La Casa Real sueca anuncia el compromiso de la princesa Magdalena y Christopher O'Neill

La boda se celebrará el próximo verano en Suecia

Por hola.com

 

VER GALERÍA

 

De una Boda Real a otra. Aún de resaca por el enlace de Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, nos enteramos de otra buena nueva: la Casa Real sueca ha anunciado hoy las próximas nupcias de la princesa Magdalena con el financiero estadounidense Chris O'Neill, con quien tiene previsto casarse el próximo verano en Suecia. "Somos muy felices. Es un día muy especial para nosotros", señaló la Princesa en una entrevista oficial con motivo del anuncio de compromiso, a la que acompaña nuevas fotos de la pareja, tomadas ayer en el palacio Real de Estocolmo.

La confirmación oficial llegó horas después de que los tabloides suecos Expressen y Aftonbladet anunciaran el compromiso: "Después de que Su Alteza el Rey dio su consentimiento a que la princesa Magdalena contraiga matrimonio con Christopher O'Neill, el Rey ha pedido la aprobación del Gobierno, de acuerdo con lo que establece la Constitución", consta en el breve comunicado. Según estos medios, Chris le pidió la mano hace un mes y los Reyes celebraron el compromiso hace unas semanas durante una visita a Nueva York.

La princesa Magdalena, de 30 años, y O'Neill, siete mayor, se conocieron hace casi dos años en la ciudad de los rascacielos, donde la Princesa trabaja en la Fundación para los Niños del Mundo, la ONG fundada y dirigida por su madre, la reina Silvia. Las noticias sobre la relación sentimental de la pareja saltaron a los medios en enero de 2011, pero el noviazgo de la hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que ocupa el cuarto lugar en la sucesión al trono, después de su hermana, la princesa Victoria; la hija de esta, la princesa Estelle, y su hermano, el príncipe Carlos Felipe, y O'Neill, que procede de una adinerada familia estadounidense, no se hizo oficial hasta febrero pasado.

Una nueva vida tras un compromiso anterior
La princesa Magdalena se había prometido hace tres años con el abogado sueco Jonas Bergström, con quien mantenía una relación desde 2002, y se había especulado con su boda para otoño de 2010. Pero las publicaciones en la prensa sueca sobre las escapadas nocturnas y las infidelidades de Bergström provocaron primero un aplazamiento del enlace y después una ruptura definitiva, anunciada por la Casa Real en mayo de 2010: "Han llegado a la conclusión de que lo mejor para ellos es continuar adelante cada uno por separado", señaló entonces el comunicado oficial. Fue entonces cuando la Princesa decidió mudarse a Nueva York para huir de la presión de los medios suecos, y una comenzar allí una nueva vida, aunque en la entrevista de hoy no descarta volver en el futuro a Suecia con quien será su marido.