Días intensos se viven en el pequeño Principado de Mónaco. Mientras el príncipe Alberto y su familia han dado la bienvenida a la Navidad con la inauguración del famoso poblado de Port Hercule y la publicación de la tradicional tarjeta de felicitación, en sus redes sociales, alguien muy cercano al soberano ha protagonizado una celebración muy especial. Su sobrino, Louis Ducruet, ha festejado el primer cumpleaños de su segunda hija, la pequeña Constance, nacida el 4 de diciembre de 2024.
Ducruet y su esposa, Marie Chevallier quisieron compartir este momento tan especial con sus seguidores en redes sociales, acompañando las imágenes de la fiesta con un mensaje lleno de ternura: “Nuestro dulce pequeño bebé ya tiene UNO”. En las fotografías difundidas por los orgullosos padres se les ve sonrientes junto a su hija, rodeados de globos, flores y una espectacular tarta personalizada. La estampa refleja la faceta más entrañable y familiar de Louis, hijo de la princesa Estefanía de Mónaco, que muestra así su lado más cercano y afectuoso.
La fiesta se celebró en el elegante Hôtel Hermitage Monte-Carlo, un enclave histórico y privilegiado con vistas al puerto del Principado. La decoración, diseñada por la empresa de eventos One Event Azur, aportó un aire festivo y delicado, con detalles cuidados al máximo. La tarta de cumpleaños fue obra de Carolina Cake, una de las pastelerías más famosas de Mónaco, regentada por la pastelera Caroline Barbier, experta en diseñar pasteles personalizados.
El pastel de cumpleaños, elaborado especialmente para que la pequeña Constance soplara su primera vela, fue uno de los grandes protagonistas de la jornada, tanto por su espectacular diseño como por el simbolismo del momento. El ambiente, marcado por la calidez y la cercanía, reforzó la imagen de los Ducruet-Chevallier como una familia unida que quiso abrir las puertas de su intimidad para compartir con todos un hito tan especial.
Un padre orgulloso y cercano
Louis Ducruet, nieto del príncipe Rainiero III y de Grace Kelly, y sobrino del príncipe Alberto II, ha sabido combinar la tradición de la dinastía Grimaldi, cumpliendo con todas sus obligaciones oficiales como miembro de la familia real, con un estilo moderno y cosmopolita. Casado con Marie Chevallier desde 2019, el matrimonio tiene dos hijas: Victoire, la mayor, que vino al mundo el 4 de abril de 2023, y Constance, nacida hace un año. Louis conoció a su mujer mientras estudiaban en la Skema Business School, una institución francesa con campus en distintos países. Lo suyo fue un flechazo que terminó en boda después de siete años de relación.
La celebración del primer cumpleaños de la benjamina de la familia llega apenas una semana después de que Louis cumpliera 33 años el pasado 26 de noviembre, consolidando un final de año cargado de celebraciones familiares. Hay que recordar que príncipes Jacques y Gabriella, hijos de Alberto y Charlene de Mónaco, también cumplen años en pocos días. Concretamente, el 10 de diciembre, los gemelos celebran su undécimo cumpleaños.
La víspera del primer cumpleaños de su hija Constance, Louis Ducruet participó en un encuentro en el Club de Prensa de Mónaco, celebrado en el moderno Centro de Conferencias del One Monte-Carlo. Allí mostró su lado más íntimo y reflexivo, compartiendo recuerdos de infancia y la influencia de su madre, la princesa Estefanía, en su vida.
En sus palabras, Louis recordó una enseñanza que lo ha acompañado siempre: “Mi madre me repetía que no era mejor que nadie. Mi padre decía lo mismo. Hay que ser modesto y saber respetar a todos”. Una frase sencilla pero cargada de significado, que resume la educación basada en la humildad y cercanía que tanto Estefanía como Daniel Ducruet —con quien la princesa mantuvo una relación de cinco años y de quien se separó apenas trece meses después de su boda— quisieron transmitirle desde la infancia. Valores que él reivindica hoy como auténtica guía de vida.
Este testimonio, ofrecido apenas un día antes de la fiesta de Constance, refuerza la imagen de Louis como un hombre que, pese a pertenecer a una de las dinastías más emblemáticas de Europa, reivindica valores universales como la sencillez y la empatía. Su intervención fue muy comentada en el Principado, ya que permitió descubrir un lado más humano del sobrino del príncipe Alberto y consolidó su papel como miembro activo y cercano de la familia real monegasca.
Louis suele estar presente en las celebraciones oficiales de la familia, como el Día Nacional de Mónaco, pero también un papel destacado como presidente de los Barbagiuans —su próximo gran reto será la Copa de la Lucha contra el SIDA, prevista para el 24 de enero de 2026 en el Estadio Louis II de Mónaco—, el legendario equipo de fútbol fundado por su tío, el príncipe Alberto II, que cada año organiza partidos benéficos con gran repercusión en el Principado. Sin olvidarnos de su implicación en el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, creado por su abuelo, el príncipe Rainiero III, y dirigido en la actualidad por su madre, la princesa Estefanía. Louis se encarga de la organización y la logística, asegurando que todo funcione a la perfección en uno de los eventos más emblemáticos de Mónaco.
Su presencia también es habitual en otras citas clave del calendario monegasco. Este año se dejó ver en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, celebrado el pasado mes de mayo, compartiendo la pasión por uno de los espectáculos más reconocidos internacionalmente. Pero más allá de los actos institucionales, Louis reivindica la sencillez como su mayor legado, mostrando que su verdadera prioridad es ejercer como esposo y padre, y criar a sus hijas con valores sólidos.

















