poder identificarlos sin sacarlos de la mochila, están fabricados en PVC transparente que, así, te permite mostrar el contenido sin necesidad de sacarlo. Son impermeables y el tamaño de cada uno es de 20 x 12,5 centímetros.

Por último, te voy a recomendar unas bolsas de compra plegables que llevar contigo en el fondo de la mochila. Y es que, nunca sabes qué te vas a encontrar en destino y cuánto vas a necesitar maximizar el espacio de tu mochila a la hora de subirte al tren o avión. 

Con este modelo de APOMOONS puedes llevar los 'imprevistos' o, incluso, la ropa aún húmeda o sucia y, en el último minuto, comprimirla en tu mochila.

En cada paquete vienen tres piezas en discreto negro, con un tamaño de 50 x 48 centímetros, muy finas, flexib​les y lavables.