Sofia de Suecia, Sofia Hellqvist antes de su boda con el príncipe Carlos Felipe de Suecia en junio de 2015, no lo tuvo nada fácil para encajar en la realeza. Su pasado como estrella de reality show y modelo de lencería eran demasiado visibles y, aunque la institución guardó silencio, sí se filtró que la familia real no estaba conforme con esa relación. Veinte años después, cuando la princesa Sofía ya ha demostrado que puede ocupar ese lugar sin generar una crisis, su pasado vuelve a la actualidad con las filtraciones que la relacionan con Jeffrey Epstein y la que presuntamente sería otra de sus conseguidoras, la financiera sueca, Barbro Ehnbom. En medio, la princesa Sofia, ausente de la agenda oficial y guardando silencio.
Seis años después de su suicidio en prisión, Jeffrey Epstein y todo lo que rodea a su red de tráfico sexual sigue sacudiendo gobiernos, élites financieras y casas reales. Las filtraciones en torno a su caso precipitaron la caída definitiva de Andrés Mountbatten-Windsor y Sarah Ferguson, en el Reino Unido, y acaban de eclipsar los Premios Nobel en Suecia, ya que mientras que los reyes Carlos Gustavo y Silvia desfilaban por el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo en el que es su escaparate global, la institución trataba de parar el escándalo aclarando cómo había sido la relación entre Sofia y el magnate estadounidense.
El caso Epstein estalla en Suecia
Dagens Nyheter, uno de los medios de referencia del país, son los que han conseguido las citadas filtraciones y han revelado aspectos hasta ahora desconocidos de la nuera del rey. "Ella es Sofia, una aspirante a actriz que acaba de llegar a Nueva York. Es la chica de la que te hablé antes de irme, y pensé que te gustaría conocerla. ¿Quizás podamos visitarla antes de que te vayas de vacaciones de Navidad?", escribe Barbro Ehnbom a Jeffrey Epstein en uno de los correos que se han hecho públicos, adjuntando una imagen de la princesa.
Jeffrey Epstein responde que está en el Caribe (en su isla privada en la que según los archivos se cometieron numerosos delitos sexuales) y ofrece enviarle un billete de avión a Sofia, una invitación que, según la Casa Real sueca, ella no aceptó, ya que la versión de la institución es que, efectivamente, ellos dos coincidieron en "varias ocasiones" pero siempre en "encuentros sociales, como un restaurante o en el estreno de una película".
En ese mismo correo se habla sobre la posible formación actoral de Sofia y algunos problemas con el visado, dos detalles que no acaban de aclararse en los archivos publicados hasta ahora, pero que la Casa Real sueca también ha querido frenar. "Las informaciones de que la princesa recibió ayuda de Epstein para su formación como actriz o una visa para Estados Unidos son incorrectas. Por lo tanto, la princesa nunca ha dependido de él ni ha tenido contacto con él durante 20 años", aclaró la institución.
Lo que sí parece ser evidente gracias a los correos filtrados es cómo era la relación de Esptein con Barbro Ehnbom, ya que ella termina uno de los correos electrónicos con la siguiente frase: "Jeffrey pronto recibirá más fotos de sus amigas. Con cariño". Según el medio DN, la financiera llama al multimillonario "cariño" de formar recurrente y le pide su número de teléfono para poder seguir enviándole fotos de las jóvenes. "Es más fácil que el correo electrónico", le explica.
Barbro Ehnbom -cuyas empresas, según los medios suecos, recibieron inyecciones económicas de Epstein- también escribe en un correo electrónico mucho posterior que es "maravilloso" que Sofia y el príncipe estén en todas las portadas de las revistas. Hay que recordar que esta sueca afincada en Nueva York sería descrita con el tiempo como una de las mentoras de Sofia en lo que fue su transformación para ser princesa y por ello fue invitada a la boda real. Mientras, este tiempo de Sofia en la Gran Manzana figura en la biografía que comparte la Casa Real sueca sobre ella, como un periodo en el que "estudió contabilidad con especialización en desarrollo empresarial en el Instituto de Inglés y Negocios de Nueva York". La materia que en teoría dominaba Barbro Ehnbom, ahora repudiada por todos los sectores económicos del país.
Sugieren que siguiera el ejemplo de Mette-Marit de Noruega
Mientras los medios suecos tiran del hilo y las columnas de opinión reavivan el debate, la princesa Sofía mantiene el silencio. Una actitud que, por otra parte, siempre ha caracterizado su manera de afrontar la polémica. En Estocolmo, algunos artículos, empezando por los del medio que ha destapado el caso, sugieren que debería seguir el ejemplo de Mette-Marit de Noruega, quien reconoció haber coincidido con Jeffrey Epstein, pidió disculpas y condenó públicamente sus actos. Pero el paralelismo no es exacto: cuando Mette-Marit se relacionó con el magnate estadounidense, ya era la futura reina consorte de Noruega, mientras que Sofia aún no formaba parte de la realeza sueca. Y, en cualquier caso, lo evidente: coincidir con una persona no significa necesariamente conocer en qué está implicada.
De esta forma, se ha vuelto a reabrir el pasado de Sofía de Suecia y las razones por las que, desde el inicio, la Familia Real dejó entrever sus reservas respecto a la relación. No se trataba de sus orígenes, su clase social, su formación o su entorno. La principal dificultad residía en que Sofia Hellqvist no era una figura desconocida que pudiera pasar inadvertida o a la que se pudiera transformar en princesa, sino alguien ya reconocida públicamente por su participación en la primera temporada de Paradise Hotel, un reality show en el que jóvenes solteros buscaban pareja en un entorno paradisíaco. El programa se mantuvo en antena durante 16 años y 12 temporadas, hasta que en 2021 varias mujeres denunciaron haber sufrido abusos sexuales y haber sido silenciadas por la productora.
Sofia Hellqvist tenía 20 años cuando participó en ese programa y en su video de presentación salía en bikini en una piscina de modo muy sensual. Ella quería ser modelo, había participado en concursos de belleza y había sido chica de portada en una revista masculina. Sofia llegó a la final del reality show, pero nunca consiguió posicionarse como modelo. En ese momento no pensó que todas las fotos que circulaban de ella en lencería o tapándose el pecho con una serpiente serían un problema cuatro años después, cuando conoció al hijo de los Reyes de Suecia. Fue ese mismo año, el 2005, cuando se trasladó a Nueva York, lo sabemos por los correos y por su biografía oficial.
La transformación de Sofia
La relación entre Sofia y el príncipe comenzó en el año 2009, cuando los suecos esperaban que Carlos Felipe volviera con Emma Pernald, su novia de toda la vida y una amiga íntima de la princesa Magdalena. En enero de 2010, Aftonbladet hizo pública la relación: la pareja, que se había conocido en una discoteca, evitaba dejarse ver en público, pero era evidente que ella vivía ya con el príncipe. Igual que era obvio que no estaba invitada a ningún plan de la Familia Real. Muchos recordaban que, aunque él no fuera el príncipe heredero, sí era heredero al trono y por eso su matrimonio tenía que ser aprobado por el rey y por el gobierno.
La idea general es que esta relación no duraría, pero la prueba de que Carlos Felipe apostaba por esa relación es el giro que comenzó a dar el currículum de Sofia. Desde el primer año de relación, la joven puso en marcha un proyecto benéfico enfocado a la infancia y empezó a hacer cursos en la Universidad de Estocolmo sobre ética, derechos de la infancia y relaciones internacionales. Esto no evitó que de forma cíclica trascendiera que la Familia Real seguía sin estar de acuerdo con esta relación, por lo que su presencia en eventos familiares siempre era como una invitada más y no como la novia del príncipe.
Cuando en junio de 2014 se anunció su compromiso oficial, todavía algunos medios de comunicación se referían a ella como "stripper", una profesión que no se tiene constancia de que se desempeñara. También se desataron rumores sobre el dinero que la institución había invertido retirando material, sin embargo, sus fotos, como modelo de bañadores y ropa interior, siguen disponibles a la venta a día de hoy en agencias. La persistencia de este material es la prueba de que el escrutinio sobre Sofia de Suecia nunca ha terminado del todo y si en algo está acertada la Casa Real de Suecia es que el foco no se está poniendo en el lado correcto de la historia.

















