Tres semanas después de instalarse en Australia para estudiar Ciencias Sociales con especialización en Relaciones Internacionales y Economía Política, Ingrid de Noruega ya ha recibido la primera visita. La segunda en la línea sucesoria al trono escandinavo se ha adaptado muy rápido a su rutina universitaria y a su nueva vida en Sídney, donde ya ha ejercido de anfitriona con sus padres, Haakon y Mette-Marit. Los príncipes han hecho esta escapada estival secreta en medio de una doble polémica que desencadena una nueva crisis mediática en la Corona.
© Getty ImagesEl objetivo del viaje, según SE y HØR, era ayudar a la princesa Ingrid a instalarse y organizarse en los primeros pasos de esta nueva etapa que vive con mucha ilusión. "Será emocionante. Me aportará nuevas perspectivas tanto en la política europea como en la internacional. Seguro que aprenderé mucho", decía. La princesa Mette-Marit ha estado varios días en Sídney ayudando a su hija, mientras que el príncipe Haakon se unió al plan más tarde porque estuvo haciendo surf en Portugal. Con toda seguridad les ha dado consejos para su estancia la reina Mary de Dinamarca, que además es madrina de bautizo de Ingrid.
© The Royal CourtEl heredero al trono noruego llegó el 22 de julio a Lisboa junto a Marius Borg y Sverre Magnus. Desde la capital lusa se trasladaron a la playa de Ribeira d'Ilhas, donde ya estuvieron en 2016. Situada a poco más de 3 kilómetros de la localidad de Ericeira, está considerada como una de las mejores de Europa para practicar surf, una de sus disciplinas favoritas. El viaje no ha estado exento de polémica. La presencia del hijo mayor de Mette-Marit ha generado una gran controversia por los privilegios de este desplazamiento cuando no forma parte de la Familia Real. De hecho, en medio del revuelo, la Institución ha anunciado que le ha retirado su pasaporte diplomático, documento que le permitía eludir controles migratorios, recibir trato preferente en aeropuertos y contar con protección consular reforzada.
Momento clave para el caso Marius
Tras su plan de chicos, Haakon de Noruega voló a Sídney para unirse a su mujer y a su hija, con la que han estado hasta este martes, cuando han regresado a Oslo. Están a la espera de conocer el futuro judicial de Marius un año después de la detención que hizo saltar todo por los aires. Doce meses después y tras una investigación policial, la prensa noruega asegura que las víctimas se cuentan con dos dígitos y los cargos incluyen violación, comportamiento sexual, abusivo, abuso en relaciones cercanas, violencia, amenazas y daños. La policía de Oslo anunció a finales de junio que la fiscalía decidirá a mediados de agosto si se imputa al hijo de la princesa y, en caso afirmativo, por qué cargos.
© UK Press via Getty ImagesLa Familia Real mantiene desde el principio la misma postura respecto a este caso que ha supuesto un auténtico tsunami. "Es un asunto serio y nos preocupa que todos los involucrados reciban ayuda y apoyo, que tengan buena gente a su alrededor", afirmó el príncipe Haakon después de la primera detención, cuando ya se sabía que Marius tenía problemas, según él, derivados del alcohol y la cocaína, pero la policía todavía no había encontrado en su móvil los supuestos delitos sexuales. Por aquel entonces, trascendió el apoyo que el príncipe Haakon le brindaba acompañándole incluso a una clínica de rehabilitación en el Reino Unido, pero después, cuando todo estalló, la única vía posible ha sido dejar que trabaje la policía y guardar silencio.
